Volvamos al socialismo Bolivariano del Comandante Chávez: Hoy más que nunca, en memoria a nuestro Líder Eterno, es el momento de que desarrollemos nuestras ideas y principios; ahora más que nunca es el momento de que establezcamos la unión entre todos los que quieran la emancipación política, económico-social del pueblo venezolano. Si, puede diferir nuestra línea política, si, nuestros medios pueden ser diversos, ¿no es igual, por ventura, el objetivo que todos nos proponemos? ¡El pueblo es el primer Poder! Sin él no llegamos a la vuelta de la esquina.
La misiva tiene por objeto precisamente buscar el medio de establecer esa aproximación y esa inteligencia, que tanto es de desear y, reconocer que un pacto de unidad y solidaridad, que implica necesariamente identidad en los principios y en la definición de los medios, no puede ser establecido entre tendencias que tienen principios y medios diferentes. Proponemos que en el seno de los partidos socialistas de todos los matices se evite recaer en los ataques e insinuaciones calumniosas que, desgraciadamente, se producen en una y otra parte y, reconociendo a cada fracción el derecho a la crítica razonada respecto de las demás fracciones; la unidad y la fraternidad deben ser nuestra divisa; recomendamos el respeto mutuo debido a hombres y mujeres que tienen el sentimiento de su dignidad y la convicción de su recíproca sinceridad como línea de conducta para llegar a consolidar la Revolución Bolivariana y socialista de Chávez.
Nuestro deber es, combatir a la burguesía y todo lo que “huela a boliburgues”, y a todos los partidos políticos de esa tendencia mafiosa, esperando que los que andan aún en las filas de esos diversas sectas, instruidos por la experiencia de la explotación, la mentira y la exclusión, abrirán los ojos y abandonarán ese camino para adoptar el del socialismo de Chávez. Al considerar que la emancipación social es inseparable de la emancipación política, por lo tanto el pueblo, organizado como partido distinto, opuesto a todas las sectas formadas por la clase burguesa, debe emplear todos los medios tendientes a la emancipación económica y social de todo el pueblo.
La lucha contra la explotación del hombre por el hombre es una de las más potentes palancas para la emancipación social, invitamos al pueblo a constituirse en asociaciones de resistencia reconociendo que el propósito de la organización debe ser la completa abolición de la burguesía y las sectas seudo-socialistas. La apropiación colectiva de los medios de producción y distribucción no puede salir más que de la acción revolucionaria de la clase trabajadora, organizados en comunas, y que la organización debe ser realizada con todos los medios a disposición de los trabajadores.
Los socialistas, dándonos como fin la expropiación política y económica de la clase capitalista y el regreso a la colectividad de todos los medios de producción y distribucción, decidimos, como medio de organización y de lucha: que en todos los casos, es preciso colocar en un primer plano el propósito revolucionario del movimiento socialista, que persigue la transformación integral de la sociedad actual desde el punto de vista económico, político y moral.
“La Internacional —escribía Marx— ha sido fundada para sustituir las sectas socialistas o semisocialistas (boliburgueses) por la organización real de la clase obrera. Esto se muestra bien claro, desde el primer momento, en los estatutos primitivos, así como en el llamamiento inaugural. De otra parte, los internacionales no podrían mantenerse si la marcha de la Historia no hubiese ya pulverizado el mundo de las sectas. La evolución de las sectas socialistas y la del verdadero movimiento obrero marchan constantemente en sentido inverso. En tanto que las sectas se justifican, históricamente, la clase obrera no está aún madura para un movimiento históricamente independiente. Desde que la clase obrera ha llegado a su madurez —añadía—, todas las sectas son esencialmente reaccionarias. A pesar de ello, se ha reproducido en la historia de la Internacional lo que la historia muestra (hoy) en todas partes. Lo caduco acude siempre a reconstituirse y a mantenerse en el seno de fórmulas nuevas. La historia de la Internacional —seguía diciendo— ha sido una lucha continua del Consejo General en contra de las sectas y las tentativas de los aficionados, que intentaron siempre mantenerse contra el movimiento real de la clase obrera en el seno mismo de la Internacional”.
“El pueblo nunca podrá emanciparse de la opresión y la explotación secular de la burguesía y las sectas semisocialistas sino sustituye a esas castas absorbentes y desmoralizadoras por la libre asociación de todos fundado en la libertad, la solidaridad y la igualdad”.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Venceremos!