Un minuto de silencio, y velar su cuerpo en la Asamblea Nacional, le dedicaron sus ex compañeros a Luis Tascón ex diputado del PSUV y diputado de la Asamblea Nacional Bolivariana.
Luego su cuerpo sin vida lacerado por la terrible enfermedad será incinerado, para siempre Luis Tascón, revolucionario que en esencia cumplió con su deber como verdadero revolucionario, luchar contra las medias tintas, los hipócritas, y los oportunistas de turno. No hizo más que confiar en que hacíamos una revolución verdadera, sin tapujos, sin cúpulas, sin divisiones, sin puentes comunicantes entre los oligarcas y el pueblo bolivariano.
Luis con su cara de niño inocente y mirada de pícaro, cumplió con su deber al denunciar los miles de infiltrados que se encuentran todavía entre las filas revolucionarias. Su famosa lista así bautizada, nunca fue de él venía de las entrañas mismas de la oligarquía del cerebro de SUMATE.
Si se le hubiese hecho caso a esa lista, hoy sería otro el cantar de este proceso y otra muy diferente su situación frente a las próximas elecciones del 26 de septiembre.
Pero surgen los intereses, los burócratas, los oportunistas, los que tienden puentes, los que dicen que hay que conciliar entre el obrero y el patrono, los ni fu ni fa, los del chavismo sin Chávez, los del chavismo light.
Esos, precisamente esos y la indiferencia, el desprecio, la falta de solidaridad para con aquel compatriota Luis, lo lleva en su desespero a buscar otros caminos, luego que las fuerzas de la oscuridad lo expulsan del PSUV, -al estilo adeco- sin escucharlo, sin darle una mano solidaria.
Hoy Luis no está ya entre nosotros, pero se queda su ejemplo de joven combatiente revolucionario de apenas 42 años cumplidos. – ¿Que joven se nos fue verdad?
La enfermedad, que lo hace desaparecer tiene la causa en aquellas decepciones, en aquellas frustraciones, en aquella indiferencia ante sus planteamientos y denuncias el estrés, que en vida le hicieron pasar, precisamente muchos de esos compas, que hoy le guardaron un minuto de silencio. Ese estrés, me atrevo a decir fue el mejor aliado para desencadenar y profundizar este tipo de enfermedad.
Hoy con un minuto de silencio no le pagamos la indiferencia ni el desprecio con que fue tratado en el último periodo de su vida
Que en paz descanses Luis, revolucionario de siempre que un día se entregó completo hasta dar su vida por el proceso bolivariano con el cuál soñó y por el cual entregó su último sueño. Muchas veces soñar cuesta la vida.
¡Hasta la Victoria Siempre!