¿Y cuando el comandante no esté?

Vuelven nuevamente los grandes conglomerados informativos nacionales e internacionales y sus lacayos –los políticos de oposición venezolana- a mostrar su asqueroso gusto por la muerte vil del enemigo, en este caso, utilizando el tratamiento que sigue el Comadante Chávez en la República de Cuba, no sólo para crear zozobra en la población, sino para manifestar su alegría, porque esta vez “al tirano sí se lo lleva la pelona”. No es propósito de estas líneas recordar el pésimo manejo comunicacional que hubo la primera vez que el Presidente tuvo que ausentarse del país, ni mucho menos especular acerca del estado de salud de máximo líder de la Revolución Bolivariana, aunque al parecer existe mas voluntad por informar realmente lo que va a realizar el Presdeinte en la mayor de las antillas, no puede negarse el hermetismo que alrededor de su situación sigue prevalenciendo.

Tampoco es intención discutir hasta donde puede o debe informar el gobierno sobre la salud del mandantario, en todo caso unos pueden aducir que es un asunto personal y por lo tanto es potestad de él hasta donde quiere que la gente se entere, otros dirán que se trata de un asunto de estado y todos los venezolanos deben estar informados de los detalles de la situación, en fin, cada quien puede tener una opinión al respecto y quizá en algún grado ambas posiciones tengan razón.

No obstante ello, se me vino a la mente algo que va a suceder algún día y sobre lo cual creo que no estamos preparados para afrontar: que va a pasar cuando el comandante no esté? Que va a pasar con la Revolución? Quién o quienes son los relevos que tomarán la bandera de los cambios, la profundizarán? Dentro del PSUV existe voluntad política y ética para abrir los espacios a los militantes que se conviertan en los cuadros de relevo? Efectivamente, el presidente Chávez algún día no estará entre nosotros, no porque se vaya a morir de cáncer en Cuba la semana que viene, o regrese y en lugar de esta enfermedad salga Bocaranda diciendo que ahora no se va a morir de cancer, sino de sida con sífilis y resfriado y nos lo va a pegar a todos con una “tosesita” que se tranmitirá a través de cadena nacional y además si eso falla y “la pelona no puede llevarse al tirano, porque descubrieron que tenía un pacto maléfico con Ochún” pues la CIA (o mejor dicho, la comisión de DDHH de alguna vaina inmoral como la OEA o la ONU, por supuesto) ya tiene lista la sentencia con la cual habrá que juzgarlo en el tribunal penal internacional o simplemente intenten ponerle un poquito de veneno al café negro que acostumbradamente el bebe para no complicarse tanto. No obstante todo este fantasioso escenario apocalítico (del cual muchos jetones “dirigentes” de la oposición y sus jefes: los medios de comunicación les gustaría que sucediera), es una certeza que Chávez va a dejar de encabezar este proceso: nuevamente pregunto, qué vamos a hacer cuando eso suceda?

Hace unos años, miembros del el Centro Internacional Miranda (CIM), criticaban lo que ellos resolvieron en llamar “el hiperliderazgo” del presidente Chávez; en aquella oportunidad salieron algunos miembros del ejecutivo entre ellos nuestro actual vicepresidente Nicolás Maduro, a criticar ácidamente las posiciones e incluso alertas que en aquella oportunidad tuvieron algunos intelectuales que apoyan el proceso de cambios que vive nuestro país. Años mas tarde sería interesante saber que pensó gente como Maduro cuando hace un par de meses, Ernesto Villegas entrevistaba a Juan Carlos Monedero y sorpresivamente el Presidente Chávez llamó al programa y le dijo a Monedero en vivo y directo que efectivamente, tenían razón aquella vez?

Es en estos casos donde precisamente este “hiperliderazgo” o como les dé la gana llamarlo hace estragos en la revolución, tuvo que pasar mas de dos años y ser precisamente Chávez el que dijera que “estaban en lo cierto” para que solamente les dieran crédito a las posiciones de esos intelectuales del CIM, pero no para corregir estas desviaciones que estan dañando al proceso, es decir, pareciera que tiene que ser Chávez y solo él quien permita cualquier tipo de disidencia, alerta, crítica o advertencia, igual ha pasado con el montón de gente que hemos salido a criticar las terribles fallas que tiene la Revolución y nuestras críticas fueron mas o menos bien acogidas solo cuando Chávez –palabras mas palabras menos- dijo: “es verdad, hay fallas y tenemos que revisarlas”, pero ya habían salido algunos “voceros del pueblo” a espepitarse y acusarnos de contrarrevolucionarios-pitiyanquis-agentes-de-la-CIA-ignorantes, por alertar cosas que ya se vienen advirtiendo desde hace varios años….

Pero volviendo al título de esta reflexión; cuantos nos preguntamos si realmente la Revolución podrá sobrevivir al Comadante?, si una vez el no esté (mañana, la semana que viene, en el 2022 o en 2100), el proceso de cambios en lugar de profundizarse, se va a “moderar” , cuantos de los que hoy rasgan sus vestiduras rojas rojitas no están preparados para asumir “la etapa de conciliación ” que a algunos les gustaría asumir para mantener las prebendas que precisamente a costa del “socialismo“ han conseguido?

Como vamos a lograr formar cuadros de relevo, si el principal partido de la Revolución está en vías de convertirse en una vulgar franquicia electoral, activada solo cada vez que hay un evento de esta naturalezal, vemos como el pueblo lee y discute el programa de la patria (y hasta los adecos y copeyanos se dejaron de pendejadas y participaron), mientras el PSUV y su alta dirigencia andan enfrascados en el circo electoral en que se han convertido las elecciones, ya no se trata de votar por una candidatura que tiene una visión de gobierno (el cual podría desprenderse del plan de la patria de Chávez), sino votar por “X” candidato del PSUV porque: “yo sí soy el hombre del Comadante nojodaaaaa!!”

Por otro lado y como precisamente han acostumbrado a las masas a seguir un tipo de liderazgo fuerte que en ocasiones se torna ególatra, en lugar de fomentar la formación y funcionamiento de los que muchos llaman “poder popular”, lo que se ha hecho es tratar de convertir ese liderazgo en una fuente de dádivas donde solo el comandante con su “poder omnipotente” puede resolver desde una crisis política en Ecuador hasta que el seguro social le dé la gana de otorgarle la pensión a un viejito, pasando por las calles de Barcelona que estaban –o están- vueltas leña y fue Chávez encampañado, el que se dió cuenta de eso y mandó a tapar no solo los huecos sino en cierta forma la pésima gestión de Tareck William Saab en aquel Estado. Por qué ningún otro “dirigente” de la Revolución se pudo dar cuenta desde la última vez que el presidente pasó por esas calles; y si hubo alguno y lo alertó porque no le pararon bolas? es que tiene que ser Chávez el que se arreche y forme el peo para que las vainas funcionen? Es esta la “eficiencia o nada” de la cual habla el comadante y muchos de sus altos funcionarios lo colocan en sus oficios y comunicaciones oficiales? Hasta ahora, por los miles de ejemplos que muchos conocemos, creo que es así, un lema para alimentar nuestra retórica pero no para profundizar la transformación.

Por esta razón es importante que nos pongamos de acuerdo, con alguna instancia o con los dirigentes que realmente están preocupados no porque Chávez perdure (que sabemos todos que en las actuales condiciones su liderazgo no solo es necesario, sino imprescindible pero como todo ser humano en este planeta, transitorio), sino porque la Revolución trascienda nuestro tiempo, para que asumamos en los distintos niveles las riendas del Estado que supuestamente vamos a construir, pero por sobretodo para que el ejercicio del liderazgo deje de ser patrimonio exclusivo de un hombre y pase a ser instrumento de todo un pueblo.

juangomez44@hotmail.com


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Juan Gómez Muñoz


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