Propuesta de organización y funcionamiento del gran Polo Patriótico.
I. Principios y criterios.
El proceso de construcción del Gran Polo Patriótico, la estructura organizativa que adopte y el proceso a través del cual se arribe a ella, deben considerar objetivos, alcances y principios centrales para el conjunto de clases revolucionarias en un momento histórico determinado. Es decir, la organización es expresión de la composición del bloque de clases revolucionarias, de sus objetivos tácticos y estratégicos y de los métodos propios que estas mismas clases han elaborado en sus procesos históricos. Reducir la estructura organizativa a simples consideraciones instrumentales, arriesga los procesos de articulación y organización popular a la tentación burocrática y al oportunismo, en que todo vale para conseguir determinado fin. Considerar únicamente principios éticos e ideológicos, sin incorporar los objetivos que se persiguen, podría significar condenar la organización a la inoperancia y pérdida de su sentido estratégico.
El Gran Polo Patriótico, en tanto instrumento del bloque de clases revolucionarias para avanzar tato en sus objetivos estratégicos (la liberación nacional y la construcción del socialismo) como táctico (la derrota de la reacción y la victoria electoral en el 2012), debe saber reconocer en su construcción y estructura las tradiciones de organización y lucha popular, así como las propias características del bloque popular que lo conforman. En tal sentido, creemos que el GPP debe incorporar en su dinámica organizativa los siguientes objetivos:
Principio constituyente: El GPP debe desatar y articular la potencia constituyente de nuestro pueblo, generando dinámicas de luchas, movilización, politización y debate de las organizaciones y sectores participantes, cualificando las capacidades y voluntad colectiva.
La unidad en la diversidad: El GPP debe reconocerse como instrumento de la unidad de los revolucionarios, convocando e incorporando en su seno a todas las expresiones de clases y sectores patrióticos, populares y revolucionarios. En tal sentido, debe ser un movimiento de los muchos, una unidad de lo múltiple, que sepa reconocer e incorporar la heterogeneidad del campo popular y patriótico. Para esto deben respetarse las diferencias, deponiendo cualquier actitud sectaria y excluyente, sin que esto signifique negar conflictos y antagonismos. Más bien, se trata de proponer un espacio y un método para resolver las contradicciones en el seno del pueblo, las contradicciones no antagónicas, y potenciar la unidad sin pretender acabar con la multiplicidad de las expresiones populares.
Respecto mutuo: La unidad en la diversidad supone el respeto mutuo entre todas las organizaciones del bloque histórico patriótico, respetando a la vez la autonomía de acción y pensamiento de cada organización, en el marco de la unidad estratégica. No puede haber espacio para la exclusión ni para la descalificación.
Apoyo mutuo: el respeto a la autonomía de cada organización se complementa el apoyo mutuo y la solidaridad de cada una con las luchas y procesos de las otras. El Polo no sólo debe ser un espacio de la diversidad, sino que debe permitir la potenciación de cada una de sus partes a través del apoyo activo de las otras.
Igualdad de condiciones: El GPP debe abrir espacio de participación en igualdad de condiciones de todas las organizaciones, movimientos y sectores del Bloque Histórico Patriótico, a partir de sus especificidades territoriales y sectoriales. No pueden existir relaciones de subordinación ni de imposición.
Construcción desde abajo: El GPP debe nacer de las bases populares, eludiendo los riesgos de ser ”decretado” o construido desde “arriba” o a partir de instancias distanciadas de la participación popular. En tal sentido, el GPP debe nacer al calor de la movilización y del encuentro del pueblo, desde el territorio en que se despliegan todas las formas de lucha y organización de ese mismo pueblo, favoreciendo que estas bases populares se articulen y se cualifiquen.
Mayor poder en las bases: La estructura escogida debe favorecer que el mayor poder de decisión y coordinación descanse en los niveles de base, mientras que las instancias de mayor alcance (estadal, regional o nacional) tendrían funciones exclusivamente operativa y carácter temporal. Esto se ajusta al GPP como espacio constituyente, herramienta del pueblo para elaborar sus líneas de acción y su programa. Debe evitarse cualquier forma de representación y de delegación del poder en voceros, representantes o delegados a instancias superiores, que terminen sustituyendo la participación y poder de las bases articuladas.
Participación democrática: Los espacios y el funcionamiento del GPP garantizarán el mayor grado de participación democrática de todos los actores, favoreciendo el debate y el consenso como forma de lograr acuerdo, y combatiendo cualquier método de exclusión o negación del otro.
Horizontalidad: En la organización y funcionamiento del GPP prevalecerán relaciones horizontales y de igualdad. Esto tanto en las instancias orgánicas, favoreciendo la asamblea y el debate como forma de deliberación y toma de decisión, así como en la articulación regional-nacional, promoviendo redes de articulación más que estructuras verticales y centralizadas.
Dirección Colectiva: El GPP se concibe como un espacio de dirección colectiva del proceso revolucionario, que de abajo hacia arriba, con la inclusión de todos los actores (partidos, movimientos sociales, expresiones del poder popular, individualidades) y con el liderazgo del Comandante-Presidente, define e impulsa las líneas de acción tácticas y estratégicas de la revolución. Los distintos espacios del Polo, desde lo local hasta lo nacional, se entenderán de esta manera, eludiendo la existencia de camarillas o del secuestro del protagonismo popular.
Delegación funciona de responsabilidades: Todas las responsabilidades (vocerías, tareas políticas u operativas) serán puramente delegativas y temporales, garantizando que su mandato descanse en el espacio que le dio origen y no en su expropiación de quien la ejerza. Concretar lo de “mandar obedeciendo”
Rotación de responsabilidades: Todas las responsabilidades (vocerías, tareas políticas y operativas) serán rotativas, para evitar la perpetuación en cargos y la sobre-especialización.
Vocerías colectivas: Toda vocería será colectiva. No habrá vocería “unipersonal”. Las vocerías serán para tareas específicas y con mandatos concretos, por lo que cesarán una vez cumplidas.
División democrática del trabajo: La organización y funcionamiento del GPP debe evitar la división social del trabajo, que distingue entre el trabajo manual y el intelectual, o atiende a aspectos como el género, la clase social u origen étnico para excluir o subordinar. Así mismo, debe combatirse la sobre-especialización, que convierte tareas de clara índole política en labores técnicas que descansarían exclusivamente en “especialistas”, promoviendo la tecnocracia como forma de dominio. La división del trabajo para tareas que requieran grupos destacados para su realización, tiene que ser controlada democráticamente por el colectivo, y garantizar la democratización del saber que permita su apropiación por los otros.
Reconocimiento de dinámicas territoriales y sectoriales: El GPP debe incorporar en su estructura tanto las formas territoriales como las sectoriales de organización. Sin embargo, se debe favorecer la articulación en un territorio dado, de manera que las organizaciones sectoriales converjan con las dinámicas comunales y territoriales.
II. Estructura del Gran Polo Patriótico.
El Gran Polo Patriótico, como instrumento unitario del Bloque de Clases patrióticas, incorporará en su seno al conjunto de expresiones organizadas y no organizadas de estas clases: partidos políticos, Frentes y otros procesos de articulación sectorial o territorial, movimientos nacionales, regionales y locales, expresiones del poder popular (Consejos Comunales, Consejos de Trabajadores, CTU, Mesas Técnicas de Agua), Misiones sociales, sindicatos, medios comunitarios, así como generará instancias de participación para el chavismo no organizado.
Más que una estructura rígida, que promueve la burocracia y el secuestro de la participación, se propone construir un sistema de organización, que genere una vanguardia colectiva a partir de dinámicas asamblearias y redes de organización, reconociendo tanto lo territorial como lo sectorial.
Las Asambleas Patrióticas Populares: La estructura básica del Polo serían las Asambleas Patrióticas Populares, de carácter horizontal y plural, con funciones deliberativas y de coordinación.
Proponemos la figura de la asamblea, por considerar que son parte del acervo y método de organización del campo popular, y por ser la forma organizativa que permite contrarrestar en mayor medida el burocratismo y el secuestro de la participación. Sin embargo, la asamblea no puede degenerar en el debate sin objetivo y sin posibilidad de operativización de las decisiones. La Asamblea Patriótica debe saber dotarse de la organización necesaria, así como de los métodos y estilos de trabajo adecuado, que permitan la máxima participación democrática y la mayor eficacia política de su acción.
Las Asambleas Patrióticas Populares serían la instancia de base del GPP, entendidas como espacio de unidad, participación y dirección colectiva de los sectores revolucionarios presentes en un determinado territorio. No es una sumatoria burocrática de siglas y colectivos, sino un espacio de unidad del pueblo, cuyo valor se juega en la iniciativa política, la capacidad de movilización y lucha, y su aporte a las tareas tácticas (electoral) y estratégica (fortalecimiento del poder popular y construcción del socialismo).
Deberán contener tre mesas permanentes de trabajo:
a. Mesa Territorial
b. Mesa Electoral
c. Mesa de Agitación y Movilización
Ámbito: Su alcance sería territorial, ajustándose a las características de cada territorio particular. Así, podrían haber APP en un municipio pequeño, en una parroquia o, incluso, en áreas de menor tamaño, dependiendo de su talla y dinámica política. Se trata de que funcionen en un ámbito que permita el mayor grado de participación y eficiencia política.
En otros niveles territoriales (ejes regionales, nación), así como para ejes temáticos o sectoriales, se convocarían Asambleas Patrióticas (no permanentes) con la participación de voceros/delegados de las APP de base.
Consejos Patrioticos: Serán instancias deliberativas y no permanentes, para ámbitos territoriales más grandes del ocupado por la APP (ejes regionales, nación) o para abordar discusiones sectoriales o temáticas, estarán conformados por voceros y voceras de las APP de base
Funciones: Tendrían funciones deliberativas, de planificación, de coordinación y de resolución. Sus tareas centrales serían:
• Impulsar y profundizar la construcción del poder popular, la organización del pueblo y la unidad y articulación desde las bases de todas las expresiones revolucionarias y populares.
• Garantizar la movilización popular necesaria para lograr una contundente victoria electoral en el 2012, creando los mecanismos organizativos y de participación necesarios para la incorporación activa del pueblo, de sus luchas y reivindicaciones, en la campaña.
• Elaborar, con el concurso de todos los sectores, un plan de luchas que recoja las aspiraciones, demandas y propuestas locales.
• Construir en un proceso de debate desde las bases, el programa popular local, que sea a su vez insumo para la construcción del Programa del Pueblo de cara a la campaña del 2012 y a la construcción del socialismo.
Estructura: Las Asambleas tendrían un funcionamiento permanente. Como estructura organizativa, proponemos que las APP funcionen como Plenarias permanentes, aunque se puedan crear comisiones funcionales para tareas específicas (comunicación, formación, organización, o temáticas: vivienda, economía, cultura, etc.). La proximidad de la cita electoral debe conducir a crear instancias relacionadas con la campaña: propaganda, logística, movilización, electoral.
Comsiones Operativas: Contarían con una Comisión Operativa, de 7 miembros electos entre los participantes, y de carácter rotativa, que tendría funciones de convocatoria, orientación del debate, funcionamiento y seguimiento de los acuerdos de la Asambleas. Esta comisión no sería ni la vocería ni la jefatura de la APP, restringiendo sus competencias a las tareas estrictamente necesarias para garantizar el funcionamiento de las APP.
Vocerías: Serán rotativas y colectivas, pueden rotarse según la necesidad o por tiempo, se propone que sean de máximo 6 meses, y que sean mínimo 5 pers. y máximo 9 pers., en todo caso jamás individuales.
Se podrían convocar, en vista de su necesidad o de manera regular, a Asambleas o Consejos Patrióticos de carater territorial, como forma de agregación que permitan discutir y acordar planes más allá de lo local. Se podrían igualmente constituir comisiones operativas en cada uno de estos niveles para garantizar la viabilización de los acuerdos.
De igual forma, se convocarían Consejos Patrioticos Sectoriales o Temáticos, para discutir propuestas de cada sector o temas comunes. Esto tiene especial importancia en lo que respecta a la construcción programática, de modo de poder incorporar las propuestas políticas de cada sector social en el programa popular patriótico, así como para abordar temas transversales y comunes. Estas Asambleas o Consejos Sectoriales y temáticos incorporarían a organizaciones sectoriales y a voceros de las APP locales, de modo de transversalizar la discusión y superar el corporativismo que conlleva en ocasiones la organización por demandas sectoriales.
En tanto que las APP tiene un carácter de dirección colectiva en un determinado territorio, habría que definir instancias de tipo operativa, en especial de cara al proceso electoral del 2012, que garanticen las movilización popular y la organización de los sectores populares no organizados.
No creemos prudente la creación de instancias de dirección centralizada (por estado o a nivel nacional) ni frentes distintos a los construidos desde dinámicas reales de participación. Las instancias nacionales, regionales o estadales deben estar asociadas a Asambleas que funciones en esos espacios, y su naturaleza debe ser puramente operativa. El mayor poder de decisión y la coordinación de los esfuerzos deben recaer en las APP territoriales, que permiten optimizar la participación y movilización de las bases populares. Sin negar esto, quizás sea necesario considerar una instancia o vocería nacional (en algunos documentos se habla de un Consejo Nacional), que pueda coordinar esfuerzos y presentar la política del GPP al país. Creemos que su naturaleza debería ser discutida y sanciona en la Asamblea constitutiva del Polo, pero en cualquier caso debe poder expresar tanto las articulaciones locales como las dinámicas sectoriales.
Aportes para la estructura de funcionamiento en lo indigena y afrodescendiente
En las comunidades indígenas el Gran polo Patriótico asume las formas, usos y costumbres de esos pueblos como forma organizativa para estos territorios, cumpliendo con el principio de sociedad multi-étnica y pluircultural que señala el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En las comunidades indígenas y afrodescendientes el Gran polo Patriótico establecerá mecanismos específicos de formación para garantizar la plena participación de las comunidades en el diseño, ejecución, seguimiento y control de los planes y políticas que se desarrollen en estas comunidades.
III. La construcción del Gran Polo Patriótico.
Momentos en la Conformación del Gran Polo Patriotico
1. Registro, Movilización y Acumulación de Fuerzas
2. Desdoblaje del Equipo Promotor por todo el país
3. Convocatoria de las Asambleas Patrioticas Populares
4. Asamblea Nacional Patriotica Popular de cara a la fundación del GPP
Anotaciones necesarias
El proceso de construcción del GPP debe prefigurar, en sus principios y dinámicas, la propia naturaleza del Polo. En tal sentido, garantizar el talante democrático, participativo, popular y movilizador del proceso de construcción es una tarea central.
Concebimos la fase actual como una fase de promoción, agitación, registro y creación de las APP. Se culminaría Asamblea Nacional Patriotica Popular que reúna voceros de las distintas Asambleas Patrióticas Populares locales, que podría ser programada para principios del próximo año.
En esa Asamblea Nacional se fundaría el GPP patriótico, sancionando su estructura, funcionamiento y líneas de acción, incluyendo el proceso de construcción del Programa Popular Revolucionario.
El Grupo Promotor tendría vigencia sólo hasta esta Asamblea Nacional, cesando sus funciones con la constitución del GPP. Su tarea sería garantizar los objetivos de esta primera fase, entendida como el proceso de promoción y agitación, registro y creación de las APP.
Es muy importante velar, durante este primer momento, que el proceso de creación del GPP sea lo más incluyente, popular y democrático posible, evitando que grupos o sectores intenten secuestrarlo o instrumentalizarlo para fines particulares. Sí mismo, es necesario que el protagonismo recaiga, ya desde esta fase inicial, en las organizaciones populares, tanto las nacionales como las locales, sin desmedro del apoyo del estado y la participación de los partidos.
Para la creación de las APP se contemplaría las organizaciones registradas que tienen presencia en un determinado territorio, así como otras que puedan incorporarse. Esto permitiría adicionalmente validar el registro, en tanto que en lo local las organizaciones “artificiales” tienden a diluirse.
Las APP se reunirían para definir funcionamiento y empezar a programar debates y acciones. Se podría elaborar un documento político que sirva de insumo para estas primeras reuniones, así como una guía metodológica que oriente su constitución.
Es necesario revisar la incorporación de los Consejos Comunales y de otras formas de participación popular que, si bien no revisten las formas tradicionales de movimientos sociales, son espacios reales de participación (Misiones, Comités de Salud, Mesas Técnicas, etc.). Por otro lado, su participación en el GPP, al contribuir a su politización, permite sortear el riesgo de despolitización y cultura asistencialista que muchas veces se incuban en su seno.