Con la continuación y profundización por parte de la administración Obama de la llamada tesis de la “guerra preventiva” que instauró su inmediato antecesor, el tristemente célebre George Bush Jr. Producto de la agravación de la crisis estructural del modelo capitalista depredador, la humanidad toda ha entrado, forzosamente, en una peligrosa espiral de violencia y pillaje impuesta a está por parte del capital monopolista internacional-complejo tecnológico militar imperial, cuyas consecuencias son hasta ahora poco imaginables aún para las mentes más acuciosas de la panoplia de analistas e intelectuales de la actualidad. El reciente atentado a la soberanía y a los recursos del pueblo Libio así lo confirman, como también la pretensión de controlar desde los centros de poder hegemónico mundial o desde estados títeres más cercanos a las fuentes de los acontecimientos como la monarquía Saudita o la Bahreiní a las llamadas “Primaveras Árabes”, y más recientemente con el ya prácticamente anunciado plan de ataque a la República Islámica de Irán o posiblemente la intervención en el hasta ayer fuerte aliado de EE.UU. en la llamada lucha internacional contra el terrorismo, nada más y nada menos que con la potencia nuclear subregional Pakistaní , toda un pandemonio de locura imperial desatada como podemos ver, pero que no es sino el resultado dialéctico de unas causas y de unas consecuencias, que a su vez generan profundas contradicciones que están, por así decirlo, troqueladas en los “genes constitutivos” del modelo capitalista depredador devenido ahora ,y desde hace un rato ya, en el modelo imperialista explotador con el capital financiero monopolista internacional usado como punta de lanza de la avanzada económica apoyado, éste a su vez, con la más poderosa y avasallante fuerza militar que el mundo jamás haya conocido, y que son utilizados como los dos brazos de una misma fuerza para doblegar la resistencia de los pueblos dignos del mundo y de los gobiernos progresistas que algunos de estos pueblos que, como el nuestro, se han dado.
Es por esto, y por algunas muchas otras variables del acontecer político-económico-social y militar mundial que el presente análisis no aborda, que sucede en nuestro país el llamado a constituir el Gran Polo Patriótico (GPP) luego de un periodo en el que los partidos que han apoyado el proceso hasta el momento como el PSUV, el PCV, UPV y otros han estado a la cabeza de la conducción del proceso político nacional, pero para lograr que esta conducción política logre pasar a la fase de verdadera movilización político-social del pueblo venezolano en la construcción del modelo que nos haga sortear todas las barreras y peligros que el centro hegemónico mundial nos ha de colocar en las próximas décadas, es que se hace imperiosamente necesario para la propia supervivencia de la propuesta socialista, que logremos amalgamar todo un conjunto de factores populares de avanzada que hasta el presente habían vivido el proceso bolivariano venezolano con enormes niveles de desconexión entre el liderazgo partidista tradicional, tanto local, regional y por supuesto nacional, más allá del innegable aporte que la figura del propio líder del proceso comandante Hugo Chávez le ha dado a esta relación para hacerla cada vez más fluida y dinámica, pero que a todas luces se hace evidente que tal relación, Pueblo-Líder se vea reforzada y potencializada a la “n potencias” valga la expresión, a partir de una relación Pueblo-Liderazgo en el que el propio liderazgo del presidente Cdte. Hugo Chávez seguirá siendo factor clave y determinante, en la marcación del curso a seguir en años por venir, y que la existencia a partir de los presentes acontecimientos de un poderoso cúmulo de fuerzas progresistas populares agrupadas en torno a éste GPP, permitirá al mismo Cdte. Presidente y al liderazgo partidista nacional que lo acompaña disponer, junto a miles de hombres y mujeres que hacen vida en todos estos movimientos sociales, y que fungen ya sea de voceros de estos movimientos, o de simples cuadros de estos, de una gran herramienta no solo para la puesta en marcha y ejecución de los planes que sean trazados, sino en la propia elaboración de dichos planes a través de la implementación de la Gran Asamblea Permanente del Polo Patriótico (GAPPP), la cual será llamada a constituirse en el germen de la gran dirección colectiva de la revolución no solo en nuestro país, sino en todo el continente latinoamericano, ya que no podemos concebir al GPP como un espacio de articulación y unión de los revolucionarios venezolanos para avanzar hacia la verdadera emancipación, sino que tal emancipación debe sucederse en todo el continente, tal como en sus días el Libertador Simón Bolívar concibió la emancipación de España en todo el continente Iberoamericano y no solo en su amada patria. En tal sentido creemos que en las filas del GPP han de estar incorporados los patriotas, revolucionarios, movimientos y personas de pensamiento progresista de Bolivia, Ecuador, Cuba, Brasil, Argentina, Nicaragua países todos inmersos en profundos procesos de cambio, algunos ya desde hace décadas como en el caso cubano, pero no solo en estos países donde la revolución mundial haya avanzado, más importante aún es la incorporación de movimientos y de personalidades de países en los que todavía la revolución no a cogido cuerpo, o que en todo caso ésta ha sido detenida a sangre y fuego como es el caso colombiano, consideramos que es en estos lugares donde la incorporación de las y los revolucionarios de dichos países como el citado, o el caso hondureño, o el panameño o el chileno, para solo citar algunos, es más perentoria justamente por el hecho de que la revolución en éstos países actualmente pasa por difíciles momentos en que la reacción interna, apoyada económica y militarmente por los EE.UU desata su cara más sanguinaria y fascista para tratar de impedir por todos los medios disponibles el escenario de la redención política, económica y social de dichos pueblos.
De ésta manera, sostenemos que uno de los principios fundamentales que rija en lo por venir el accionar del GPP ha de ser sin duda la unidad político-social de todos los movimientos progresistas del Latinoamérica y El Caribe, como punto de inicio para la conformación de un polo de poder ideológico en nuestras tierras, que logre en el plazo perentorio la consolidación de la revolución latinoamericana y caribeña en los países donde ya se ha emprendido y la instauración de ésta en aquellos donde actualmente las fuerzas populares son incipientes pero que estén en desventaja ante los embates de la reacción del capital monopolista internacional.
A esto se debe agregar que concebimos el GPP, como ya hemos dicho, como el gran espacio de construcción colectiva de todos los movimientos progresistas de la Revolución Latinoamericana y Caribeña, y esto a su vez lo entendemos como aporte a la construcción de la Gran Revolución Socialista Mundial, como alternativa viable al modelo imperialista depredador hasta ahora impuesto a la humanidad, pero por lo pronto, y en una primera fase, vamos a limitarnos a la construcción del GPP en nuestro propio suelo, es decir, fronteras adentro de la propia República Bolivariana de Venezuela el cual es el desafío inmediato que tenemos las y los revolucionarios en la actual coyuntura histórica, pero eso sí, sin olvidar el planteamiento de avanzar posteriormente, y cuando estén dadas las condiciones objetivas, en el Gran Polo Patriótico Latinoamericano y Caribeño (GPPLC) luego, es así que decimos que el GPP no puede ni debe pertenecer, ni ser regida por fuerza política alguna inscrita en el proceso de la revolución y que haga vida político-social dentro del polo, por grande que esta sea, ya que se entiende como una relación de iguales a todos los participantes en el GPP con independencia al tamaño de su militancia o a los palmares conseguidos por su agrupación en el devenir de las luchas históricas por la revolución mundial. Lo anterior no niega la existencia y el peso propio que varios liderazgos nacionales y en particular el del propio Cdte. Presidente Hugo Chávez a la hora de defender ideas o exponer argumentos, pero pensamos que dentro del polo esos liderazgos se deben limitar solo a eso, a la defensa y exposición de visiones del mundo vía argumentación dentro de la Gran Asamblea del Polo, y no a la idea de dar órdenes explicitas o veladas, ni lineamientos determinados al resto de las fuerzas que hagan vida dentro del polo, puesto que lo anterior sería como pretender dirigir un espacio de construcción colectiva con visión partidista, y esto coartaría desde un principio el potencial creador de todas las fuerzas populares inmersas en el proceso, y la experiencia reciente así lo demuestra.
Por tanto defendemos la visión del principio de horizontalidad de fuerzas populares, o de igualdad de actores que debe existir en este espacio de construcción, donde no haya cabida para la imposición de una o de unas pocas visiones del mundo, y donde se dé la posibilidad cierta del despegue de lo que el gran poeta venezolano Aquiles Nazoa llamo en su tiempo Los Poderes Creadores del Pueblo, todo con la visión y convicción de que el espacio de construcción de la Revolución Mundial no pertenece a unos pocos a los cuales se les reconoce el inmenso aporte, que como en el caso del presidente Chávez hasta ahora han dado, pero que en ningún caso niega la potencialidad que existe en miles de hombres y mujeres a lo largo y ancho del país o de la Patria Grande, y que están dispuestos a seguir aportando de manera aún más denodada en un espacio de construcción revolucionaria con las características del GPP.
De esta forma, y por lo aquí expuesto, proponemos que entre los principios a considerar en la declaración de principios del Gran Polo Patriótico queden troquelados de manera indeleble los siguientes principios.
La Integración Latinoamericana y Caribeña, con miras a la integración por la Revolución Mundial con las y los revolucionarios de todos los confines del mundo.
El Gran Polo Patriótico debe ser Asambleario, y todo su accionar debe estar supeditado a lo que en dicha asamblea quede establecido.
El principio de horizontabilidad, es decir de igualdad, debe regir todas las decisiones de la Gran Asamblea del Polo Patriótico, no existen chicos ni grandes en el GPP, todos los aportes de sus integrantes tienen igual valía a la hora de la construcción de la Revolución Mundial.
Es Antiimperialista y por tanto anticapitalista, y su lucha es contra cualquier forma de explotación del la mujer, el hombre y la naturaleza en función de la ganancia de una elite determinada.
El GPP es antisectario, por tanto ninguna fuerza política dentro de sus filas puede pretender controlar espacios de poder o parcelas de influencia ya sean estas territoriales, sectoriales o de cualquier otra índole dentro de su estructura de funcionamiento.
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