Una de las expresiones más valiosas en un sistema democrático auténtico, como el nuestro país en nuestra revolución bolivariana es la libertad de expresión. En este proceso se ha visto de todo; desde un libertinaje político audiovisual de parte de los sectores que adversan al gobierno que dirige Hugo Chávez hasta la plena libertad de opinión seria y veraz. Han pasado 13 años desde que Chávez asumió legítimamente el poder, y en lo que respecta al espectro comunicacional una de sus más importantes políticas es darle la enorme oportunidad al pueblo a que se exprese, esto lo ha logrado por medio de la apertura comunicacional popular en las cientos de emisora comunitarias.
En estos 13 años vine a disfrutar de esa libertad y derecho comunicacional a partir de hace 5 años cuando por primera vez comencé a tener la oportunidad de expresar mis opiniones y gustos en un medio comunitario; la experiencia al principio fue gratificante aunque al paso del tiempo me percaté de muchas fallas en el camino; una de muchas de estas fallas ha sido que muchos y muchas de nuestros compatriotas se les dio la oportunidad de no solo tener la oportunidad de producir y participar en programas propios de radio sino de ser directivos de las mismas. Una experiencia nueva con un tema en común como es defender e impulsar el proceso de cambios, hasta aquí no hay que tener la menos duda, pero en este largo camino son muchas las malas experiencias que se han convertido en un arma de doble filo que de alguna manera ha afectado el mismo proceso comunicacional.
En mi experiencia personal de haber estado compartiendo programas y vivencias comunicacionales en la radio popular podría decir que de esos males y carencias existentes podría decir las siguientes:
1.-Falta de comprensión conceptual en dirigir una emisora
2.-Falta de experiencia técnica y profesional
3.-Falta de objetividad
4.-Manifestaciones personales de debilidad ideológica
5.-Una fuerte ausencia de concepto administrativos
6.-Personalismos y protagonismo mal sano
El Presidente Chávez ha tenido como meta política e ideológica en darle cada día poder al Pueblo, en sí es bueno, el gran problema es que hay miles de compatriotas que muchas veces no saben como asumir ese poder, como administrarlo y convivir con él. La generación que nacimos y crecimos en lo que se denomina Cuarta República se nos hace muchas veces difícil identificar en nosotros mismos la manifestación fehaciente de esa cultura en la forma de dirigir y ser dirigido, se manifiesta mucho en las conductas y opiniones vicios, errados conceptos acerca de ser líder y de compartir el poder, esto sin decir de la forma de administrar cargos públicos y dinero.
Si elegimos los medios Comunicacionales como son las Emisoras, se puede notar muy claro. Por ejemplo esa conducta Cuarta Republicana que yo llamo adeco-copeyana es muy visible en las divisiones grupales internas, en la exclusiones y controles mal sanos, en el desvío de recursos económicos a pocos y las deficiencias administrativas que en muchos de sus casos se trata de ocultar las desviaciones de cosas. Entiendo que la mayoría que hemos participado en Radio lo hicimos por primera vez en revolución y que nos ha tocado con la experiencia propia crecer, entender, asumir responsabilidades y defender los espacios dados, pero si llegásemos a hacer una investigación interna, seria y objetiva a muchas emisoras comunitarias conoceríamos sus enormes deficiencias.
La Voz de Ciudad Bendita 100.3 FM en la Parroquia La Dolorita del Estado Miranda ha sido mi última experiencia en una Emisora Popular. Según su historia nació bajo el ímpetu de un grupo de personas interesados en un medio de comunicación que favoreciera a la población y fortaleciera el proceso de cambios; posteriormente y creo que por falta de nociones claras respecto a este tipo de emisoras, se presentaron sus desvíos, entre la más destacada conducir su programación a un segmento religioso de la parroquia, a mi parecer es lo que pudo haber pasado, esto trajo controversias internas que fueron llevando procesos nada sanos y que permitió un cambio e directiva y una apertura a otras ideas y corrientes.
El proceso fue algo traumático pero se logró, instalada la nueva directiva y aperturandose la señal a un colectivo más abierto, en el tiempo se fueron presentando otros problemas; la ausencia de una concepción verdadera de hacer radio. Conflictos internos en el uso personalista de algunos productores, quedando claro que una señal dada por el Estado y con definiciones precisas de lo que se debe de comunicar, muchas veces se exponía al público usuarios situaciones internas que en nada favorecería el proceso revolucionario y que al paso del tiempo fragmentaron la emisora hasta llevarla a su cierre temporal hasta este momento que la señal en año y medio no está en el aire.
Todo este amargo y largo camino de la recuperación de un espacio físico y de sus equipos demostró a cabalidad las manifestaciones verdaderas de la afectación de esta emisora que a mi parecer va en una debilidad profunda en lo que respecta a lo ideológico donde los intereses grupales o personales van por encima de las intensiones sanas y sinceras de una revolución que llama a la unidad, al cambio cultural y renuncia definitiva de los vicios como de todo aquello que ponga en tela de juicio ante el público usuario de las políticas emprendidas por el Estado en materia de libertad de expresión.
Así como se cuestiona fuertemente a los sectores radicales de la oposición en el uso desmesurado y grosero de los Medios, nosotros a veces caemos en lo mismo pero en contra de nosotros mismos.
Cuando se llevo a cabo y de manera un poco discreta el rescate de esta emisora, por lo menos en no perder su señal y sus equipos –muy deteriorados por falta de mantenimiento y buen resguardo- yo me pregunto, acaso todo termina en un renovado y futuro equipamiento, en la apertura definitiva de la señal con sus respectivos programas, me sigo preguntando; ¿Y qué del renovado comportamiento revolucionario que debería de haber en los participantes sean directivos o productores?, ¿Qué de una eficiente y sana administración fundamentado en la profesionalización?.
Sé que muchas emisoras, aunque no estén cerradas y tengan los mejores equipos de transmisión y uso, estarían pasando por los mismos síntomas del mal uso del poder. A mi parecer El Poder es para administrarlo en bien de un colectivo sin exclusión, sin abuso, sin beneficios personalistas de protagonismo o de cuotas de poder mal sano.
Para que estas fallas se corrijan en el tiempo es importante una autorreflexión tanto de las instituciones encargadas de vigilar los Medios populares como de los que hacen uso de la señal, esto se puede lograr con una mejor preparación técnica tanto en el uso de los equipos, en llevar una administración completa, disciplinada y profesional, en una concepción clara de lo que es hacer Radio, en hacer de la Emisora un espacio para la auténtica y profunda comunicación, para la formación cultural e ideológica y sobre todo atractiva, alegre, entretenida.
Con todo el respeto que tengan las demás emisoras, una emisora de la que soy fiel oyente es Unión Radio, por su equilibrio informativo y profesionalismo, a pesar de conductores de programas disociados allí, debemos aprender el nivel profesional de muchos de sus productores revolucionarios que participan en mencionada emisora.
Nos queda mucho camino por recorrer y tengo la plena certeza de que en el nuevo período gubernamental de Chávez posterior al 7 de octubre las Emisora Comunitarias es un tema de debate sin aprisionarlas, limitarlas, pero si mejorarlas pata atraer un gran público diverso dentro y fuera del Chavismo. De nosotros depende mucho este reto.
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