¿Cuál es la función de M’?
Ahora bien, la función de M' es la propia de todo producto que-constituye una mercancía: convertirse en dinero, venderse, recorrer la fase de circulación M — D. Mientras el capital ya valorizado persiste en su forma de capital-mercancías, mientras permanece inmóvil en el mercado, el proceso de producción se paraliza. El capital no funciona ni como creador de productos ni como creador de valor. Según el diverso grado de rapidez con que abandone su forma de mercancías y revista su forma de dinero, o sea, según la celeridad de las ventas, el mismo valor-capital actuará en grado muy desigual como creador de productos y de valor y aumentará o disminuirá la escala de la reproducción. En el libro I hemos visto cómo el grado de acción de un capital dado depende de potencias del proceso de producción independientes, hasta cierto punto, de su propia magnitud de valor. Aquí, vemos que el proceso de circulación pone en acción nuevas potencias de su grado de eficiencia, de su expansión y contracción, independientes de la magnitud de valor del capital.
Además, la masa de mercancías M', como exponente del capital valorizado, tiene que pasar por la metamorfosis M' — D' en toda su extensión. La cantidad de lo vendido es, aquí, un factor esencial. La mercancía individual figura solamente como parte integrante de la masa total de mercancías.. Las 500 libras esterlinas de valor existen en forma de 10,000 libras de hilo. Si el capitalista sólo consigue vender 7,440 libras por su valor de 372 libras esterlinas, no hará más que reponer el valor de su capital constante, el valor de los medios de producción invertidos; si logra vender 8,440 libras, reembolsará solamente el valor de todo el capital desembolsado. Para realizar una plusvalía necesita vender más, y para realizar la plusvalía total de 78 libras esterlinas (= 1,560 libras' de hilo), tiene que vender las 10,000 libras de hilo en su totalidad. Con las 500 libras esterlinas en dinero sólo obtiene, pues, el equivalente de la mercancía vendida; la transacción realizada por él, dentro del plano de la circulación, se reduce simplemente a la fórmula M — D. Si hubiese abonado a sus obreros, en concepto de salario, 64 libras esterlinas en vez de 50, su plusvalía sería solamente de 64 libras esterlinas, en vez de 78 y el grado de explotación del 100 por 100 solamente, en vez del 156 por 100; pero el valor de su hilo permanecería invariable; variaría únicamente la relación entre sus distintas partes; el acto de circulación M — D seguiría siendo la venta de 10,000 libras de hilo por 500 libras esterlinas, es decir, por su valor.
M' = M + m (= 422 libras esterlinas + 78 libras esterlinas). M es igual al valor de P, o sea del capital productivo, y éste igual al valor de D, desembolsado en D —M, es decir, para comprar los elementos de producción; en nuestro ejemplo, = 422 libras esterlinas. Si la masa de mercancías se vende por su valor, tendremos que M = 422 libras esterlinas y m = 78 libras esterlinas, valor del producto excedente, o sea de 1,560 libras de hilo. Llamando d a m expresado en dinero, resultará que M' — D' = (M + m) — (D + d) ,por donde el ciclo D — M. . .P. . .M' —- D', en su forma explícita, corresponderá a la fórmula D — M(T+Mp) . . .P. . . (M + m) — (D + d).
En la primera fase, el capitalista retira artículos de uso del mercado de mercancías en sentido estricto y del mercado de trabajo; en la tercera fase, devuelve mercancías al mercado, pero sólo a uno de ellos, al mercado de mercancías en sentido estricto. Y si, con sus mercancías vuelve a retirar ,del mercado más valor del que primitivamente incorporó a él, es, sencillamente, porque lanza a él, en mercancias, un valor mayor del que primitivamente le sustrajo. Incorporó a él el valor D y sustrajo de él la equivalencia M; ahora lanza a él M' + m y retira de él la equivalencia D + d. D equivalía, en nuestro ejemplo, al valor de 8,440 libras de hilo; pero lo que lanza al mercado son 10,000 libras de hilo, es decir, un valor mayor del que sacó de él. Por otra parte, si lanza al mercado este valor incrementado es gracias a la plusvalía creada en el proceso de producción (como parte alícuota del producto, expresada en el producto excedente) mediante la explotación de la fuerza de trabajo. La masa de mercancías sólo se convierte en capital-mercancías exponente del valor del capital valorizado, como producto de este proceso. Mediante la operación M'— D' se realiza tanto el valor del capital desembolsado como la plusvalía. La realización de ambos coincide en la serie de ventas o en la venta, hecha de un golpe, de la masa total de mercancías que se expresa en M' — D'. Pero la operación de circulación M' — D' difiere con respecto al valor del capital y la plusvalía, en el sentido de que expresa en cada uno de ellos una fase distinta de la circulación, una etapa distinta en la serie de metamorfosis que dentro de la circulación tienen que recorrer. La plusvalía m, sólo viene al mundo dentro del proceso de producción. Por consiguiente, aparece por vez primera en el mercado de mercancías y concretamente en forma de mercancía; es su primera forma de circulación, y, por tanto, el acto m — d es su primer acto de circulación o su primera metamorfosis, la cual tiene que ser complementada, por consiguiente, con el acto de circulación opuesto o con la metamorfosis inversa, d — m.
Otra cosa acontece con la circulación que el valor del capital M realiza en el mismo acto de circulación M' —D', que es, para él, el acto de circulación M — D, en el que M = P, igual al D primitivamente desembolsado. Ha iniciado su primer acto de circulación como D, como capital-dinero, y retorna, mediante el acto M —D, a la misma forma; ha recorrido, por tanto, las dos fases opuestas de la circulación: 1) D — M y 2) M — D, y reviste nuevamente la forma en que puede comenzar de nuevo el mismo proceso cíclico. Lo que para la plusvalía es la primera transformación de la forma mercancía en la forma dinero, es para el valor del capital el retorno o el retroceso a su forma primitiva de dinero.
Medíante la operación D — M(T+Mp), el capital-dinero se invierte en una suma equivalente de mercancías, T y Mp. Estas mercancías no funcionan de nuevo como mercancías, como artículos de venta. Su valor existe ahora, en manos de su vendedor, del capitalista, como valor de su capital productivo, P. Y en la función de P, al consumirse productivamente, se convierten en una clase de mercancías materialmente distintas de los medios de producción, en hilo, en una mercancía en la que su valor no sólo se mantiene, sino que se acrecienta, pasando de 422 libras esterlinas a 50Ó. Con esta metamorfosis real, las mercancías retiradas del mercado en la primera fase D — M son sustituidas por otras distintas de ellas en cuanto a la materia y en cuanto al valor y que ahora funcionan como mercancías, debiendo, por tanto, convertirse en dinero y ser vendidas. Aquí, el proceso de producción sólo aparece, por consiguiente, como una interrupción del proceso de circulación del valor-capital, que hasta ahora sólo ha recorrido la primera fase, D— M. No recorre la segunda y última fase, M — D, hasta que M se transforma en cuanto a la materia y en cuanto al valor. Pero, en lo que se refiere al valor-capital, considerado de por sí, sólo sufre, en el proceso de producción, una modificación de su forma de uso. En T y Mp existía bajo la forma de 422 libras esterlinas de valor; ahora, existe bajo la forma de 422 libras esterlinas de valor correspondientes a 8.440 libras de hilo. Si nos limitamos, pues, a examinar las dos fases del proceso de circulación del valor-capital considerado separadamente de su plusvalía, vemos que atraviesa 1) por D — M y 2) por M — D, en la que la segunda M reviste una forma útil distinta, pero representa el mismo valor que la primera; por tanto, D — M — D, es una forma de circulación que, por virtud del doble cambio de lugar de. la mercancía en sentido opuesto, por virtud de la transformación del dinero en mercancía y de ésta en dinero, determina necesariamente el retorno del valor desembolsado como dinero a su forma-dinero: su reversión a dinero.
El mismo acto de circulación M' — D', la segunda y definitiva metamorfosis del valor-capital desembolsado en forma de dinero, el retorno a la forma-dinero, es, para la plusvalía contenida también en el capital-dinero y realizada asimismo mediante su transformación en dinero, la primera metamorfosis, la transformación de la forma-mercancía en la forma-dinero, M — D, la primera fase de la circulación.
Dos cosas hay, por tanto, que observar aquí. En primer lugar, que la reversión final del valor del capital a su forma primitiva de dinero es una función del capital-mercancías. En segundo lugar, que ésta función lleva implícita la primera transformación de la plusvalía, que abandona su primitiva forma de mercancías para revestir la forma de dinero. , La forma del dinero desempeña, pues*, aquí, un doble papel: de una parte, es la forma recobrada de un valor primitiva-
mente desembolsado en dinero y, por tanto, el retornó a la forma de valor con que se inició el proceso; y es, de otra parte, la primera forma transformada de un valor que empieza lanzándose a la circulación en forma de mercancías. Si las mercancías que forman el capital-mercancías se venden por su valor, como damos por supuesto aquí, M + m se convierte en el equivalente D + d; bajo esta forma, D + d (422 + 78 = 500 libras esterlinas), existe ahora en manos
del capitalista el capital-mercancías ya realizado. El valor-capital y la plusvalía existen ahora como dinero y, por tanto, bajo la forma del equivalente general. . •
Al final del proceso, el valor del capital reaparece, por consiguiente, bajo la misma forma en que entró en él; está, por tanto, en condiciones de volver a iniciarlo y recorrerlo como capital-dinero. Precisamente por eso, porque la forma inicial y final de proceso es la del capital-dinero (D), es por lo que nosotros llamamos ciclo del capital-dinero a esta forma del proceso cíclico. Lo que cambia, al final, no es la forma, sino simplemente la magnitud del valor desembolsado.
nicolasurdaneta@gmail.com