Luis Bonilla-Molina para el Clacso

Es pues necesario, necesario decir que ha de partirse de una calidad humana, que es lo que en el hombre hay de original: su personalidad, y sobre esa original base personal, se construyen las bases del hacer pedagógico

Luis Beltrán Prieto Figueroa- El Maestro como Líder.

Corresponde al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) este fin de año, designar su próximo Secretario Ejecutivo para el periodo 2019-2021. Dicha institución tiene una importancia sinigual para nuestro hemisferio y extramuros, pues es una institución internacional no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO, creada en 1967. Actualmente, reúne 654 centros de investigación y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 51 países de América Latina y otros continentes.

Dicho Consejo tiene entre su relevante misión tareas tales como: Promover la investigación social para el combate a la pobreza y la desigualdad; el fortalecimiento de los derechos humanos y la participación democrática; contribuir, desde los aportes de la investigación académica y del pensamiento crítico, a promover políticas de desarrollo sustentables en términos económicos, sociales y ambientales; tender puentes entre la investigación social y las políticas públicas, impulsando acciones innovadoras, creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, educativos, culturales y ambientales de América Latina y el Caribe; apoyar la formación de redes de investigadores/as e instituciones que actúan en el campo de las ciencias sociales y las humanidades; fortalecer los procesos de internacionalización académica en América Latina y el Caribe, así como ampliar la cooperación y el diálogo académico Sur-Sur y Norte-Sur.

Este venidero proceso tiene una importancia singular, precisamente por los retos del CLACSO en función de promover planes que permitan elevar la eficiencia y eficacia de los sistemas educativos a partir de las experiencias y esfuerzos desde nuestras regiones y en aras de elevar la investigación en el área de las ciencias sociales para el fortalecimiento de nuestros sistemas democráticos, bajo el ineludible reto de garantizar la participación y el protagonismo de los pueblos en el fortalecimiento y desarrollo de la gestión pública, y en aras de dejar atrás los tiempos de existencia de tantos seres excluidos, siendo la educación y la investigación académica pilares fundamentales para el desarrollo armónico y equilibrado de nuestras naciones, sobre todo en cuanto a la democratización del acceso al conocimiento se refiere.

Universalizar el conocimiento es de las tareas prioritarias, sobre todo para convencernos de lo que somos, de dónde venimos y como superar nuestras carencias, acontecimientos claves para dejar atrás nuestra tan desigual Latinoamérica. Sostiene el escritor noruego Jostein Gaarder en su obra El Misterio del Solitario: “El tiempo hace que nos hagamos mayores. El tiempo también hace que se derrumben los viejos templos y que islas aún más viejas se hundan en el mar. (...) Pero estoy completamente seguro de que, por algún lugar bajo el cielo, aún sigue viajando un comodín. Él se ocupará de que el mundo jamás se quede tranquilo. En cualquier momento, y en cualquier lugar, puede salir disparado un pequeño bufón con largas orejas de burro y cascabeles tintineantes. Nos mira fijamente a los ojos y pregunta: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?

Importantes catedráticos e investigadores se han postulado para aspirar al cargo de Secretario Ejecutivo del CLACSO. Alejandro Grimson de Argentina, Karina Batthyany de Uruguay, Luciano Concheiro de México y Luis Bonilla-Molina de Venezuela. Por supuesto que al enterarme de este acontecimiento no vacilé en escribir al respecto, pues con Luis me une una amistad de más de 40 años, fuimos compañeros de estudio en los inicios del bachillerato y en las románticas luchas estudiantiles reivindicativas, que afloraron nuestras primeras manifestaciones de inquietos luchadores sociales. Sin duda Luis siempre contuvo mayor disciplina, acuciosidad y empeño en sus propósitos, hizo de la investigación en la educación su apostolado, aderezado con un ingrediente clave para quienes hemos asumido la lucha social y la docencia como factores decisivos en la transformación social individual y colectiva: la sensibilidad.

Decía el maestro Prieto Figueroa (luminaria de la pedagogía venezolana) que las transformaciones estructurales de una nación deben llevar consigo la construcción de un hombre nuevo, lleno de sabiduría y bondad. Lo que el maestro del Libertador Simón Bolívar, Don Simón Rodríguez, dio en llamar “los nuevos republicanos”.

Luis Bonilla-Molina, es de esos hombres que no da tregua al empeño por construir espacios donde las luces de la discusión, del debate que permita aflorar ideas que enriquezcan los propósitos del bien común sean perennes, y junto a esa extraordinaria sensibilidad social ha tenido presente su constante actividad formadora, en el campo de la academia y en el área de la investigación.

Luis es Profesor Pedagogo egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, con Maestría en Gerencia Educacional, además es Especialista en Planificación y Formulación de Políticas Educativas, egresado del Instituto Internacional de Planeamiento Educativo de la UNESCO; alcanzó su doctorado en Ciencias Pedagógicas en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC); posee un postdoctorado en sistemas de evaluación de la calidad educativa en el Centro de Estudios Avanzados del Centro Internacional Miranda y más de medio centenar de cursos en distintas áreas de las ciencias sociales. Posee dos doctorados Honoris Causa, otorgados por la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos y la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt.

Su experiencia laboral va desde maestro docente hasta profesor universitario. asesor del Viceministerio de Educación Básica de Venezuela; director de Niveles del Ministerio de Planificación y Desarrollo; presidente (encargado) de la Corporación de Desarrollo de los Andes (CORPOANDES); coordinador del equipo de asesores de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela entre los años 2004 y 2006; presidente fundador del Centro Internacional Miranda (CIM); miembro del CLACSO en los últimos doce años; viceministro de planificación estratégica en Educación Universitaria entre los años 2011-2013. Ha ocupado cargos relevantes a nivel internacional, entre los que destaca: presidente del Consejo de Gobierno del Instituto de Educación Superior para América Latina y el Caribe (IESALC); integrante del Consejo de Gobierno del IESALC-UNESCO para el periodo 2018-2021; coordinador de Venezuela ante el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa de la OREALC-UNESCO, así como profesor invitado en varias universidades del hemisferio. Ha publicado 18 obras, inspiradas en su acuciosa actividad como investigador social, muy especialmente en el área educativa.

El talento, capacidad, constancia, disposición y sensibilidad de Luis Bonilla-Molina, son credenciales que le hacen acreedor de tal distinción, para orgullo no solo del terruño andino donde nació y dio sus primeros pasos formativos, también para la patria venezolana y más allá, nuestra querida Latinoamérica, la que ha conocido suficientemente y quiere como a su propia tierra.

Por conocerlo y saber de su trayectoria, de la cual también dan fe muchos venezolanos y latinoamericanos, considero un gran acierto que Luis llegase a alcanzar tal distinción en el CLACSO. Es una persona virtuosa, que como dice Martin Seligman en su obra La Autentica Felicidad (2002), demuestra mediante sus actos voluntarios “…todas o al menos la mayoría de las seis virtudes ubicuas: sabiduría, valor, humanidad, justicia, templanza y trascendencia.”

 



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Victor Barraez


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