Cuando seguimos el caso del cacique Yukpa Sabino Romero, quien desde hace un año está en un juicio sin sentido y en un proceso que desdice de los derechos de los pueblos indígenas consagrados en la constitución bolivariana. Mientras William Sanguino, al igual que lo estuvo en un momento el compatriota Freddy Tabarquino por atentar contra la estatua del genocida Cristóbal Colón, está preso y en el mundo al revés está preso el agredido y no el agresor. Mientras la derecha rojita se enseñorea con el mando en los medianos y altos niveles del gobierno bolivariano, nos preguntamos: ¿Cuándo vamos a derrocar al estado burgués? Que es el que permite todos estos desafueros, todas estas injusticias. Es el estado que permite que el funcionario, (porque es funcional, no es un servidor público) haga y deshaga de acuerdo a las leyes y no a la justicia, leyes que todavía incuban el germen del estado burgués por mas nuevas que sean. ¿Porque está detenido el compañero Sabino bajo las leyes blancas occidentales del estado burgués? Porque seguramente quienes están a cargo del cumplimiento de esa ley blanca occidental que ya no aplica a los pueblos originarios gracias a la constitución bolivariana, son de la derecha-derecha o de la derecha rojita que está al mando del gobierno. Porque a estas alturas, los adecos-copeyanos del PSUV y de las instituciones, con su boina roja, y su Uh, Ah están haciendo lo que les da la gana.
Y cuando digo los adeco-copeyanos, incluyo a todas aquellas personas que aun habiendo sido militantes de partidos de izquierda en el pasado, se conducen al mejor estilo adeco-copeyano una vez se instalan en el poder, y ven con indiferencia los problemas de las personas pobres, y los desamparados de siempre.
¿Cuándo será que los revolucionarios de veraz, los que quieren un real cambio, van a salir a dar el gran salto que se necesita para que no perdamos esta oportunidad de oro, con todas sus contradicciones incluidas? ¿Cuándo será que estando en un cargo el o la compatriota que lo asuma, lo primero que hará es llegar a tratar de aplicar la simplificación de los trámites administrativos como bien lo señala esta ley a la que nadie parece que le esta parando?¿Cuándo será que ese o esa compatriota va a decidir entrompar con los problemas del burocratismo obstaculizador y desde su trinchera institucional le dirá a la Onapre, Ministerio de Planificación y cuanto otro organismo tenga competencia en la organización del Estado: No así no debe ser en el estado revolucionario porque frena las iniciativas del pueblo pobre y retrasa o impide la participación del pueblo organizado. ¿Cuándo será que vamos a darle el golpe al Estado burgués, que dio y sigue intentando derrocar al Presidente? Esos sí que saben de golpes de Estado, y ahora se instalaron camuflajeados dentro de las instituciones, fortaleciendo al burocratismo instalado desde la cuarta y que no hemos podido derrotar.
La revolución es cultural, y cultural es la necesidad de cambiar el Estado burgués, pues la cultura de la viveza, la corrupción, el sabotaje y demás derivados del sistema putrefacto capitalista, están vivitas y coleando. O hacemos la tarea y nos batimos con ella, o se nos va esta oportunidad de las manos.
Ya basta de tanto tecnócrata cómplice, que lo único que le interesa es su ingreso, su bono, su cestatiket, y hacer parecer que hace, en un manejo técnicamente correcto de la gestión, pero correcto para el mantenimiento del estado burgués que debemos destruir.
Abajo cadenas, gritaba el señor,
Y el pobre en su choza libertad pidió
A ese santo nombre tembló de pavor
El vil egoísmo que otra vez triunfo… No podemos permitir que triunfe de nuevo el vil egoísmo.
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