La movilidad de los seres humanos es tan antigua como el hombre sobre la tierra. Las personas se han trasladados de un sitio a otro en la búsqueda de alimentos que garantizaran su supervivencia, esto ha ocurrido por más de 10 mil años. Pero últimamente han sido las guerras entre los pueblos los causantes de las migraciones humanas. En la Edad Media en Europa se produjeron además de las invasiones bárbaras y la expansión del islam, grandes viajes que implicaron salvajes y funestos planes de colonización que entrañaron procesos migratorios nunca antes vistos en la historia.
La crisis humanitaria que genera las indetenibles migraciones a Europa, en la actualidad ha puesto de manifiesto una correspondiente réplica por parte de los “civilizados” líderes de ese continente. Africanos y asiáticos atraviesan miles de kilómetros huyendo de guerras de exterminio, creadas por los países capitalistas. Tarde ha descubierto Europa y el gobierno estadounidense, de la labor realizada por Muamar el Gadafi para que Libia sirviera de dique de los millones de africanos que viajan hacia el norte, esperanzados en llegar a Europa.
Los gobiernos de los Estados Unidos y la Unión Europea han desencadenados guerras en el Medio Oriente, armando a organizaciones fundamentalistas como Al Qaida y el Estado Islámico, en países tales como Afganistán, Irak, Libia y Siria, que han desmembrados parte de estos Estados y han ocasionando oleada de refugiados que quieren ingresar ahora a los países de la Unión Europea. Esto ocasiona una crisis humanitaria peor que la sucedida en la II Guerra Mundial, al negarse a recibirlos. Esta actitud inhumana viola los principios elementales contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y pone en evidencia la doble moral de los derechos humanos de esa organización.
