No es lo mismo estar lejos que compartir de
cerca la realidad del país. Por más cercanía que se mantenga con el
proceso político venezolano, siguiendo la información diaria de los
medios de prensa tradicionales y alternativos como en el caso de ese
faro de opinión que significa APORREA, resulta un ejercicio harto
difícil poder dar una opinión sobre el comportamiento electoral de los
venezolanos con vista a las elecciones del 26 de setiembre.
Sin embargo me han llamado la atención algunos números que han
circulado en los últimos días con relación al Distrito Capital y a
Anzoátegui. En el cual me referí a los resultados del referéndum
del 15/02 del mismoaño. Puede resultar a todas luces grosero extrapolar
esa relación de:
55%-45% a todos los estados, pero no obstante son datos que pueden
llamar la atención pues en el Distrito Capital y en Anzoátegui la
capacidad de organización y de movilización del chavismo puede estar
más consolidada que en otras regiones del país, por lo que pueden
resultar cifras para tomar en cuenta.
Percibo también que a partir
del referéndum del 15/02/2009 se han presentado en el escenario del
país hechos políticos que pueden haber golpeado la credibilidad en el
proceso revolucionario y lo que resulta más preocupante, en la
credibilidad del propio Presidente Chávez, hechos políticos y manejos
de la administración de gobierno, que no entro a identificar y
valorar, pero que son temas que se mantienen vigentes en los medios de
la derecha, que han sido capitalizados de manera odiosa acudiendo a
todas las armas posibles de la manipulación y desinformación.
Decía en aquellos días entre otras cosas las siguientes:
"Los números fríos pueden servir para levantar ánimos pero también
para esconder peligros. Una relación de 55-45 que fue el resultado
final del referéndum, expresado en términos de la composición futura
de la Asamblea Nacional, de los parlamentos estatales y consejos
municipales, que puede bien reflejarse como resultado de un evento
electoral que está a las puertas, puede transformarse en un arma de
doble filo.
Una representación proporcional de la derecha en todos los
organismos de poder legislativo nacional, regional y municipal se
puede convertir en una camisa de fuerza para las iniciativas de
transformación del país, en un mecanismo de neutralización desde la
legalidad parlamentaria de las iniciativas políticas del gobierno
bolivariano y del conjunto de fuerzas aliadas que comparten
responsabilidades políticas en la marcha y conducción del proceso de
cambio. Y no solamente en términos de oposición política en el ámbito
parlamentario funcionaría esa relación de poder. Me preocupa también
el poder de convocatoria de ese 45%, expresados en términos del riesgo
en que entraría eso que llaman gobernabilidad del país, al verse
sometido el gobierno bolivariano a un proceso de desgaste de
credibilidad sobre todo en sectores débiles, y por esta vía la
revolución puede perder el piso que mantiene y naufragar. "
"La suerte del proceso no puede seguir siendo soportada por ese
ligamen afectivo que se ha cultivado entre Chávez y amplios sectores
de su pueblo, pues estaríamos dependiendo más de emociones y menos de
convicciones. A ese ligamen entre Chávez y su pueblo, además de los
factores emocionales que dominan en esa relación, debemos darle el
ingrediente orgánico que tanta falta hace. No obstante el manejo frío
de las cifras, muchas veces triunfalista en exceso, que impiden ver el
trasfondo de la situación política interna, siento que la revolución
bolivariana ha perdido espacios y sectores que deben estar del lado de
la revolución han sido neutralizados, no tanto por las campañas de
desinformación de los medios privados y otros recursos afines, sino
también por la incapacidad de la revolución de exponer mensajes e
iniciativas atractivas, sin tanta carga de sectarismo. Estamos
asustando a muchos sectores débiles con un discurso cargado de utopías
alejado en muchos aspectos de la realidad de la transformación pues
resulta ser muy peligroso que el discurso ande muy separado de lo que
percibe la gente, pues se pierde la confianza y credibilidad en las
instituciones y en forma paulatina en el gobernante. En oportunidades
nos dejamos llevar por las cifras cuando nos favorecen, e ignoramos la
cuantía del daño causado por algún bache, sin analizar lo que está
expresando la sociedad y las tendencias que en ella se mueven, y
honestamente un proyecto revolucionario no se puede construir sin un
apoyo mayoritario de la sociedad que se quiere transformar."
Por responsabilidad personal no puedo extenderme más allá de lo
expresado anteriormente, para atender tus inquietudes. Sin embargo
quiero hacer hincapié en lo que expreso en la segunda cita, "En
oportunidades nos dejamos llevar por las cifras cuando nos favorecen,
e ignoramos la cuantía del daño causado por algún bache, sin analizar
lo que está expresando la sociedad y las tendencias que en ella se
mueven, y honestamente un proyecto revolucionario no se puede
construir sin un apoyo mayoritario de la sociedad que se quiere
transformar."
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