Debo cuidar y mantener a mis hijos y me aterra la idea de no poder cumplir. Debo pagar las cuentas de la casa y de no hacerlo entonces mi vida se derrumbaría. Lucho para que mis hij@s puedan estudiar sin sobresaltos y si pierdo el empleo no sé qué haría. Mi esposa está embarazada y los gastos que se avecinan son considerables, espero estar preparado para la contingencia. Si alguien de la casa enferma el costo de médicos y medicinas seguramente sería astronómico, espero que ninguno salga afectado. Tenemos miedo al presente, al pasado y al futuro. Las hipotecas son una espada de Damocles que no sabemos si nos matará. ¿Cuál será el futuro de mis hijos? Una persona pobre en estado de salud precario, moribundo, no sabe cómo harán sus familiares para conseguir el dinero para la urna, el velorio y el gasto del cementerio. Enfermarse y morir es una tragedia en el mundo capitalista, un vil negocio.
La mayoría no vivimos, sobrevivimos, que es diferente. La incertidumbre y la angustia son nuestras sombras. Claro que tenemos períodos cortos o medios de sosiego pero la ley capitalista del péndulo siempre nos atrapará: Tristeza-Alegría, Calma-Angustia, Fortuna-Miseria En el mundo neoliberal que tenemos los medios de difusión nos atiborran de publicidades para consumir hasta morir. Si no puedes consumir casi hasta el paroxismo entonces eres “un mediocre”, un perdedor. Esa es la “filosofía” del capitalismo depredador, el pensamiento único que te inoculan para que sepamos que la sociedad siempre será una pirámide de clases donde los pobres no podrán dejar de existir pues son la ancha base que sustenta a la clase burguesa dominante. En este sistema tenebroso nos hacen ver lo anormal como “normal” y mucha gente al final acepta que deberá ser un sirviente de su patrón que le da un empleo mal pagado para que pueda sobrevivir y ESO hay que agradecerlo.
La hipnosis colectiva mediática se encarga de los detalles. La vida en capitalismo se mueve sobre los rieles del miedo y solamente podemos escapar de esa rueda fatal si despertamos conciencia del deber social y combatimos ese poderoso enemigo con las armas que la sabiduría que la conciencia nos da. El socialismo es la única salida. Es un camino horizontal dónde la justicia es para tod@s y las riquezas del país son para tod@s, sin privilegios. Hay una esperanza, Chávez nos la ha señalado, hagamos nosotros el trabajo.
@