BRICS, asean, OCS, contra la hegemonía del dólar

Cada día se suman más países y organizaciones a la búsqueda y utilización de monedas alternativas que puedan sustituir la hegemonía del dólar en las numerosas transacciones que se realizan diariamente en el mundo. 

La realidad es que la mayoría de las naciones emergentes y  en desarrollo están hastiadas de padecer las presiones económicas y políticas que sufren debido al control sobre el comercio internacional que ha mantenido desde 1944 Estados Unidos mediante el uso del billete verde. 

Aquel año, en la reunión realizada en Bretton Woods, (New Hampshire), Estados Unidos logró imponer su hegemonía financiera al establecerse el dólar como moneda de reserva mundial y en 1973 reforzó ese cerco estratégico al conseguir que Arabia Saudita aceptara vender sus abundantes exportaciones de petróleo en dólares e invirtiera los beneficios obtenidos en bonos y letras de cambio del Tesoro estadounidense. 

Mediante presiones y extorsiones, Washington consiguió en 1975 que los entonces 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordaran vender crudo en dólares a la par que los importadores debieron acumular sus excedentes comerciales en esa moneda para comprar el combustible y así nació el llamado petrodólar.

Desde entonces los países están obligados a tener dólares para adquirir petróleo y además poseer grandes reservas en esa moneda con la finalidad de obtener crudo en alguna nación o mercado financiero. Esto facilita la demanda de billetes verdes en la adquisición de otros bienes, mientras permite a Washington financiar su enorme deuda pública que sobrepasa los 31 billones. 

En esa búsqueda de alternativas para irse alejando de las ataduras del dólar, recientemente el vicepresidente de la Cámara Baja de Rusia, Alexandr Babakov, informó que el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están en proceso de desarrollar su propia moneda, que podría tener respaldo no solo en oro, sino también en otros metales y materias primas. Se espera que ese anuncio se realice durante la próxima Cumbre del grupo programada para agosto en Johannesburgo, Sudáfrica. 

Otras 25 naciones han solicitado su ingreso al BRICS y varias de ellas ya utilizan monedas nacionales en algunos intercambios: Afganistán, Argelia, Argentina, Bahrein, Bangladesh, Bielorrusia, Egipto, Indonesia, Irán, Kazajistán, México, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudita, Senegal, Sudán, Siria, Emiratos Árabes Unidos, Tailandia, Túnez, Turkiye, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe.

Dos ejemplos resaltan dentro del grupo BRICS, el primero  es que más de 80 % de las negociaciones entre Rusia y China se realizan en rublos y yuanes. El segundo: China y Brasil alcanzaron en junio un acuerdo que les permitirá llevar a cabo transacciones comerciales utilizando sus respectivas monedas. 

Moscú continúa avanzando en esa línea con otras naciones pues la participación de la moneda rusa en las operaciones de exportación con todos los países de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) en 2022 superó el 40%.

La OCS, integrada por Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, India, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán e Irán (de reciente incorporación) y Belarús a las puertas de unirse, ha estado trabajando en los últimos tiempos para alejarse del dólar.

Los analistas aseguran que uno de los factores para que los países insistan en alejarse del dólar es que la fuerte emisión de ese billete sin respaldo por parte de Estados Unidos durante la pandemia, representa la raíz de los problemas financieros que se está experimentando en Occidente. 

Asimismo la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) se ha sumando a la corriente y en una reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos centrales de la región, decidió utilizar las monedas locales en las operaciones de pago transfronterizos.

El gobernador del Banco de Indonesia, Perry Warjiyo declaró que la ASEAN logró que la cooperación en pagos transfronterizos entre cinco países (Indonesia, Tailandia, Malasia, Filipinas y Singapur) se extendiera a los otros cinco miembros (Vietnam, Brunei, Camboya, Laos y Myanmar). 

Según Warjiyo, la reducción del dólar en el sistema integrado de pagos disminuirá los riesgos globales para los países de la región.

Innegablemente la política de extorsiones económicas y financieras contra numerosas naciones (llamadas eufemísticamente “sanciones”) llevadas a cabo en los cuatro años de la presidencia de Donald Trump y seguida por el actual mandatario Joe Biden, han llevado a países de varios continentes a buscar otras monedas alternativas al billete verde.

Washington tiembla porque se da cuenta que el poderío que ha ejercido durante décadas con la imposición del dólar en los intercambios comerciales se está resquebrajando.

Una reciente declaración del Banco Mundial ha llevado la ira y el nerviosismo a la Casa Blanca al afirmar que: “el pujante rol de China en el comercio internacional, el tamaño de su economía, además de aparecer como el mayor acreedor del mundo, permiten asegurar que la internacionalización de su moneda avanza por senderos seguros”.

El dólar en caída libre.



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Hedelberto López Blanch

Graduado de contador (1967) y Licenciado en Periodismo (1972). Ha reportado numerosos eventos internacionales celebrados en Cuba, Angola, Zambia, Mozambique, Libia, Tanzania, Qatar, Zimbabwe, Sudáfrica, Alemania y Rusia. Fue corresponsal permanente de Juventud Rebelde en Nicaragua y asesor de redacción del diario Barricada en esa nación centroamericana entre 1985 y 1987. Ha obtenido varios premios de periodismo.

 hedelberto@yahoo.es

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