12 noviembre de 2014.- “La realidad es que se está agotando el petróleo fuera de la OPEP y hay un conflicto abierto, una guerra contra los países que tienen reservas. Porque o las transnacionales toman el control de las reservas o el Estado-Nación las mantiene y las utiliza para gasto social e inversión productiva”, informó el economista y experto petrolero venezolano Fernando Travieso, al analizar las pretensiones de las transnacionales en el mercado actual de crudo, a raíz de la baja del precio del barril.
En el programa Mesa Informativa, que conduce Érika Ortega por VTV, Travieso explicó que hay dos bandos contrapuestos en sus intereses: el lobby petrolero que gobierna en EEUU, y que necesita controlar las reservas del mundo, y el Estado-Nación, como Venezuela y los miembros de la OPEP, que deben mantener su riqueza natural para su desarrollo.
Y frente al agotamiento de las reservas petroleras en manos de las grandes transnacionales, el lobby norteamericano quiere crear un nuevo esquema de división geopolítica mundial, para cambiar el panorama de la industria petrolera para su propia superviviencia. En este sentido expuso que las invasiones, bombardeos y guerras en Medio Oriente son parte de un proceso militar geopolítico que busca atacar a los grandes productores de la OPEP, para desmembrarlos y controlar su petróleo.
Este plan de desmembramiento también se aplica contra Venezuela, aunque con otra intensidad y características, alertó.
Comentó que la OPEP registra que desde 2003 al 2013, la producción fuera de la Organización fue de 161 mil millones de barriles pero estos países solo descubrieron 11.200 millones de barriles. Y según el Instituto petrolero norteamericano, las reservas de petróleo se van reduciendo alarmantemente en EEUU y en los países que no pertenecen a la OPEP.
Esquisto muy caro para comercializar:
Así, en EEUU están ensayando producir campos supuestamente petroleros pero que en realidad es esquisto, hidrocarburo sobre el cual hay que gastar mucho para refinarlo. “Técnicamente el petróleo de esquisto no es crudo sino hidrocarburo”, acotó Travieso.
De esta manera, las transnacionales recurren a hidrocarburos como el esquisto, cuyo costo de producción por barril es entre 75 y 80 dólares. Por este motivo, el precio de los crudos marcadores es en torno a 80 dolares, por cuanto si bajara más los campos de esquisto se convertirían en pérdida porque su precio estaría por debajo de su costo de producción.
Además, dijo Travieso, el esquisto no es admitido como petróleo por las Bolsas de Valores y el propio Instituto de Petróleo de EEUU, y las transnacionales no pueden registrarlos para sus reservas como petróleo. Igualmente, para que un yacimiento petrolero tenga validez en el mundo financiero, se tienen que constatar y certificar sus reservas.
Como no es petróleo pero tampoco fuente alternativa de energía por su alto costo de producción, se busca apoderarse de las reservas de la OPEP.
Unidad en la OPEP:
Y aquí entra la necesidad de unidad entre los países OPEP. “Los países de la OPEP tenemos que unirnos ante el lobby petrolero y no ponernos a pelear unos a otros”, aconsejó, y la organización debe atender principalmente dos aspectos: la conservación de la soberanía y el mantenimiento de un precio justo.
Travieso reiteró la alerta de que este conflicto por el petróleo irá aumentando a medida que se les agote las reservas a las transnacionales.
Comentó que Venezuela está preparada ante este panorama, gracias a las políticas iniciadas por el Presidente Chávez, con las empresas mixtas y la diversificación de las inversiones. Recordó que hay 22 países representados en 30 compañías en Venezuela, con una visión amplia y geoestratégica.
“El presidente diseñó un mecanismo que nos protege como país”, apuntó Travieso.
“A diferencia de Cipriano Castro, a quien le dieron un golpe sin saber que lo era, porque el mundo cambiaba de carbón a petróleo y el petróleo estaba en Venezuela, ahora sí sabemos lo que está ocurriendo y estamos preparados”.