Sigamos contemplando la vida del Comandante Chávez y compadeciéndole hasta por las desgracias que le han sobrevenido, más allá de la muerte. Los privilegiados no estaban dispuestos a hacer sacrificios; aunque limitados y parciales; las reformas lesionaban sus intereses y ponían en peligro sus prerrogativas. La propiedad es un derecho a disfrutar y disponer de los bienes propios, de los ingresos propios y de la industria propia. Todo ataque al privilegio de la riqueza corre el peligro de cuestionar el orden social. La burguesía se indigna ante la simple mención de Chávez, y éste es víctima del odio y de toda demagogia viciosa que impera en Venezuela.
Chávez había nacido para amar y ser amado por el pueblo. Pero indudablemente, la inspiración, la presencia del ideal, los amores puros por las puras formas de la belleza humana, todas las grandezas que llenaban su alma. Pero esta inquietud por el dolor ajeno es una prueba de que la conciencia se sobrepone en Chávez a toda pasión, aun al amor de sí mismo. Toda grande naturaleza tiene algo de incomprensible. Toda grande cualidad tiene algo de sublime. Y lo sublime nos fatiga con un peso incalculable, sobre todo cuando no podemos comprender su grandeza. Y nada más fácil que maldecir de aquello que no se comprende. Además, hay doctrinas políticas, que reniegan de todo cuanto no se ajusta a su estética o su constitución. El asesinato y la calumnia les parecen armas buenas contra sus enemigos. Sobre todo, aquellos que por espacio de mucho tiempo han monopolizado el poder. No pueden perdonar al hombre que viene a sucederles. Han formado un símbolo de la fe crítica, han reunido una Iglesia del gusto: excomulgan a los herejes, y ya que no pueden quemarles todo el cuerpo, les queman la sangre.
Fatigaríamos al lector si hubiéramos de mencionar, aunque ligeramente, los diversos escritos y comentarios publicados por la burguesía sobre el Comandante Chávez: Forman una Biblioteca. Opinadores de todas clases, psicólogos, analistas, médicos, políticos, proctólogos, frenólogos, todos los secretos de la ciencia, y sobre todo, la maldad de la naturaleza humana, en los sucesos de los primeros días de nuestro siglo, y por los actores de estos sucesos que, se interesaron, han dicho y escrito sobre el alma de éste Gigante que pasó como un torbellino de ideas y que despidió un coro infinito de odios. Las pasiones y el odio brotan rompiendo la película que las envuelve. El horizonte, se ve dilatado, infinito; y no se ven las sombras que lo manchan, ni las tempestades que relampaguean por todos sus bordes. ¡El pueblo lo llorará eternamente!
En el alma de Chávez había, con esa nostalgia del cielo natural de todos los genios extraordinarios, sed intensísima de gloria. Y la más grande, la más embriagadora de las glorias humanas indudablemente es la gloria del orador que, sin verter una gota de sangre, sin manchar sus laureles con el funesto trofeo del guerrero, conquista desde la tribuna las almas de sus oyentes y las confunde todas en su alma. El alma inquieta, activa, de Chávez, se imaginaba ya en las visiones de su fantasía triunfando de todos sus enemigos por la magia de la palabra y sirviendo al pueblo por la santidad de las ideas. El orador eleva su vida a las alturas de su conciencia y se consagra a una causa, a una reforma político-social. Para esto necesita concertar sus fuerzas, disciplinar su carácter, reunir sus ideas en torno de un pensamiento capital, y tener la lógica, la consecuencia inflexible, no solo en los discursos, sino en la vida.
—La incomprensible crisis económica repercuten en los ingresos económicos del pueblo: Las inmensas colas, para conseguir alimentos, el acaparamiento, la especulación, la falta de medicinas, (pero hay dólares preferenciales para comprar Whisky de 18 años), la falta de artículos para el aseo personal, la falta de detergentes para la limpieza del hogar. (Vamos camino de convertirnos en un país de piojosos y sarnosos). ¡Señores Ministros de la economía!
—Señores del Comando revolucionario: ¿Vamos a acabar la Revolución o vamos a volver a iniciarla…? Un paso de más sería un acto funesto y culpable. Un paso de más en la línea de la libertad sería la destrucción de la burguesía. En la línea de la igualdad sería la destrucción de la propiedad. El pueblo se cansa. El pueblo aspira a disfrutar del fruto de sus esfuerzos. Estamos en vísperas de lamentar todos los sacrificios que hemos hecho por la Revolución.
—Antes de cumplir los 59 años, muere el Comandante Chávez: Cuando apenas se asomaba la infame evolución de todo su legado. Sus herederos, “elemento Conductor de la Revolución”, toman el relevo. Sus objetivos: modificar el Plan de la Patria, pretendiendo ceñirse a un estricto legalismo. Regresarnos al betancurismo.
—Cito a Maximiliano Robespierre: “Queremos, en una palabra, cumplir los deseos de la naturaleza, realizar los destinos de la Humanidad, mantener las promesas de la filosofía, absolver a la providencia del largo reinado del crimen y la tiranía… Y que al sellar nuestra obra con nuestra sangre podamos ver al menos brillar la aurora de la felicidad universal.”
¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tus sucias pezuñas de la América de Bolívar, de Martí y de Chávez!
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Viviremos y Venceremos!