¿Cómo eran formadas las maestras en tiempos de AD y Copei?

Por estos días circulan por las redes sociales mensajes alarmistas sobe la formación "express" de maestras y maestros anunciada supuestamente por el Ministro Isturiz, como parte del programa Chamba Juvenil. Al parecer el Ministro ha reconocido el déficit de docentes en la educación primaria, debido en buena medida a la emigración, y ha propuesto como una solución incorporar bachilleres participantes del programa Chamba Juvenil a las aulas, quienes serían certificados para ejercer la docencia después de pasar por un corto plan de formación. Para los anti-chavistas opositores al gobierno presidido por Maduro se trata del fin de la educación. Los pocos argumentos de esa campaña que he leído, muestran una gran ignorancia de la historia de la formación de maestros en nuestro país y de la situación actual de la formación de maestros en otros países. Pienso que realmente, además de mostrar su ignorancia, su intención es aprovechar una medida educativa con fines políticos, para tratar de movilizar a las y los opositores anti-chavistas. Recurren, como en veces anteriores, a la educación para lograr lo que no han podido lograr con otros temas y como un intento desesperado de revivir al campo opositor anti-chavista, enterrado en la decepción por el rotundo fracaso político del gobierno ficticio del diputado Guaidó. Pero, no solo en el campo opositor de derecha me he encontrado con ignorantes de la historia de la formación de docentes en nuestro país. Lamentablemente, aún en importantes cargos de dirección política en educación, nos encontramos con un gran número de chavistas ignorantes de esta historia. El objetivo de ese breve artículo es ofrecer a las y los educadores revolucionarios, a las madres y padres preocupados por el progreso de nuestra educación, en fin, a todas las personas de bien preocupadas por el estado actual y futuro de nuestra educación un esbozo histórico de la formación de maestras en tiempos de AD y COPEI. Este conocimiento lo encuentro fundamental para no repetir errores del pasado, para no desechar aquello que sea útil y avanzar por la vía revolucionaria hacia una mejor formación de maestras. Invito a los formadores de docentes, a los políticos que ocupan cargos con competencia en educación, a las maestras y maestros, a todos los interesados en la educación a estudiar la historia de la formación docente en Venezuela.

AD llega por primera vez al poder por la vía de un golpe de Estado. Durante este primer período en el gobierno los adecos introducen muy pocos cambios políticos y económicos relevantes. La estructura del Estado forjada durante la dictadura del general Gómez permanecería prácticamente intacta hasta finales de la década de los años cincuenta del siglo pasado. La educación no fue una excepción. La formación de maestras se mantuvo prácticamente intacta hasta el primer gobierno del partido socialcristiano COPEI, presidido por Rafael Caldera. Y luego, durante los gobiernos de Luis Herrera Campins, de COPEI, y de Jaime Luisinchi, de Acción Democrática, se produce la primera modificación sustancial de la formación de maestras. Las consecuencias de esta última reforma no han sido evaluadas seriamente hasta ahora. En el período presidencial de Jaime Lusinchi fue aprobada la Resolución No. 12. Por último, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, esta vez con el apoyo del "chiripero" (conglomerado de partidos de izquierda), se produjo una nueva reforma en la formación de maestras con algunos cambios sustanciales, estos cambios se instrumentalizaron por medio de la Resolución No. 1. Veamos a continuación algunos detalles de cada uno de estos tres períodos.

Según la Ley de Educación de 1958, la educación pública venezolana estaba organizada en ramas. Las ramas de la educación pública establecidas en dicha ley eran las siguientes: pre-escolar, primaria, secundaria, técnica, formación docente, militar y universitaria. Esto significa que la formación de docentes se realizaba en una rama de la educación diferente de la secundaria y de la universitaria; en otras palabras, el título de Maestro, el cual era conferido por el Ministerio de Educación, no era equivalente ni al título de bachiller ni a ningún título universitario. La Formación Docente comprendía la Educación Normal y la Formación de Profesores para la Educación Secundaria, para la Educación Técnica y para la Educación Normal. La Educación Normal se cumplía en cuatro años, y el único requisito académico de ingreso a esta rama de la educación era haber culminado la Educación Primaria. La formación de maestras se realizaba en las escuelas normales. También se consideraba en esa ley de 1958 la posibilidad de incorporar al ejercicio de la docencia a personas que no tuvieran título de Maestro. Específicamente se establecía en el Artículo 68 que: "(...) El Ministerio de Educación podrá designar interinamente para los cargos docentes a personas no tituladas siempre que sean idóneas, o autorizar su nombramiento en las mismas condiciones cuando por causas justificadas haya imposibilidad de disponer de los profesionales titulados necesarios".

En 1969, durante el primer gobierno de COPEI, fue aprobado el Decreto No. 120 mediante el cual eran unificadas las ramas de Educación Secundaria, Técnica y Normal. Con este decreto fue prácticamente eliminada la rama de Educación Normal del sistema educativo. La formación de maestros pasó a ser una especialidad del Ciclo Diversificado de la Educación Secundaria y tendría una duración de dos años. El título de Bachiller Docente sería equivalente al título de Maestro. La formación de maestros siguió realizándose en las escuelas normales.

En 1980, fue aprobada una nueva Ley de Educación, era Presidente Luis Herrera Campins del partido COPEI. Con esta nueva ley fue reorganizado el sistema educativo en niveles y modalidades. Los niveles establecidos en dicha ley fueron: la educación pre-escolar, la educación básica, la educación media diversificada y profesional y la educación superior. Y las modalidades fueron las siguientes: la educación especial, la educación para las artes, la educación militar, la educación para la formación de ministros del culto, la educación de adultos y la educación extraescolar. Como podemos ver, la formación docente no ocupa en esta nueva organización un lugar especial. Ésta pasó a integrarse al nivel de la educación superior. El título de la ley de 1980 donde son tratados algunos asuntos de la formación docente es denominado "De la profesión docente". En el primer capítulo de este título se establece quiénes son los profesionales de la docencia. Específicamente se establece que: "Son profesionales de la docencia los egresados de los institutos universitarios pedagógicos, de las escuelas universitarias con planes y programas de formación docente y de otros institutos de nivel superior, entre cuyas finalidades esté la formación y el perfeccionamiento docentes. La ley especial de la educación superior y los reglamentos respectivos determinarán los requisitos y demás condiciones relacionadas con este artículo" (se refiere al Artículo 77). Y el capítulo dos de este mismo título incluye una serie de artículos bajo el título: "Del Ejercicio de la Profesión Docente". En el Artículo 78 se prescribe lo siguiente:

"El Ministerio de Educación, cuando no fuese posible obtener los servicios de personal docente titulado, podrá designar interinamente para los cargos a personas sin título, previo el cumplimiento del régimen de selección establecido. (...)". Según esta ley la docencia se ejercería con carácter de ordinario o de interino. Docente ordinario sería aquella persona que cumple con todos los requisitos establecidos en las leyes y reglamentos respectivos y sea designado para ocupar dicho cargo. Mientras que los docentes interinos son aquellas personas que no reúnen todos los requisitos, por ejemplo no tener título de docente, y son designadas para ocupar el cargo por un tiempo determinado debido a la ausencia temporal del ordinario o en el que no se haya realizado el concurso correspondiente.

En 1983 fue aprobada la Resolución No. 12 mediante la cual se regulaba la formación de docentes en las universidades venezolanas. Con esta resolución se cierra definitivamente la época de la formación de maestras en las Escuelas Normales, después de haber pasado por la fase del bachillerato docente. Como solución intermedia, se contempla en esta resolución otorgar certificados de competencia a personas que no hayan culminado ningún programa universitario de formación docente. Esta resolución marcó el inicio de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) como conglomerado de instituciones universitarias y no universitarias de formación de profesores, esto es los institutos pedagógicos universitarios y rurales, el instituto de mejoramiento profesional, etc.

En 1996 fue aprobada la Resolución No. 1 por el Ministerio de Educación, en el segundo gobierno de Rafael Caldera. Mediante esta resolución fue derogada la Resolución No. 12 de 1983. Una de las principales razones que llevó al gobierno socialcristiano a aprobar esta nueva resolución fue el déficit de docentes, en sus propias palabras:

"Por cuanto se ha registrado, durante los últimos años, un creciente déficit de profesionales docentes para atender las necesidades de crecimiento de la educación preescolar y básica, lo cual ha ocasionado que, cada vez en mayor proporción, se incorporen al ejercicio docente personas sin ningún tipo de capacitación pedagógica."

Para subsanar este déficit, el gobierno propuso flexibilizar la formación de docentes. Entre los cambios más importantes introducidos en la Resolución No. 1 encontramos los siguientes: son eliminadas las menciones en la carrera Educación Integral, es creada la carrera de Técnico Superior en Educación, es rescatada la figura del bachiller docente, se considera el otorgamiento del título de licenciado o profesor a no graduados de carreras no docentes y a egresado de carreras no docentes, y la certificación de experiencias docentes y no docentes.

En conclusión, tenemos que en tiempos de los gobiernos de AD y COPEI la formación de maestras pasó por tres etapas: 1) la educación normal, 2) el bachillerato docente y 3) la licenciatura en educación o profesor. Podemos caracterizar esta evolución como un proceso que culminó en la eliminación de la escuela normal. Durante todos estos años, desde 1958 hasta 1996, de gobiernos adeco-copeianos, se mantuvieron algunas políticas relativas al ingreso a y al ejercicio de la profesión docente, como las figuras de docentes ordinarios e interinos, y el ingreso a cargos de docencia de personas sin el título correspondiente. También se contempló la formación de docentes en lapsos más cortos que los regulares.



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Julio Mosquera


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