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de opinión post 26S enfilan en un solo objetivo: la aplicación de
verdad, verdad, de las 3R, solicitado por, me atrevería a decir, por
el pueblo, cosa comprendida y decretada ayer por
el Comandante Presidente. Pero para efectuar este cambio, debemos radicalizar
este proceso revolucionario, esto implica anteponer la
Revolución al amiguismo, las cofradías, el usufructo personal, la
ineficiencia, la soberbia, el estalinismo, es decir la
Revolución o lo que es lo mismo, la construcción del
Socialismo del Siglo XXI a la venezolana, necesitando para ello de verdaderos
compatriotas con un infinito amor a la
patria y de una lealtad indisoluble con
el pueblo y su líder.
Esta limpieza revolucionaria
debemos comenzarla por las instituciones públicas, Autónomas, en las que encontramos seudo revolucionarios
que no han cumplido y no dieron la talla para ejercer sus funciones
como constructores del socialismo, que solo se dedicaron al usufructo
personal, a la persecución de verdaderos bolivarianos, la ineficiencia,
lo que conllevó a quebrar empresas socialistas.
Para graficar con
hechos podemos señalar una vez más la CVA, un ente de
gran importancia creado para facilitar el alcance de la soberanía agroalimentaria
de la Nación, ¿qué pasó con esta Institución, porqué
fue reemplazada por un nuevo invento,
la CVAL? No se entiende como es dirigida por los mismos revolucionarios
que fracasaron.
Qué
pasó con Lácteos Los Andes, catalogada como
una de las mejores empresas socialistas venezolanas,
la cual venía siendo dirigida exitosamente
por un grupo de compatriotas, los cuales tenían una aprobación
óptima del ejecutivo, a pesar de ello,
inexplicablemente fueron reemplazados por un grupo de compañeros que
venían de fracasar en la CVA.
Otro
ejemplo digno de mencionar es el Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícolas (INIA), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular de
Agricultura y Tierras, el cual tiene representación, es decir Estaciones
a lo largo de la geografía nacional. Este Instituto
históricamente ha sido el brazo armado
de la Nación para asegurar la soberanía agroalimentaria del país.
Sin embargo, actualmente y desde hace tres años con mayor decadencia,
es presa de una nefasta gerencia, que
IMPIDE el cabal desempeño de su capital humano altamente capacitado,
y por ende la participación de éste en el desarrollo del país. Recordemos
que para alcanzar el nivel de desarrollo tecnológico que requerimos
y que tanto está pidiendo nuestro Comandante, debe respaldarse en todo
sentido, al personal que el país ha preparado para tal fin. La actual
dirección de este instituto está
actuando de manera totalmente estalinista y excluyente, obstruyendo
la labor que exige el Socialismo del Siglo XXI.
Por esto apreciado
compañero Presidente, con solo pocos ejemplos concretos, debemos relanzar
como usted ha bautizado esta nueva etapa de la revolución las
3R2….,
PERO SIN ENROQUE.