La enfermiza obsesión contra Cuba

Marco Rubio, actual secretario de Estado de Estados Unidos, en sus andanzas políticas se ha caracterizado por llevar una agenda agresiva contra Cuba, Nicaragua y Venezuela y en el caso de la Isla del Caribe ha logrado imponer numerosas extorsiones (llamadas eufemísticamente sanciones) económicas contra el pueblo cubano.

Pero esa enfermiza obsesión por detener el proceso revolucionario, o derrocar al gobierno establecido después del triunfo del primero de enero de 1959 fue gestada e impulsada por las diferentes administraciones estadounidense, y Marco Rubio ha sido un peón más en esta larga historia de amenazas, agresiones, atentados, actos terroristas y bloqueos lanzados desde Washington contra Cuba en los últimos 66 años.

Mucho se ha hablado del tristemente famoso "memorando secreto del Departamento de Estado" emitido el 6 de abril de 1960 por el vicesecretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, Lester D. Mallory, que definía la filosofía del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto meses después de forma unilateral contra Cuba el cual planteaba:

"La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno".

Pero esa política ya había empezado mucho antes cuando a mediados de 1958 el segundo hombre más poderoso de Cuba, y a veces el primero, el embajador estadounidense, Earl Smith, visitó al dictador Fulgencio Batista para entregarle un mensaje del presidente Dwight D. Eisenhower por medio del cual le exigía dejar el poder para impedir que los guerrilleros liderados por Fidel Castro lo tomaran. El plan era que Batista partiera, y una junta "de notables", convocara a elecciones.

Eisenhower en sus Memorias publicadas por la editorial de Trevise en 1968, sentenció "que para finales de 1958 la CIA, sugirió por primera vez que una eventual victoria de Castro no serviría a los intereses de Estados Unidos".

Narró también que Allen Dulles, director de la CIA, le habría dicho a finales de 1958: "parece que los comunistas y otros extremistas han penetrado al movimiento castrista: si Castro toma el poder, muy probablemente ellos participarían en el gobierno".

El 23 de diciembre de ese 1958, durante una reunión en Washington del Consejo Nacional de Seguridad, (NSC) en la cual se valoraba la situación cubana, se le comunicó al presidente Eisenhower que el estado del gobierno de Batista era crítico. Entonces Dulles propuso evitar la victoria de los revolucionarios con un golpe de Estado a Batista, pero la victoria de los guerrilleros se lo impidió.

Tras el triunfo de la Revolución, el segundo viaje del entonces primer ministro Fidel Castro, lo hizo el 15 de abril de 1959 a Estados Unidos por invitación de la Sociedad americana de editores de periódicos.

"El presidente Eisenhower, además de estar molesto por esta visita, no quiso recibirlo, asegurando en sus Memorias: "yo estaba personalmente convencido de que Castro era comunista", insistía. Tan solo el domingo 19 fue recibido por el vicepresidente Nixon, en una oficina del Capitolio. Luego de dos horas nada positivo salió del encuentro".

Nixon en un extenso informe al Departamento de Estado y a la CIA dijo, que Fidel estaba manejado por los comunistas. Con posterioridad en el documento Six Crises, Doubleday de 1962 contaría que desde ese momento se convirtió "...en un abanderado en propugnar acciones para derrocarlo".

Y Eisenhower sostuvo en sus Memorias: "Nosotros buscábamos los medios para protegernos de Fidel Castro en caso de que él se volviera peligroso para Estados Unidos(...) Nosotros preparábamos planes de urgencia para Cuba. Estos englobaban medidas tales como un bloqueo, operaciones militares y acciones coordinadas con otros países de América Latina".

Dulles le encargó esos "planes" al coronel Joseph Caldwell King, quien era en ese entonces jefe de la Western Hemisphere División de la CIA (División del Hemisferio Occidental y también uno de los propietarios de la Empresa de Gas de La Habana9, junto con William Pawley, consejero del presidente Eisenhower para asuntos cubanos.

Con Joseph Caldwell King debía trabajar el adjunto de Dulles, Richard Bissell, nombrado el mismo día del triunfo de la Revolución como jefe de la Dirección de Operaciones Especiales), o sea, las fuerzas paramilitares.

Para King era esencial la eliminación física de Fidel Castro y otros dirigentes como Raúl Castro y Che Guevara, debido a la popularidad de esos entre el pueblo cubano. Así lo testimonió el mismo King ante una comisión de investigación del Senado estadounidense efectuada el 20 de noviembre de 1975.

El plan que se llamó Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro, o simplemente el Cuban Proyect, fue finalmente presentado por Dulles al presidente, el 17 de marzo de 1960.

Sin haberse elaborado ni siquiera el borrador del proyecto, las acciones terroristas contra objetivos civiles se realizaban a lo ancho y largo del país. Por iniciativa de Bissell, la CIA fue organizando y armando grupos contrarrevolucionarios al interior del archipiélago, Así empezaron a darse atentados terroristas hasta en cines y almacenes populares, con armamento y explosivos sacados de escondites en las iglesias.




 

Joseph Le Gall, un ex oficial de la Armada francesa que se ha interesado en el tema, nos cuenta: "en esa reunión se adoptó un plan secreto y se le dieron instrucciones al director de la CIA, Allen Dulles, hermano del secretario de Estado, para desestabilizar al régimen cubano". (58)

58.- Joseph Le Gall: "Lenigme de La Cumbre, Cuba: explosión en eaux troubles", Marine et Océans, Paris, abril-mayo de 2007. Tomado de El enigma de La Coubre, de Fernando Calvo Ospina, obra citada.

En el mencionado libro, Calvo Ospina detalla que "Le Gall, como se dice en los tres textos que él escribió sobre La Coubre, es un excapitán de fragata de la Armada francesa y exoficial de los Servicios de Inteligencia del Ministerio de la Defensa. También se precisa que desarrolló esa labor de 1959 a 1962 mientras navegaba por la zona del Caribe en navíos de la Transat. Le Gall no creyó necesaria una entrevista con el autor de este libro, pero le invitó a utilizar sus textos.

"Tras el triunfo de la Revolución en enero de 1959, el segundo viaje del entonces primer ministro Fidel Castro, lo hizo a Estados Unidos por invitación de la America Society Newspaper Editors (Sociedad americana de editores de periódicos) . Llegó a Washington el 15 de abril de 1959 acompañado de unas 40 personas, incluidos varios hombres de negocios como el jefe de la ronera Bacardí.

"Fidel Castro no fue para ratificar que Cuba seguiría en el camino histórico de subordinación, como ya era norma en los gobiernos latinoamericanos. Estuvo durante 11 días y en cada intervención que realizó siempre insistió en la necesidad de que ambas naciones tuvieran relaciones de nuevo tipo, de respeto, soberanas, como nunca habían existido.

(59).

59.- Ibibem

(63)

63.- Enrique Encinosa: Cuba en guerra. Historia de la oposición anticastrista 1959-1993, Ediciones Fondo de Estudios Cubanosde la Fundación Nacional Cubano Americana, Miami, 1995.

Con esas y otras animadversiones durante todos estos años por parte de los gobiernos estadounidenses y de la emigración ultraderechista cubanoamericana, Marco Rubio, a lo largo de su carrera, ha centrado su deambular político en impulsar numerosas medidas coercitivas económicas y políticas contra Cuba, Venezuela y Nicaragua con la misma enfermiza ilusión de derrocar a esos legítimos gobiernos que no han seguido los dictados de Washington.







 

A mediados de 1958 el segundo hombre más poderoso de Cuba, y a veces el primero, el embajador estadounidense, Earl Smith, visitó al dictador gobernante, Fulgencio Batista. Le llevaba un mensaje del presidente Dwight D. Eisenhower: Debía dejar el poder para impedir que los guerrilleros liderados por Fidel Castro lo tomaran. El plan era que Batista partiera y una junta "de notables", convocara a elecciones.

El presidente Eisenhower había tenido muy en cuenta lo que le había dicho en mayo de ese año su vicepresidente Richard Nixon, y lo refirió en sus memorias: "la amenaza comunista en América Latina y más grande que nunca". (1)

Claro, Nixon acababa de hacer un recorrido por su "patio Trasero" latinoamericano y no había sido bien recibido, muy particularmente en Caracas, donde el 13 de mayo de 1958 su vehículo fue atacado con piedras y palos por enardecidos manifestantes. Salió ileso de milagro.

1.- Dwight D. Eisenhower: Batallies pour la paix, 1959/1961. Editions de Trevise, París, 1968.

En sus memorias Eisenhower fue más preciso que Nixon: "esta amenaza, de la que nadie dudaba en ese momento, se veía llegar pero no sobre el continente, si no sobre la Isla de Cuba". En ellas, siguio contando el presidente qu3e para finales de 1958 la CIA, que tenía una inmensa red de agentes e informantes en Cuba, "sugirió por primera vez que una eventual victoria de Castro no serviría a los intereses de Estados Unidos".

Eisenhower narró también que Allen Dulles, el director de la CIA, le habría dicho a finales de 1958: "parece que los comunistas y otros extremistas han penetrado al movimiento castrista: si Castro toma el poder, muy probablemente ellos participarían en el gobierno". Una información que le pareció tardía y por la cual se puso de muy mal humor..

Poco despues la prensa "descubrió" que "los comunistas y extremistas" a los que se refería Dules eran principalmente, Raúl Castro Ruz y el Che Guevara.

El 14 de diciembre el embajador Smith le entregó a Batista un escueto mensaje llegado desde Washington, que era en realidad un ultimatum: "es mi desagradable deber informarle al presidente de la República que Estados Unidos no continuará apoyando al gobierno de Cuba, y que mi gobierno considera que el presidente esta perdiendo el control efectivo" (2)

2.-Foreign Relations of the United States, FRUS, Office of de Historian, Cuba, Volumen X, 1961-1962, p, 299, U.S: Gobernment Pinteing Office, Washington, D.C.

El 23 de diciembre de ese 1958, durante una reunión en Washington del Consejo Nacional de Seguridad, (NSC) en la cual se valoraba la situación cubana, se le comunicó al presidente Eisenhawor que el estado del Gobierno de Batista era crítico. Entonces Dules propuso evitar la victoria de los revolucionarios con un golpe de Estado a Batista. (3)

3.- Ibidem, pp. 302-303.

Joseph Le Gall, un ex oficial de la Armada francesa que se ha interesado en el tema, nos cuenta: " en esa reunión se adoptó un plansecreto y se le dieron instrucciones al director de la CIA, Allen Dulles, hermano del secretario de Estado, para desestabilizar al régimen cubano". (4)

4,. Joseph Le Gall: "Lenigme de La Cumbre, Cuba: explosión en eaux troubles", Marine et Océans, Paris, abril-mayo de 2007. LeGall, como se dice en los tres textor que él escribió sobre La Coubre, es un excapitán de fragata de la Armada francesa y exoficial de los Servicios de Inteligencia del Ministerio de la Defensa. También se precisa que desarrolló esa labor de 1959a 1962 mientras navegaba por la zona del Caribe en naviós de la Transat. Le Gall no creyó necesaria una entrevista con el autro de este libro, pero le invitó a utilizar sus textos.

Tras el triunfo de la Revolución en enero de 1959, el segundo viaje del entonces primer ministro Fidel Castro, lo hizo a Estados Unidos por invitación de la America Society Newspaper Editors (Sociedad americana de editores de periódicos) . Llegó a Washington el 15 de abril de 1959 acompañado de unas 40 personas, incluidos varios hombres de negocios como el jefe de la ronera Bacardí.

Fidel Castro no fue para ratificar que Cuba seguiría en el camino histórico de subordinación, como ya era norma en los gobiernos latinoamericanos. Estuvo durante 11 días y en cada intervención que realizó "simpre insistió en la necesidad de que ambas naciones tuvieran relaciones de nuevo tipo, de respeto, soberanas, como nunca habían existido, Expreso René González Barrios.

El presidente Eisenhower, además de estar molesto por esta visita, no quiso recibirlo, asegurando en sus memorias: "yo estaba personalmente convencido de que Castro era comunista", insistía. Tan solo el domingo 19 fue recibido por el vicepresidente Nixon, en una oficina del Capitolio. Luego de dos horas nada positivo salió del encuentro.

Nixon en su extenso informe al Departamento de Estado y a la CIA diría, en resumen, que Fidel estaba manejado por los comunistas. Con posterioridad contaría que desde ese momento se convirtió "...en un abanderado en propugnar acciones para derrocarlo". (5)

5.- Richard Nixon: Six crises, Doubleday, New York, 1962.

Mientras, el presidente sostendría en sus Memorias: "Nosotros buscábamos los medios para protegernos de Fidel Castro en caso de que él se volviera peligros para Estados Unidos(...) Nosotros preparábamos planes de urgencia para Cuba. Estos englobaban medidas tales como un bloqueo, operaciones militares y acciones coordinadas con otros países de América Latina (...)".

Dulles le encargó que propusiera los "planes" al coronel Joseph Caldwell King, quien era en ese entonces jefe de la Western Hemisphere División de la CIA (División del Hemisferio Occidental). Este, además era uno de los propietarios de la Empresa de Gas de La Habana, junto con William Pawley, consejero del presidente Eisenhower para asuntos cubanos. Uno y otro tenían sobrados motivos para advertir sobre la "peligrosidad" de la Revolución para su país.

Con Joseph Caldwell King debía trabajar el adjunto de Dulles, Richard Bissell, nombrado el mismo día del trinfo de la Revolución como jefe del Diroctorate of Operations (Dirección de Operaciones Especiales), o sea, las sucias, las paramilitares.

Pra King era esencial la eliminación física de Fidel Castro y otros dirigentes como Raúl Castro y Che Guevara, debido a la popularidad de esos entre el pueblo cubano. Así lo testimonió ante una comisión de investigación del Senado estadounidense en 1975. (6)

6.- United States Senate: Select Committee to Study Governmenttal kOperations with Respect to Intelligence Activities. Alleged Assassination Plots Involving Foreign Leaders, Washington, 20 de noviembre de 1975.

El plan que se llamó Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro, o simplemente el Cuban Proyect, fue finalmente presentado por Dulles al presidente, el 17 de marzo de 1960.

Sin haberse elaborado ni siquiera el borrador del proyecto, las acciones terroristas contra objetivos civiles se realizaban a lo ancho y largo del país. Por iniciativa de Bissell,la CIA fue organizando y armando grupos contrarrevolucionarios al interior del archipiélago, apoyándose, principalmente, en organizaciones católicas. Así empezaron a darse atentados terroristas hasta en cines y almacenes populares, con armamento y explisivos sacados de escondites en las iglesias. (7)

7.- Enrique Encinosa: Cuba en guerra. Historia de la oposición anticastrista 1959-1993, Ediciones Fondo de Estudios Cubanosde la Fundación Nacional Cubano Americana, Miami, 1995.



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Hedelberto López Blanch

Graduado de contador (1967) y Licenciado en Periodismo (1972). Ha reportado numerosos eventos internacionales celebrados en Cuba, Angola, Zambia, Mozambique, Libia, Tanzania, Qatar, Zimbabwe, Sudáfrica, Alemania y Rusia. Fue corresponsal permanente de Juventud Rebelde en Nicaragua y asesor de redacción del diario Barricada en esa nación centroamericana entre 1985 y 1987. Ha obtenido varios premios de periodismo.

 hedelberto@yahoo.es

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