Década del siglo XXI

Izquierda, derecha, centro son categorías en la frontera de su validez pasada ya la primera década del siglo XXI. Sin embargo, vale la pena darles un pequeño repaso por tres razones. Una, porque puede que no valgan, pero las que las sustituyan van a seguir bebiendo de sus fuentes. En segundo lugar, porque conviene aproximarse a la derecha y a la izquierda por lo que hacen, y no sólo por su discurso. El socialismo ha mantenido una lucha imposible cada vez que no ha diferencia entre la teoría liberal –inclemente ya desde la Revolución Francesa con un pueblo al que veía como "chusma". Igual cuando. Igual cuando no sabe diferenciar entre el liberalismo (comprometido con limitar cualquier poder político) y el neoliberalismo (que no duda en usar con fuerza el poder político para construir una "sociedad de mercadeo" basada en la competencia). En la bandera donde la "libertad, igualdad y fraternidad" caben todas y todos. En los presupuestos, las leyes, los beneficios y las plazas ya no es tan cierto.

En tercer lugar, porque estar en un lado u otro de ese eje ha dado sentido a muchos rojos-rojitos durante mucho tiempo.

No puede haber igualdad entre los explotadores, a los que durante largas generaciones han distinguido la instrucción, la riqueza y los hábitos adquiridos, y los explotados, que, incluso en las repúblicas burguesas más avanzadas y "democráticas", constituyen, en su mayoría, una masa embrutecida, inculta, ignorante, atemorizada y falta de cohesión durante mucho tiempo después de la Revolución, los explotadores siguen conservando el dinero (no es posible suprimir el dinero de golpe), algunos que otros bienes muebles, con frecuencia valiosos conservan las relaciones, los hábitos de organización y administración, el conocimiento de todos los "SECRETOS" (costumbres, procedimientos, medios, posibilidades) de la administración conservan una instrucción más elevada, sus estrechos lazos con el alto personal técnico (que vive a lo burgués y piensa en burgués); conservan (y esto es muy importante) una experiencia infinitamente superior en lo que respecta al arte militar, etc. Además, una parte de los explotados, pertecientes a las masas más atrasadas de campesinos medios, artesanos, etc., sigue y puede seguir a los explotadores, como lo han demostrado hasta ahora todas las revoluciones, incluso la Comuna. Esta verdad histórica es la siguiente en toda revolución profunda, la regla es que los explotadores, que durante bastantes años conservan de hecho sobre los explotados grandes ventajas, opongan una resistencia larga, porfiada y desesperada.

Saber a quién escucha el Estado no ayuda a entender que su condición relación social lo hace un instrumento esencial para la transformación social. Para entender la complejidad estatal, atendamos a todas los que "escucha" el Estado.

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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