Uno de los sueños mas emblemáticos que cunde en el quehacer diario de la educación venezolana es el de una administración de los recursos verdaderamente compaginada con la decencia y transparencia de sus ejecutores. Pero lamentablemente en el tecnológico ese sueño ha quedado relegado por un “liderazgo” que practica a conveniencia la política, tan de uso por los indolentes e irresponsables, de la famosa posición: “lassiez-faire-lassiez-passer”, la cual se adecua a los intereses de quienes no les importa para nada el futuro de los jóvenes estudiantes, los cuales además de ser formados en las destrezas y el conocimiento de su futura profesión, deberían recibir, primordialmente, a través del ejemplo que le transmite el ético y transparente comportamiento de los que se dicen sus “maestros”, los valores fundamentales y los principios morales que harán de ellos los claros y honorables lideres del mañana. Como puede hablar de transparencia un Director, que minutos antes de lanzar la emotiva frase de “transparencia “administrativa, haciendo mención a su gestión, debió con todo el dolor de su alma destituir a uno de sus mas cercanos colaboradores por causa del manejo presuntamente inadecuado e irresponsable de los recursos del área de las Relaciones Interinstitucionales. ¿Es transparente la comprobada alteración de calificaciones finales?, presuntamente realizada por ese minoritario grupo de estudiantes que presuntamente a conveniencia, y complicidad con las autoridades, asume la dirigencia estudiantil, solo con el ruin objetivo de obtener prebendas y beneficios malversando los fondos que deberían ser dirigidos a la inmensa masa estudiantil que pidió a gritos la subvención del curso intensivo; pero que como respuesta recibe un rotundo no, de las autoridades, basadas estas en el hecho de no violentar las normas y reglamentos; pero esas mismas “autoridades” en un alarde de autoritarismo irresponsable y complaciente complicidad modifica, a conveniencia de un minoritario grupo de profesores, consustanciado con el mercantilismo de la educación, y presa de la ambición desmedida, el Reglamento que rige la administración de los cursos intensivos, solo con la indigna misión de aumentar “la ganancia”. Es triste y lamentable haber observado dentro de la Institución a las “autoridades” junto con profesores, reunidos como vulgares mercaderes regateándose los futuros ingresos de las asignaturas a dictar en el curso intensivo. El argumento esgrimido por la subdirección de que todo esto se hace pensando en el futuro del joven estudiante, es fútil y adecuado a la apología de aquellos que perdieron el norte de sus funciones en el deshonroso mar de la componenda y el lucro fácil. Es que esas “autoridades” un día después de haber aprobado en Consejo Directivo una resolución donde se decide no decretar la apertura del curso, por no estar dadas las condiciones mínimas necesarias, (firmada por todos los miembros), en otra reunión similar aunque se presume no participaron todos los anteriores (solo firman los dos subdirectores), se deja sin efecto la decisión tomada.....después que los “dirigentes estudiantiles” empujados tal vez por los minoritarios “mercaderes de la educación y el ahorro” deciden hacer presión.
¿Es esto transparencia ciudadano Director? Sería bueno escuchar su versión.....
