¡Por una revolución moral!

Nunca me he considerado fanático político, aunque muchos me han señalado de eso, el problema está en que uno tiene convicciones profundas de las cosas que uno cree; por ejemplo tengo convicciones en la fe cristiana muy arraigadas y en la persona de Jesucristo, en lo político igualmente tengo profundas raíces en el proceso revolucionario que experimenta nuestra nación venezolana. Esto no significa que no tenga mis reservas ante estos dos aspectos de la vida, de hecho he tenido y hasta escrito mis cuestionamientos a muchas conductas e ideas en la fe así como observaciones a líderes y acciones que muchas veces se cometen.

Nadie puede negar que en muchos años he cuestionado cosas del proceso sea en el ámbito económico, en la deficiencias que existen en gobernaciones, alcaldías y ministerios aunque no lo suficiente para renegar del proceso de cambios. Con respecto a la oposición no me canso de cuestionarla por su ineptitud, avaricia, mentiras, manipulación, ese espíritu dominante de maldad y perversión que por desear el poder han asesinado, han comprado conciencia y traicionado nuestra patria, no es una oposición política sana, recta y constructiva, sino personas que han dado muestra de enfermedad mental, de enorme contaminación en su alma y psiquis por ese odio mostrado mucho antes de que Chávez llegara al poder.

Durante años he escrito en Aporrea, artículos que van desde una posición de apoyo a líderes de la revolución, a nuestros comunicadores, a gestiones, he recibido mucho respaldo de personas dentro y fuera del país que están atentos a mis opiniones los cuales agradezco mucho porque eso me motiva a escribir, tal vez no con la frecuencia de antes, pero siempre pendiente de las peticiones de los que se comunican conmigo agradeciendo tales artículos, de hecho un artículo que ha sido el más leído es ¡Chávez en la profecía! http://www.aporrea.org/actualidad/a27901.html, que hasta el momento ha tenido 17.351 visitas y siempre va en aumento; cuando escribí esta reflexión lo hice por el ataque desmesurado, como siempre, ha tenido nuestro comandante donde quise darle un fundamento interpretativo al proceso que él lidera como de inspiración divina.

Consciente o no el presidente muchas veces lo dice que él es una paja llevada por el viento, yo añado a esa autorreflexión “el viento del Espíritu Santo”, me importa un comino que me lo critiquen pero tengo cierta percepción de las cosas de Dios y como lo dije en otros momentos; Dios no está aislado del desarrollo de una nación, sino no lo creen es porque no se ha leído en la Biblia como el Creador se manifestó en todos los aspectos en un pueblo que fue el Pueblo Hebreo, allí hay de todo: Liberación, castigo, amor, de todo. Dios no quedo supeditado a una simple fe romántica, igual hoy en Venezuela, Dios se ha propuesto liberar a Venezuela de todo lo que la agobia desde sus inicios.

El problema está en que no lo vemos así y creemos que en Chávez es que descansa todo el proceso cosas que no debe ser así porque si Chávez mañana no está entre nosotros los cambios se detendrían pensando que en él descansa todo. Ha sido Dios en su inmensa sabiduría y amor por el Pueblo Venezolano que ha levantado a este hombre que tiene hondas raíces venezolanas, un amor entero por la gente, en especial los más desamparados, reúne tantas características que lo hacen ideal para nuestro tiempo ante un país muy golpeado por el capitalismo que ha dominado en décadas y el cual garantizó la mejor vida a pequeñas familias y personas que ostentaron el poder económico y que hoy se busca revertir tal sistema.

Pero, una revolución por sí sola no es suficiente porque a mi parecer el gran problema que tenemos oposición y fieles al proceso es el moral, es su concepción de la vida, su actitud con sus semejantes, y digo nosotros porque en 11 años son muchos los descalabros que se ha tenido en actitudes, vicios, divisiones, ineficiencia, etc. los cuales los que adversan a Chávez sacan todo provecho. Actitudes y conductas que han decepcionado a muchos chapistas y revolucionario cuestionando al mismo proceso por señalarlo de desviaciones o más de lo mismo; entiendo que esto demuestra fragilidad política e ideológica, aunque va más allá que tiene que ver con su condición moral.

Lo moral, el problema mayor porque se puede ser muy revolucionario, aún chapista, pero si no se tiene una vida moral que fortalezca las buenas y sanas actitudes ante el dinero, ante el poder y ante las variadas tentaciones caeremos como piezas de naipes y seguiremos repitiendo los mismos errores del pasado. Uno se pregunta de cómo hay líderes que apenas ostentan un cargo de confianza ya en el tiempo se hace rico, se separan del pueblo y hasta traicionan el mismo proceso que los llevó allí. Eso refleja una gran necesidad moral, un espíritu débil y una falta de visión cristiana (en Cristo) amplia.

Cuando uno dice “Soy Cristiano” estamos identificando con la Misión, Vida y Obra de Jesucristo; así cuando decimos ¡Soy Chavista! Se debe suponer que estamos plenamente identificados con todo lo que Chávez hace y dice. No hacerlo hay una enorme contradicción y en esto debemos reflexionar a fondo. Todos queremos un cambio importante para nuestra nación y de hecho lo estamos impulsando, pero cuando hay limitaciones humanas tenemos que dejar que Dios haga más allá de lo que podemos hacer y en eso él se especializa.

Detengámonos en leer la historia del cristianismo en la Biblia, allí podemos notar en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el Nuevo Testamento, el nacimiento de una nueva comunidad con convicciones profundas de cambio que se inició en ellos mismos y luego fueron con sus actitudes y decisiones transformar para bien su entorno, un cambio en la forma de percibir la vida y la sociedad, con principio fuertes de lo que Jesús proclamó como el Reino de Dios que tenía que ver en todo, desde lo familiar, lo personal, lo económico y político porque todas estas áreas tienen que ver con el ser humano, ninguna está desligada de sus acciones y decisiones. 

La política ha caído en la baja moral porque millones de inmorales la han dominado, en la economía igual, millones se han enriquecido porque fueron y son ambiciosos y codiciosos, roban y hasta matan por dinero y placer, y así sucesivamente; la sociedad cristiana en el principio se fundamento en los pilares del reino de Dios que es justicia, igualdad, amor, excelencia, servicio a los demás, respeto hacia el prójimo, pero no solo eran motivaciones naturales dependían del poder sobrenatural que Jesucristo daba en ellos, es la razón por la cual hubo desde entonces la misión y manifestación del Espíritu Santo para dotarlos de poder, no para dominar, sino para impulsar un nuevo sistema.

Si leemos el libro de los hechos notamos un suceso de castigo en esta primera comunidad cuando se pretendió sobornar el poder de Dios; este caso sucedió cuando dos cristianos trataron de ganar prebendas ante el liderazgo de la iglesia pero esta pareja cayo muerta a los pies del Apóstol Pedro quien les dijo que engañaban con su perverso corazón al Espíritu Santo quien dirigía el cambio en la nación. Fue una lección muy fuerte para la Iglesia porque produjo un gran temor y respeto hacia lo que Dios impulsaba. Fue tan radical lo moral y la misión de esta primera iglesia que la comunidad era impactada para los cambios.

Los que apoyamos este proceso de cambios queremos dejarle a Chávez que sea el único santo, el que no se robe un medio, el que trabaje día noche, el que oriente, el que sea perfecto, pero nosotros que hacemos, dónde está la autorreflexión al cambio personal, donde depositamos nuestra confianza ara ser distintos, honestos, fieles servidores, incorruptibles y más, y si lo deseamos y estamos decididos hacerlo no podemos depender en lo ideológico nada más, necesitamos la persona del Espíritu Santo, de él hablaré en próximo artículo. (Faceboock: http://www.facebook.com/home.php?#!/)

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Julio César Colmenares

Comunicador alternativo.

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