La burguesía en la historia

La burguesía víctima del vértigo, ha despreciado el sano instinto de las masas, la resultante de las inteligencias medias, y no ha visto que la gran obra común la ha hecho el pueblo poco a poco.

Víctimas del odio han menospreciado al socialismo. Pero, ¿hay algo más terrible y criminal que el fascismo? Porque el fin de la burguesía es embrutecer y esclavizar al pueblo. Sólo que la estupidez ha sido tremenda, porque tanta maña se ha ido dando en embrutecer a los estudiantes de “patitas blancas”, que han acabado de embrutecerse ellos mismos. Natural es que les sucediese lo que suelen experimentar todos los que tienen por costumbre penetrar en el fondo de las ideas, que aun cuando han dejado por un momento el odio egoísta en que estaban embebidos, se les ocurre con frecuencia el punto en cuestión.

La Naturaleza es indiferente a nuestros valores, y sólo puede ser entendida ignorando nuestros conceptos del bien y del mal. Triunfa la idea que debe triunfar, en la lucha por la realización de las ideas vence la más adaptable al medio, que el hombre y la mujer es el conjunto de las relaciones sociales y que la esencia humana no es inmanente a cada individuo. Por nuestra parte vemos en la soberanía nacional el santo derecho del Pueblo, el derecho de la fuerza que a la larga se identifica con la fuerza de la justicia, el instinto del pueblo que vale más que la razón que asista a la burguesía parasitaria. En cuanto a sus argumentos encontramos que cuando se estudia historia hay gentes que piensan que su deber está en realizar actos que son abominables y por lo tanto no pueden atribuir origen divino a la materia de la obligación moral, pero, que incluso la forma de la obligación moral, cuando tiene la forma de ordenar a uno que explote a su prójimo, por ejemplo, no nos parece una cosa muy noble.

Cuando la pasión se presenta en toda su deformidad y violenta, sacudiendo brutalmente el derecho y empeñándose en arrastrarse por malos caminos, el pueblo se protege contra el adversario, se prepara a luchar, resultando que la misma impetuosidad del ataque provoca una defensa. Pero sí la burguesía depone su manera violenta, sí se despoja, por decirlo así, de sus malas mañas, entonces toma por medio de la traición lo que no puede lograr por medio del dialogo y del voto. La ley de la evolución rige a la Historia, y así como hace instituciones y poderes, los deshace, y la misma que produjo el Colonialismo tan admirado por la aristocracia produjo la Revolución Francesa y ha dado calor a una evolución nueva. Las cosas cambian según la ley, y la ley misma según la cual cambian está sujeta a evolución. Por nuestra parte, vemos en la soberanía nacional el santo derecho del pueblo el derecho que a la larga se identifica con la fuerza de la Justicia, el instinto del Pueblo que vale mucho más que la razón del capitalismo en cuyos actos es imposible prever, coartan la libertad y la igualdad con leyes ordenadas por el imperialismo.

“Reconocemos que la cuestión que se nos presenta de una manera más imperiosa es la de la igualdad económica y social de las clases y de los individuos, fuera de esta igualdad, es decir, fuera de la justicia, la libertad y la paz no son realizables. Para la verdad se necesita que no haya medio entre los extremos señalados”.

¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!

¡Patria Socialista o Muerte!

¡Venceremos!

                                                                                                                                                                                  



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Manuel Taibo


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