Vaticinó Einstein que al desaparecer las abejas a la humanidad le quedarían unos cinco años de existencia. La ONU, en un informe científico sobre los desórdenes y amenazas contra los insectos polinizadores, advierte que "el declive de los polinizadores necesarios para alimentar a la creciente población mundial continuará si no hay cambios profundos en la manera en que los seres humanos manejan el planeta".
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“Los científicos también alertan sobre la eventual pérdida en las próximas décadas de unas 20 mil especies de plantas que florecen y de las que muchas especies de abejas dependen para su alimentación”.
"Únicamente unos esfuerzos serios de conservación podrían contrarrestar esa tendencia, según el estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)."
Es grave el daño que el capitalismo le hace a las condiciones de la vida en el planeta, sus consecuencias mortales son reconocidas hasta por el presidente obama, que alerta sobre el peligro. Ya los científicos no hablan de una crisis ecológica por venir, afirman que ya estamos en el centro de la crisis. Ahora bien, frente a esta situación, la humanidad, los gobiernos, las sociedades se pierden en las pequeñeces de la política, la inmediatez ocupa el tiempo de los gobernantes, los gobernados se preocupan por nimiedades.
En la reunión del Grupo de los 77 + China, en Bolivia, la humanidad sigue viéndose el ombligo: nos peleamos por Las Malvinas, se denuncian agresiones de los Estados Unidos, se promueve el "desarrollo" capitalista pero se habla superficialmente de la crisis ambiental mundial que amenaza la sobrevivencia de la especie. Son más importantes los problemas del capitalismo que el destino de la humanidad, el dólar sigue siendo el dios, cambiarle el rostro al capitalismo es la meta de todos.
Los osos polares, junto a miles de otras especies, desaparecerán en los próximos años, las especies vegetales se extinguen como consecuencia de las alteraciones climáticas, y nosotros irresponsablemente no relacionamos esos datos con el sistema de gobierno mundial, con el capitalismo. No nos percatamos de nuestra responsabilidad en sustituirlo, en construir el Socialismo.
Nuestros gobernantes se encuentran atrapados en la lógica del capital que nos lleva al desastre, pelean con el dólar, la inflación los preocupa, la gasolina debe subir, la producción de carros también, todo dentro del imperio del capital. No importa qué haya que hacer para elevar la producción de petróleo, los que se opongan serán perseguidos, los burgueses son bienvenidos.
Mientras tanto, el ministro del Ambiente declara que vivimos una sequía pocas veces vista, la crisis ambiental nos toca la puerta, y eso no se relaciona con el capitalismo. El cortejo fúnebre sigue su marcha, tras las abejas van los osos, tras ellos miles de especies animales y vegetales. Cuánto falta para que le llegue el turno al dudoso "homo sapiens”. Nadie se importa, todos vamos como rebaño tras el féretro que lleva a la humanidad.
El egoísmo capitalista, en medio de la crisis, nos llevará a la barbarie. Y nosotros, la Revolución Chavista, no entendemos nuestra responsabilidad con la humanidad, que únicamente tendrá salvación si actúa fraternalmente, unida, amorosamente, colaborando frente a la tragedia, y para eso es necesario un sistema social que prestigie la solidaridad, el espíritu de sociedad, es preciso el Socialismo.
Nos contentamos con triunfos pendejos dentro del capitalismo, en una guerrita de unos contra otros, con zancadillitas, con retruécanos verbales. Mientras tanto el sarcófago sigue su marcha