La teoría económica sugiere que deben darse dos condiciones para que una mayor oferta monetaria provoque inflación de los precios:
La primera, que esa mayor oferta de dinero no sea ahorrada por los agentes económicos sino que sea gastada en la economía real.
La segunda, que esa economía real ya haya alcanzado la ocupación plena de todos sus factores productivos y, en consecuencia, no sea capaz de incrementar su oferta de bienes y servicios tras el aumento del gasto.
Es decir, según la teoría económica, solo habrá inflación si el nuevo dinero aumenta la demanda agregada de bienes y servicio sin que lo haga la oferta agregada. Esta relación podría parecer dogmática o hasta inapelable, pero en realidad es más bien ambigua, aunque muy pocos economistas se atrevan a cuestionarla.
De hecho, hay discrepancias entre las distintas escuelas económicas en lo que respecta a las posibles interrelaciones entre oferta y demanda, por la ambigüedad, y muchas veces incertidumbre de todas las relaciones donde intervienen o interactúan los seres humanos.
Un ejemplo claro es lo que ha estado ocurriendo en los últimos años en Venezuela, donde el incremento de la oferta de dinero inundando la economía con dólares en efectivo del sector privado, con los bonos de ayuda provenientes de programas sociales del gobierno más estímulos de las empresas públicas y privada a sus trabajadores, han hecho posible estimular la economía e incrementar la cantidad de bienes y servicios disponibles, provocando, a su vez, un aumento de la *demanda de dinero*.
Esta demanda de dinero tendría que provocar al menos un estancamiento de los precios en todos los niveles de la actividad económica, pero factores políticos y empresariales de oposición, apoyados por intereses transnacionales interesados en la caída del gobierno, han hecho posible generar abruptos aumentos intencionales y especulativos de los precios de bienes y servicios, además de una devaluación inducida y promocionada por esos mismos factores.
De allí que, la sola idea de una posible y plausible *Indexación de Sueldos y Salarios*, provocaría automáticamente un encarecimiento inducido del costo de los factores productivos y haría que el monetarismo de los economistas oficialistas termine vinculando estrechamente oferta monetaria e inflación, con las correspondientes medidas de autoprotección de los inversionistas vía fuga de capitales, provocando incertidumbre en la sociedad y deterioro de la confianza, con la consecuente negativa del gobierno de aumentar el poder adquisitivo de los consumidores. Un plan bien orquestado y provocado por intereses claramente imperiales, que incluye el bloqueo y las sanciones estadounidenses y europeas.
Si una mayor "impresión" de moneda o creación de dinero va ligada a un aumento de ingresos futuros, donde se incluyen los planes de sostenibilidad financiera del Estado y simultáneamente un compromiso de lograr el equilibrio via activos provenientes de la explotación de recursos naturales como petróleo, oro, plata, diamantes, bauxita, coltan, agua... , los cuales existen en Venezuela en abundancia, y a un aumento sostenido de la productividad acompañados de procesos para modernizar la economía, entonces podemos concluir tajantemente, que la creación de dinero no tiene por qué implicar inflación. Pero para ello resulta indispensable generar confianza en la sociedad y en los inversionistas.
La modernización de la economía es vital para lograr una óptima productividad. Es un paso gigantesco entre una economía feudal como la que todavía prevalece en el país y la Economía Moderna en donde la Ciencia y la Tecnología son factores fundamentales para la optimización de productos y servicios.
Hugo Chávez lo vió así e intentó sin éxito ponerlo en práctica, mediante la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, concebido para que la Ciencia y La Tecnología se pusieran al servicio de la producción y el desarrollo.
Castro Soteldo va bien encaminado en ese sentido en el área de la producción agrícola y pecuaria a nivel industrial pero de manera limitada, ya que los procesos para la modernización de la economía deben incorporar a todos los Factores Productivos. El Poder Popular, la Clase Obrera, los Pequeños Productores, la Pequeña y Mediana Industria, Emprendedores y las Comunas, apoyados por las autoridades nacionales y locales, lamentablemente brillan por su ausencia en ese proceso de producción y desarrollo.
Venezuela tiene todos los recursos para lograrlo, talento humano, recursos mineros, petróleo, agua, el apoyo de países clave como China, Rusia, Irán, más el uso de instrumentos modernos de política monetaria, dinamizadores de la economía e instrumentos jurídicos generadores de confianza.