Todavía quedan algunos incautos que dudan de la existencia de una feroz guerra económica. Y esto porque los actores que encabezan este ataque se han valido de tácticas muy efectivas para encubrir su delictivo accionar.
Así, los artífices de la simplificación de la producción, que ha servido de principal combustible a especuladores, acaparadores, contrabandistas y bachaqueros, se presentan ante la opinión pública nacional como las víctimas de un gobierno que "no les deja trabajar", cuando en realidad son ellos quienes deliberadamente sabotean la economía con el objetivo de derrocar al presidente, Nicolás Maduro.
Y por supuesto han contado con el apoyo irrestricto de los medios de comunicación privados, nacionales e internacionales, para manipular la realidad mediante el viejo truco de presentar a los victimarios como víctimas y repetirlo un millón de veces.
Sin embargo, desde fines de 2015 y a lo largo de este difícil año 2016 han comenzado a visibilizarse los rostros de esta brutal agresión. Hay que recordar el vídeo del señor Lorenzo Mendoza, propietario del Grupo Polar, cuando le decía a su compinche, el economista, Ricardo Haussman, textualmente lo siguiente: "(…) Yo estoy en la guerra mi pana".
En octubre de 2016, otro "empresario exitoso", como Rafael Alfonzo, propietario de la Maizina, resumía la situación a través de su cuenta twitter así: "Después que nos sacrificamos disminuyendo producción al mínimo, para salir de este gobierno, nos enteramos que la MUD no quiere Referéndum".
Un informe técnico elaborado por la CEPAL, que salió a la luz pública a mediados de agosto, indica que Dólar Today, portal administrado por Gustavo Díaz desde Miami, es una página alimentada "con fuentes de información desconocidas", cuyos efectos son "mayor volatilidad, incertidumbre y expectativas infundadas de depreciación del bolívar".
Ellos hacen la guerra económica. Algunos están plenamente confesos, el pueblo los quiere convictos.