Antes de comenzar este breve pero sincero artículo, debo confesar que no ostento ningún cargo público y que jamás he sido beneficiado con alguna dádiva por este gobierno revolucionario, hago esta aclaratoria para que no sea tildado de “jala bola” o cualquier otro epíteto parecido.
La situación es que desde que asumió el compañero Presidente Nicolás Maduro Moros la presidencia de la república, ha sido atacado inmisericordemente por moros y cristianos, es decir, por oposicionistas, así como por algunos militantes, quizás extremadamente radicales, de la revolución bolivariana.
La guinda que adornó este escenario es la reciente carta escrita por el profesor Giordani. Creo que sobre este tema se ha disertado bastante pero, quien suscribe, y para reforzar algunos comentarios al respecto, considera que no fue la decisión ni el camino idóneo el tomado por el ex –ministro, ya que él tiene responsabilidad en lo que acontece en materia económica en nuestro país.
Entre muchos de los ataques al compañero Maduro está el relativo a su liderazgo, pues insisten en compararlo con el Comandante Supremo Hugo Chávez. Apreciados aporreistas, el Chávez que conocemos nace cada 200 años, es incomparable, incluso al día de hoy también es amado y adorado por los oposicionistas. El compañero presidente Maduro tiene su estilo y ha tenido que luchar contra los embates de la oposición, desde el mismo momento en que se dio el resultado electoral el 14 de abril de 2013. No podemos olvidar cuando el candidato mancebo opositor y dos veces perdedor mandó, a sus huestes a “desahogar su arrechera en la calle”; éste fue un claro mensaje, en aquella oportunidad hubo más de 11 muertos, luego vino el intento de golpe de estado con guarimbas, actos terroristas, guerra económica, saboteos, especulación, acaparamiento, contrabando bajo varias modalidades entre ellas el bachaqueo y la continuación sin descanso, de una guerra mediática internacional infinita. Creo que el presidente Maduro estoicamente ha sabido enfrentar esta inusual guerra nunca vista en el planeta tierra.
Dentro de la crítica constructiva revolucionaria debemos ser equilibrados y ecuánimes, lo que no significa que debemos ser subordinados, con un sí o sí a todo lo que diga o haga el compañero Maduro. Como ejemplo debo responsablemente manifestar, que considero equivocadas las políticas agrícolas EJECUTADAS a lo largo de los 15 años de Revolución, POR LOS RESPONSABLES DEL MPPAT, ente rector de la producción agrícola nacional, imprescindible para el logro de la soberanía alimentaria, hecho que nos aleja del 1er. Objetivo Histórico: La Independencia Nacional. Lamentablemente los servidores públicos que han estado al frente de este importante organismo y sus entes adscritos, no han cumplido con los lineamientos emanados primero del Presidente Chávez y ahora del Presidente obrero Nicolás Maduro. Aquí señalo el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), otrora fue un referente en la investigación y viga maestra en el área agropecuaria, al día de hoy completamente desmantelado, inoperante y sin dirección que siga los lineamientos del Plan de la Patria. Allí se generaba investigación básico-aplicada y aplicada, generadora de tecnología.
Quién suscribe, siempre fiel y obediente al mandato del Comandante Supremo y al compañero Maduro, da fiel cumplimiento a lo señalado por estos dos líderes, de que en todo momento debemos ser objetivamente críticos, opinar y hacer contraloría social de las políticas públicas. Como parte y militante de esta revolución bolivariana las he asumido, no por ello paso a ser desleal, contrarrevolucionario, quinta columna o a estar al servicio del poder económico mundial (como los ultraderechistas de la oposición venezolana), sino todo lo contrario, pues seguiré defendiendo tanto a este proceso de cambios como al líder indiscutible Nicolás Maduro Moros.
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