En el Programa de Gobierno, presentado para el período 2013 – 2019, redactado y expuesto por el Presidente Comandante Hugo Chávez, en Caracas, el 11 de junio de 2012, dice textualmente:

“Una vez más la circunstancias me colocan delante del pueblo para expresarle el compromiso decidido y renovado con la defensa de la Independencia Nacional. Este es el tiempo, como nunca antes lo hubo, de darle rostro y sentido a la Patria Socialista por la que estamos luchando. Este Programa de Gobierno (hoy Plan de la Patria y Ley de la República Bolivariana de Venezuela) para el período 2013 – 2019 responde a la consecución de dichos supremos objetivos”:

El segundo de los mencionados objetivos, está redactado textualmente de la siguiente manera:

“Este es un programa de transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y protagónica. Partimos del principio de que acelerar la transición pasa necesariamente por, valga la redundancia, acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo. El vivo, efectivo y pleno ejercicio del poder popular protagónico es insustituible condición de posibilidad para el socialismo bolivariano del siglo XXI”.

Unas líneas más abajo y luego de recordar que Venezuela vive todavía bajo una formación socioeconómica capitalista y rentista, expresa que “el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros” y que, en tal sentido “Este es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo”.

Al referirse al contexto Nuestroamericano en el que se construye este Socialismo bolivariano del siglo XXI, el Comandante Chávez señala, en el Plan d La Patria, al “cambio de época” iniciado para toda Nuestramérica con la llegada de la Revolución Bolivariana. En segundo lugar señala a la crisis estructural del capitalismo y, en tercer lugar, el surgimiento de un sistema internacional multipolar “que se orienta hacia ese gran principio que Bolívar llamara el equilibrio del universo”.

Finaliza esa presentación invocando a nuestro cantor Alí Primera y haciendo el exhorto “por la alborada de un mundo nuevo”, a lo que añade “de una Patria Independiente y Socialista donde podamos vivir viviendo, inspirados en los más altos valores del humanismo”.

El papel de la conciencia de clase

Ya en el año 2005, desde la ciudad de Los Teques, a propósito del lanzamiento de la Misión Cultura, el Comandante Hugo Chávez expresó que “la conciencia es en verdad uno de los más grandes poderes, el poder de la conciencia, esto es socialismo, rescatar lo propio, lo autóctono, porque el capitalismo lo que hace es envenenarnos, borrarnos la propia cultura, el socialismo rescata lo social, lo pone por delante y en lo social hay un alma: la cultura, todo lo que hemos sido”…

En realidad, el Comandante Hugo Chávez, quien crea el concepto de Patria socialista para definir -digo yo-, de una manera bolivariana y marxista, al socialismo del presente siglo, tiene absolutamente claro que, si bien el proletariado como clase y el pueblo trabajador en su conjunto, es el protagonista y verdadero partícipe en la construcción del socialismo, esa construcción no es posible sin el elemento de conciencia, conciencia de clase, a la cual quiere contribuir a fortalecer el Plan de la Patria, restituyendo el poder al pueblo.

En función de esto, del fortalecimiento de la conciencia revolucionaria, el Comandante Chávez actúa y piensa de manera consecuente para la consecución de esos objetivos sociales, políticos, económicos y espirituales de la suprema felicidad. De allí la alfabetización masiva del pueblo, la creación de todas las misiones y el despliegue de estrategias como la de los Cinco Motores para profundizar y acelerar el proceso revolucionario bolivariano que luego se convertiría en clara y programáticamente socialista. Incluso el denominado 5° Motor, identificado por el nombre de “Moral y Luces” pretende convertir a “toda la patria una escuela”, es decir un espacio para la profundización de la conciencia del pueblo, protagonista de su destino socialista.

El socialismo en la solidaridad y en el pensamiento

En realidad, no es posible precisar con exactitud en qué momento de su vida aparece en Hugo Chávez la idea de socialismo como complementaria a la bolivariana y originaria de “suprema felicidad”. Lo que sí se puede observar es una coherencia de vida, ideas y acciones en función de un mismo propósito liberador, independentista y socialista de la Patria, que encuentra en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela una primera y bien definida “carta de navegación” que luego se complementa, cual engranaje perfecto, con el Plan de la Patria, que hoy es Ley en la República Bolivariana de Venezuela, refrendada por el Presidente de la República, camarada Nicolás Maduro.

Cuando el Presidente, pero también candidato a la reelección, Comandante Hugo Chávez, acude ante el Poder Electoral, acompañado del Comando Campaña Carabobo, para presentar el Programa de Gobierno como “Segundo Plan Socialista, para el período 2013 – 2019, lo hace indicando que se trata de la “actualización de la carta estratégica que habrá de guiarnos por la ruta de la transición al socialismo bolivariano del siglo XXI” y expone de inmediato los “cinco grandes objetivos históricos” que, aunque son inseparables porque constituyen un mismo corpus de pensamiento y acción revolucionaria, para efectos de esta reflexión, nos detenemos en el segundo, redactado en términos de “Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la ‘mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política’ para nuestro pueblo”.

En la redacción de la Introducción del documento presentado ante el Poder Electoral, al referirse al segundo gran objetivo, escribe que la prefiguración del socialismo está concebida (otra vez el principio bolivariano) “para alcanzar la suprema felicidad social del pueblo” lo cual pasa “en primer lugar, por acelerar el cambio del sistema económico, trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista” y dando paso al socialismo que debe comenzar a sustentarse en el papel “del Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia, con el fin de seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo: la alimentación, el agua, la electricidad, la vivienda y el hábitat, el transporte público, la salud, la educación, la seguridad pública, el acceso a la cultura, la comunicación libre, la ciencia y la tecnología, el deporte, la sana recreación y al trabajo digno, liberado y liberador”.

A renglón seguido, el Comandante Hugo Chávez relaciona (nuevamente bajo dos ideas gramscianas: la de hegemonía y la de la dialéctica de la lucha entre lo viejo y lo nuevo como proceso de transición social entre capitalismo y socialismo) lo anterior con “la necesaria promoción de una nueva hegemonía ética, moral y espiritual, que nos permita superar los vicios, que aún no terminan de morir, del viejo modelo de sociedad capitalista”.

Los temas de “seguridad pública”, “protección de la vida humana” y “revolución en la administración de justicia, para acabar con la impunidad, lograr la igualdad en el acceso y erradicar el carácter clasista y racista en su aplicación” están presentes de manera explícita en el desarrollo de este segundo objetivo estratégico a alcanzar mediante el Plan de la Patria.

Cierra la exposición de ese objetivo histórico señalando las herramientas básicas e insustituibles para la construcción del socialismo, colocando en primer lugar a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resaltando las Misiones y Grandes Misiones, así como la importancia del autogobierno de las Comunas.