"Toda frase breve acerca de la economía es intrínsecamente falsa": Alfred Marshall

La inflación es un producto de una economía enferma, que se origina en malas decisiones del equipo económico y de la planificación financiera del Gobierno, de los economistas que hacen también sus malas recomendaciones y se refleja en malas actuaciones de los que producen y venden, y termina afectando a todos los venezolanos por igual.

Y ¿cómo se resuelve ese problema?

La hiperinflación nos liquida la calidad de vida y nos empobrece a todos, lleva a las familias y a los pueblos a la ruina y hasta el propio Estado se ve limitado en sus capacidades.

Si bien es cierto que invertir masivamente en educación, ciencia y tecnología, y en la infraestructura de servicios que apoya la producción: energía, vialidad, comunicaciones, zonas industriales, puertos y aeropuertos, promoción del comercio internacional y, por supuesto, estimular la creación de miles de pequeñas, medianas y grandes empresas, convirtiendo a casi toda la población en clase educada y productiva; no deja de ser menos cierto que la geopolítica mundial, el imperialismo y su política del garrote, las sanciones económicas e ideológicas, la falta de integración de los países hermanos latinoamericanos, la identidad de los pueblos, el colonialismo, los gobiernos sumisos, el irrespeto a las normas internacionales, la dependencia tecnológica, los traidores de la patria, el dólar como elemento de coacción, la guerra económica y la escases de hombres republicanos afectan el desenvolvimiento y desarrollo económico de la nación.

El gran reto sigue siendo la economía. Un escenario donde aún sectores opositores siguen mandando por medio de los monopolios de bienes y servicios de primera necesidad y que requiere que el poder popular organizado actúe para detener la ola de especulación y manipulación de los precios de estos bienes y servicios que empobrecen a la sociedad venezolana a un ritmo acelerado.

"Toda interferencia gubernamental en la economía consiste en conceder un beneficio no ganado, extraído por la fuerza, a algunos hombres a expensas de otros": Ayn Rand

Los resultados más evidentes de todo ello: hiperinflación, delincuencia organizada y más corrupción. La acción más negativa de la OPOSICIÓN contra la creación de una sociedad productiva ha sido la promoción de un bloqueo económico contra el país, la invitación a una invasión, la siembra de la desconfianza y la incertidumbre en el presente y en el futuro. La sociedad productiva nacional e internacional no invierte en un clima de desconfianza, ni aquí ni en ni en la Conchinchina.

¿y cómo se resuelve esto?

Buscando una verdadera OPOSICIÓN. Una OPOSICIÓN democrática, que no busque atajos, que no intente dar golpes de estado, que no venda al país a los intereses mezquinos de la burguesía, que quiera a Venezuela. OPOSICIÓN no quiere decirle NO a todo lo que propone el gobierno. Es trabajar juntos.

Los señores que se oponen al socialismo llevan muchos años anclados en el pasado, imitadores del fracaso capitalista, tuvieron tiempo y dinero suficiente para demostrar a sus seguidores que no saben gobernar y que no volverán; su fracaso ha sido descomunal y ahora intentan taparlo solicitando la intervención extranjera y la injerencia sobre nuestro país; recibiendo dinero y bienes, apabullando con una inmensa propaganda en contra de Venezuela de inmensos costos, tratando de crear la falsa impresión de que estamos en malas manos, mientras conducen al país a un precipicio. Hay que despertar, un país con calidad de vida se construye con la unión y la armonía entre todos, estimulando a los ciudadanos emprendedores a implementar sus proyectos, sus empresas, sus negocios, expandiendo la economía para todos con visión de futuro; es la única manera de esforzarnos juntos para producir más y mejor, y ganarnos una mejor calidad de vida con nuestro trabajo honesto y productivo de cada día.

"El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente": John Maynard Keynes

Lo que hemos creado es una economía de extorsión en la que los ricos se hacen más ricos, los pobres se mueren de hambre y por lo visto a nadie le importa siempre que lo llamemos democracia.