La tesis expuesta en el libro de Enrique Dussel, ganador del premio al pensamiento crítico, parece que dio en el clavo: la necesidad del liderazgo. El capítulo leído por su autor en la ceremonia del premio, ayer en el Teatro Teresa Carreño, no podía ser más oportuno, conveniente y... teledirigido.
Tal vez muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero resultaría muy extraño que una crítica contraria, es decir, en desfavor de la necesidad del liderazgo, hubiese sido premiada. Como aquella muy interesante, y por lo tanto pertinente, que habla del "mito del líder" en las transformaciones sociales, y que tiene fundamentos antropológicos y socio-filosóficos que en nada contradicen al Socialismo, sino más bien lo enriquecen.
Cuando Marx y Engels se pusieron a pensar el comunismo y la sociedad socialista, se fueron hasta la prehistoria en busca de fundamentos, de bases para construir lo necesario (ver El Origen de la Familia, de la Propiedad Privada y del Estado, y Formas Anteriores a la Producción Capitalista). La argumentación de Dussel es apenas un comentario selectivo intra-muros.
Lamento no ser más supersticioso para poder creer en casualidades, pero el complacido aplauso de la audiencia de ayer en el teatro, durante la lectura, tuvo lugar justo cuando el autor citaba a nada menos que Fidel Castro, y la propia tesis que éste tiene sobre la importancia del liderazgo... Pocas ocasiones darán lugar a más sospechas. Viva el pensamiento oportuno...
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