Según su teoría, los comerciantes que tienen Biopago y recibieron pagos en Petros (que, según el Banco de Venezuela, fueron unos 7.422 comercios), recibieron en realidad el equivalente en bolívares. Ellos afirman que esto fue un aumento artificial de la liquidez y que, cuando estos comerciantes acudieron el jueves y viernes a comprar dólares con esos bolívares recibidos, esto causó un comprensible aumento en la divisa por acción de la oferta y la demanda.
Es interesante leer el comunicado del Banco de Venezuela emitido este sábado en la mañana, anunciando que el Monedero Petro entra en mantenimiento por siete días. El comunicado ofrece algunas cifras interesantes, como que 1.233.093 personas usaron el sistema Biopago para realizar transacciones en Petros en los 17 días desde que comenzó la entrega del PetroAguinaldo (18 de diciembre de 2019) hasta que el sistema entró en mantenimiento (3 de enero de 2020).
En ese período se realizaron 2.585.755 operaciones con Petros en Biopago (un promedio de 152 mil transacciones diarias, aunque sin duda que hubo días, como el 30 o el 31 de diciembre, que debieron ser muchísimas más).
Suponiendo que esas 1.233.093 personas que usamos el Biopago hubiésemos gastado nuestro medio petro en su totalidad (que no fue así, pues muchos sólo gastamos sólo una parte), eso hubiera generado en total Bs. 1.726.330.200.000 (1,7 billones de bolívares, calculando el medio petro a Bs. 1.400.000).
Según la página oficial del Banco Central de Venezuela, la liquidez en bolívares para el 20 de diciembre (última semana publicada para el momento de escribir este artículo) es de Bs. 39.723.589.000.000 (39 billones de bolívares).
Pero Bs. 1.726.330.200.000 es apenas el 4,34 por ciento de Bs. 39.723.589.000.000.
En otras palabras, si seguimos la teoría económica que dice que el aumento del dólar es por culpa de todos los bolívares que entraron en nuestra economía producto del Petro Aguinaldo, el dólar paralelo, que para el 28 de diciembre de 2019 estaba apenas en 47 mil bolívares, debió haber aumentado apenas 4,34 por ciento y ubicarse en 49 mil bolívares a lo sumo.
Al contrario, el paralelo aumentó 55 por ciento, y se puso en 73 mil bolívares para el 3 de enero de 2020. Ese inmenso aumento no puede achacarse al Petro.
Seguramente un economista serio me corregiría para hacerme notar que hay que tomar en cuenta muchos otros factores, como el volumen de las compras y ventas navideñas y la necesidad de muchos empresarios de convertir los bolívares recibidos en una moneda más estable.
Pero allí es donde quiero hacer notar que, entonces, el aumento del precio del dólar paralelo no es culpa del Petro, sino de muchísimos otros factores, y que si Maduro hubiera decidido NO entregar el Petro Aguinaldo, el dólar paralelo de cualquier forma estaría en torno a los 70 mil bolívares en estos momentos.
De hecho, las cifras del Banco de Venezuela denotan que la mayoría de las 7 millones de personas que recibimos el medio Petro aún no lo hemos gastado, bien sea por las enormes colas, el hecho de que los 7.422 comercios con Biopago no fueron suficientes para atender la demanda, la decisión de algunos de ahorrarlo, etcétera.
Sólo el 17 por ciento de los receptores del medio Petro lo hemos gastado a través de Biopago, bien sea en parte o en su totalidad.
Bien ha denotado el Presidente venezolano que el Petro Aguinaldo fue un ensayo, un experimento inicial, una puesta a prueba de las plataformas, y que de esta experiencia se ha aprendido muchísimo para poder mejorar los sistemas para una nueva etapa.
Hasta aquí quiero dejar los datos más objetivos que tengo, para dar a continuación una opinión un poco más subjetiva.
¿Por qué aumentan los precios en Venezuela?
Durante el mes de diciembre, pasamos varias semanas con el dólar paralizado en torno a los Bs. 45 mil, y sin embargo los precios aumentaban bárbaramente todos los días.
Una semana compré medio cartón de huevos (15 huevos) a Bs. 45 mil, y la semana siguiente estaban en 80 mil. Y el dólar no subió en ese período.
Una semana las mandarinas estaban en 10 mil el kilo, la siguiente estaban en 35 mil.
Una semana el queso duro o llanero estaba en 90 mil el kilo, la siguiente estaba en 160 mil el kilo.
Una semana el kilo de harina de maíz precocida estaba en 35 mil, la otra en 48 mil. Y la otra en 60 mil.
Y como ese, muchos otros ejemplos de aumentos locos en los precios de los alimentos, con el dólar paralelo estancado.
Lo mostramos con esta gráfica, tomada a partir de datos del portal opositor DolarToday.
El tramo del gráfico en rojo, es el precio del dólar paralelo duramte el mes de diciembre: podrán notar lo estable que estuvo, con muy pocos cambios. Y, a pesar de eso, los precios de los productos básicos aumentaron de forma alocada.
Precio del dólar paralelo en Venezuela en el mes de diciembre. Fuente: Dolar Today
¿Qué quiero decir con esto?
Que, en mi humilde opinión que tengo desde hace varios años, hay un grupo de empresarios y personajes que juegan con nosotros, con los precios, con la economía. Hacen lo que les da la gana y no siguen ninguna regla de economía básica. Ni leyes de oferta y demanda, ni leyes de liquidez, ni nada de eso.
Yo estoy convencido de que ellos tienen la capacidad de modificar los precios de los alimentos y del dólar de acuerdo a sus intereses, bien sea políticos, económicos, su necesidad de comprar o vender dólares al precio que mejor les conviene, etc. Tal vez están preparando el terreno para la elección del nuevo presidente de la Asamblea Nacional este domingo 5 de enero, o para acciones posteriores; no lo sé.
Es tan así, que vemos cómo muchos comerciantes fijan los precios de sus productos EN DÓLARES, y entonces suben los precios EN DÓLARES: si vendían zapatos a 5 dólares, de pronto los suben a 10 dólares. ¿Cuál es la explicación de eso? ¿Es culpa de Maduro? Yo más bien se lo atribuyo a un libertinaje total del que gozan muchos empresarios.
Y es que a veces siento que todos somos supervisados, menos los empresarios.
Fíjense, yo soy un trabajador. Los trabajadores tenemos que cumplir un horario, somos supervisados, en algunos lugares tienen que poner su huella en un aparatico, en otros tienen que firmar listas de asistencia. Todo eso está bien, yo no lo desapruebo.
Cuando uno va a cualquier tienda, uno es revisado. Tenemos que soportar que un desconocido nos revise nuestros bolsos, carteras y maletines al salir, y que vea nuestras posesiones íntimas, todo porque ellos temen que algunos les pueden robar mercancía. Hay cámaras grabándonos permanentemente, hay aparatos que nos escanean verificando que no nos robemos nada. Somos supervisados hasta más no poder.
Entonces, uno como trabajador tiene que ser revisado y supervisado. Uno como cliente, tiene que ser revisado y supervisado. Pero los empresarios, ¿no pueden ser supervisados por nadie? ¿Nadie puede preguntarles por qué están aumentando los precios de todo? ¿Por qué no?
Y lo peor, es que ellos se mimetizan y hacen creer que el enemigo es otro. Suben los precios de todo, pero la culpa es de Maduro. Suben el precio del dólar, pero la culpa es de Maduro. No sube el dólar, pero suben los precios de todo e igualito la culpa es de Maduro.
Lo único que puedo achacarle al gobierno de Maduro, es dejar a estos empresarios con muy poca supervisión, por no pedirles explicaciones ante este libertinaje de precios. El resto de la culpa, el 95% de la culpa, es de estos tipos: los empresarios, sobre todo los grandes, los que fijan los precios de todo.
En cuanto al Petro, me parece muy sospechosa esta matriz de opinión de intentar culparlo del aumento del dólar paralelo.
A mí me parece que el Petro como ensayo ha funcionado, aunque hay muchas cosas qué mejorar. Es cierto: los Biopago no son suficientes. Es cierto: Las colas son largas. Es cierto: hay problemas de capacidad, el sistema puede ponerse lento, se puede caer. Pero son problemas que sí se pueden resolver. Con pericia, con técnicos buenos, ampliando los datacenters.
Por eso, como el experimento ha salido más o menos bien a pesar de los problemas, algunos piensan que hay que buscar una forma de minar la credibilidad del Petro, y esa forma es culpándolo del aumento del dólar. Yo creo que hay una intencionalidad muy clara tras esa matriz de opinión, y seguramente la hubo tras el aumento inexplicable del dólar en más de 55 por ciento en unos pocos días.
Yo opino que al Petro hay que seguir dándole una oportunidad. Total, todos los que tenemos ese medio Petro en nuestro Monedero o en nuestra PetroApp, lo tenemos allí, resguardado de la inflación. Ya no vale Bs. 1.400.000, ya vale mucho más. Tengamos confianza y paciencia, y esperemos que el gobierno de Maduro continúe un camino con esta naciente criptomoneda.