No quiero dármela de aguafiestas, pero lo que no cuadra, no cuadra. Según la lógica de Obama, el embargo no funcionó porque el régimen cubano, desde que se implementó en 1961, sigue allí, intacto. Hmm... ¿quiere decir, entonces, que la idea era quitar al régimen con dicho embargo? Esto sólo puede ser re-contra falso: sabemos que el embargo no aspiraba a tanto, que apenas era la única opción que le quedaba a EEUU de hacer "alguito" frente al castro-comunismo, debido al padrinazgo de la Unión Soviética sobre Cuba.
Que yo sepa, cuando EEUU quiere quitar regímenes, no lo hace a través de embargos, va y lo hace, por la fuerza. La anulación del embargo propuesta recientemente por Obama no obedece, pues, a las razones que él mismo clama. Forzosamente tienen que haber otras. Hoy en día la Unión Soviética no existe, y Cuba ya no es un protectorado Ruso.
En cambio, sí existe en el mundo un nuevo concurrente para Estados Unidos, uno cuya forma de expansión no utiliza sin embargo la fuerza bruta habitual, sino la del comercio y las cifras. Obviamente se trata de China, la gigante asiática, hoy mejor parada que nunca y lista para establecer su puesto determinante en la geopolítica bi-mundial, lo cual cuenta llevar a cabo de manera audaz, para poder dominar como es habitual en ella: por cantidades, no por la fuerza.
Hoy podemos estar presenciando apenas el resultado de una jugada preparada por China ingeniosamente al margen de los acuerdos "imperiosos" -tras bastidores- llevados a cabo durante los últimos años con su polo opuesto planetario y natural, EEUU. La penetración gringa en China continental es de una amplitud tal que sólo se explicaría por una compensación substancial en el "patio trasero" estadounidense, como la que se perfila tras este levantamiento del embargo a Cuba y una subsecuente utilización de la región, a través de sus países aliados, para una producción china in situ a costos inferiores a los domésticos, mientras EEUU continúa produciendo a full máquina al otro extremo del mundo (a nuevas tarifas promocionales).
Déjenme decirles que los privilegios acordados desde hace poco a los ciudadanos estadounidenses -sin comparación posible con el trato dado a los de cualquier otro país- dejan mucho que pensar, tratándose de países a priori antagónicos ideológicamente y opuestos internamente en sus estructuras políticas. Ahora China otorga visa tipo "business" automáticamente por 10 años para cualquier ciudadano estadounidense. Cualquier otra nacionalidad máximo 1 año y con muchos requisitos.
Son demasiadas incongruencias y todo hace pensar que el mundo va por un camino mucho más orwelliano de lo que imaginamos. Yo también pensaba que el levantamiento del embargo a Cuba llegaría un día, tarde o temprano, pero no con el telón de fondo de una diplomacia papal de arraigo alineado tan obvio (vía Kirschner-Cuba) y con arreglo a una consolidación de intereses chino-gringos tan perfecta.
