La importancia de la estructura de costos en los agrosistemas cafeteros

Una definición clásica de los costos de producción es el costo de operación o el gasto necesario para fabricar un bien o para generar un servicio.
 
Toda actividad económica ejercida por el ser humano lleva implícito un esfuerzo, un gasto que, generalmente, se cuantifica en la moneda de curso con la cual se comercializa el servicio que se ofrece o el producto terminado, o en éste caso particular un quintal de café.
 
Para la determinación del costo de producción de un quintal de café es de fundamental importancia el registro y la sistematización de todas las labores o de las acciones necesarias para lograr la producción.
 
Para algunos casos, se habla de “estimación” de los costos de producción, puesto que siempre habrá conceptos que serán de difícil cuantificación o de asignación del valor correspondiente; pero en todo caso, se trata de llevar a efecto un registro de cada una de las labores para acercarse lo más que se pueda al valor real de producción de un quintal de café.
 
En un agrosistema cafetero se deben registrar o desglosar los gastos, inversiones o los costos anualizados según las categorías.
 
Así por ejemplo; se pueden definir renglones como: fundación de la plantación (siembra del lote o de la finca, mantenimiento del primero y del segundo año, etc.); infraestructura; requerida para el proceso agroproductivo (galpones, tanques, carreteras, caminos, casa, instalaciones eléctricas, banco de transformadores, etc.); maquinarias (como por ejemplo: bombas, motores, despulpadoras, desmucilaginadoras, equipos secadores, maquinas trilladoras, plantas generadoras de electricidad, etc.); equipos (como asperjadoras, desmalezadoras, ahoyadoras, etc.); servicios (consultorías profesionales, estudios de suelos, drones, planos topográficos, mano de obra, agua, etc.); insumos (gasolina, gasoil, fertilizantes, enmiendas, abonos orgánicos, herbicidas, insecticidas, fungicidas, etc.); herramientas, entre otros conceptos.
 
Para las modalidades de producción de café diferenciados o especiales se debe hacer lo propio con la mano de obra especializada en la labor de la cosecha, con las inversiones destinadas para el diseño o la compra de los equipos de fermentación, tanques y contenedores de acero inoxidable o galvanizado, marquesinas, cuartos o espacios de deshidratación solar, cubierta plástica, contenedores de sisal, entre otros conceptos.
 
En las categorías implícitas y en donde corresponda una elevada inversión durable por varios años deberán establecerse las amortizaciones correspondientes, de acuerdo a la vida útil estimada para la inversión realizada; por supuesto, atendiendo a las sugerencias de un técnico especialista o a la experiencia avanzada de un caficultor.
 
Del conocimiento de los costos de producción puede elaborarse una estructura general de los mismos, y categorizada, para la unidad cafetera.
 
También, con la determinación del costo de producción puede derivarse, indirectamente, la rentabilidad de la empresa cafetera.
 
Otra de las ventajas que ofrece conocer los costos de producción es que una vez determinadas las categorías, con cada uno de los conceptos, puede percibirse con mayor claridad en cual reglón se está concentrando la mayor proporción de los gastos y en función de ello puede considerarse una decisión mucho más acertada que, sin duda, va a tener un impacto positivo en la reducción de los costos de producción.
 
La sistematización minuciosa de cada concepto, con efecto aditivo en los costos, al estar estructurada en un esquema o por categorías puede permitir el desarrollo de indicadores de eficiencia que, indirectamente, sirven para valorar el uso eficiente, acertado o racional de los recursos utilizados y, consecuentemente, también ha de ser valioso para emprender estrategias o formas novedosas para el uso racional de los mismos.
 
En ese sentido, tradicionalmente se hace referencia a quintales por hectáreas como un indicador de productividad, pero visualizando de forma global una estructura de costos cada gerente de una unidad o directamente cada caficultor puede establecer indicadores adicionales como: jornales necesarios para producir un quintal de café, cantidad de sacos de fertilizante requeridos para producir un quintal de café, e igualmente, establecer comparaciones para combustible, litros de herbicidas y así muchos otros que pueden surgir del análisis y de la necesidad de información de cada productor.
 
Una de las muchas ventajas que ofrece el conocimiento de la estructura general de los costos de producción y el archivo histórico de los mismos, anualizados, dentro de una unidad de producción de café es que permite hacer evaluaciones a largo plazo; facilitando también conocer de forma precisa determinado indicador en términos monetarios y que contrastado con los valores de años anteriores permite la posibilidad de hacer una ponderación de lo acertado de sus conclusiones y la reconsideración de otras decisiones; hacer una valoración del desempeño de la unidad de producción en el tiempo y a partir de allí tomar decisiones acertadas en el manejo de la finca.
 
Finalmente, esta tarea de determinar los costos de producción por cada caficultor, en cada zona, región o país, tan subestimada y tan exigente en cuanto a la necesaria disciplina en lo que respecta al registro de ellas, pasa a ser tan fundamental como lo puede ser realizar un estudio de suelos o la decisión de una variedad de café apropiada para la zona; y pasa a ser una herramienta que amplía la visión general del productor de café.
 
Ing. MSc. Freddy A. Colmenárez-Betancourt / 11.585.479 / Caficultor desde hace 25 años y Ex Investigador para el cultivo del café del INIA / Sanare, Lara, Venezuela 27 de septiembre de 2024.
 
 
 
 

 



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Freddy Colmenárez Betancourt

Caficultor desde hace 25 años / Ex Investigador para el cultivo del café en el INIA

 fantonicbc@gmail.com

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