“... trescientos años de calma, ¿no bastan?”
Simón Bolívar. 3 de Julio de 1811
El Código Aymara
“Vamos hombre sostén con tu palabra, el corazón del pueblo para que no se caiga, porque la lucha es larga”1.
Hoy la lucha en la revolución bolivariana, estás signada por una posición que trata de apaciguar las luchas de los trabajadores del campo y la ciudad, normarla por reglamentos y leyes.
Cuando hablamos de lucha, nos referimos a la lucha por la producción, todo lo que liga la producción con la investigación científica y las contradicciones de clase que éstas generan en el seno de la sociedad democrática que propone el preámbulo de nuestra Constitución, que señala claramente que ésta democracia no es la griega, sino participativa y protagónica para su puesta en práctica, ésta posición es la que invita, convoca a desplegar un movimiento sin pausa, sin conciliación de clase que conduzca a la toma de conciencia por parte de los trabajadores del campo y la ciudad, y asuman el papel que les corresponda desempeñar como fuerza principal, motriz de la revolución; pero también debemos resolver la contradicción con la burguesía parásita importadora y quienes la promocionan: el imperialismo estadounidense.
¿Dónde están las masas, los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, los intelectuales, la mujer? ¿Dónde está el ímpetu del Libertador en nuestra gente? ¿Qué lo detiene a asumir un movimiento arrollador que le devuelva la osadía, la audacia de la Campaña Admirable? ¿Dónde está el espíritu de las misiones que le impregnó Hugo Chávez a nuestra gente? ¿Por qué vuelve por sus fueros la burguesía y el imperialismo que fue “sacado a patadas” del Fuerte Tiuna?
Nuestra Revolución Bolivariana necesita de ese nuevo impulso de masas, de ese gran movimiento y sólo puede retomarse sino se ataja al pueblo y para ello el pensamiento bolivariano, debemos ponerlo de nuevo, al frente. “Hay una revolución muy seria en Venezuela, y lo más grave que tiene para el imperio norteamericano, es que es una revolución bolivariana. Nada menos que retomar el sueño de Bolívar de la unificación de América Latina. Cuando Chávez bregó, con mucho ahínco, en la Asamblea Nacional, ante la oposición de muchos, por cambiarle el nombre al país, hasta que por fin lo logró que se aprobara el nuevo nombre de la República Bolivariana de Venezuela, pudo pensar que se trataba de un capricho o un empeño banal; pero la verdad es que ese cambio, llevaba una intuición oculta, la de un plan de unificación de América Latina. Bolívar ha sido en Venezuela, un culto nacional y un mito: El Presidente Chávez, tuvo la audacia de convertir el sueño de Bolívar en un proyecto político y un programa de Gobierno”2
Podrá solo, el pensamiento bolivariano llevar todo esto adelante? Debe hacerse desde una base científica que combine y acerque lo del pasado que le sirva al presente, lo viejo a lo nuevo y del extranjero, lo que sirva a lo nacional, esto necesita del materialismo histórico-dialéctico, es por ello que Hugo Chávez lo dijo de esta manera sabia: ”En Venezuela, el proyecto bolivariano es la corriente que sirve de base para erigir la ideología marxista” (17-05-2005) y este todo, su pensamiento guía para la construcción del socialismo. Esto ha sido escondido, frenado por las corrientes conservadoras que han tenido direccionalidad en nuestro gobierno y en nuestro partido, con los cuales debemos librar un titánico debate que desemboque en una revolución cultural y de paso, combine los saberes ancestrales, la ciencia y la producción que nos conduzcan a esa máxima que debe cumplirse en la construcción de la democracia participativa y protagónica: “a cada quien según su trabajo a cada quien según su capacidad” y para ello, un principio transversal: ni ladrones, ni flojos, ni mentirosos.
Lectura Recomendada: La Guerra Federal Consecuencias (Tiempos de Geopolítica).
Jacinto Pérez Arcay.
1-Alí Primera
2-Ernesto Cardenal, Poeta Revolucionario y Sacerdote Nicaragüense.
@NelsonEsc