“... trescientos años de calma, ¿no bastan?”

Aurora de la Esperanza

Es una de las tanta vivencias que últimamente hemos tenido, en particular cuando andamos en la calle permanentemente.  Casi al mediodía me invitó Gregory un café, un joven a quien le di clases en el liceo Páez empezando la década de los `90; hoy nos acompañamos en la lucha por transformar la realidad capitalista que nos rodea, pedimos un café y un pan con ajo, Gregory siempre anda con buen apetito, todo milimetrado pues estamos alcanzados de dinero.   Una vez que nos dan el pedido y ya sentados, por la parte de afuera a través del cristal,  dos niños  de 9 y 6 años aproximadamente, miran, sus rostros reflejan que no han almorzado, le manifiesto a Gregory que así es difícil tomarse el café, mientras a la mesa se nos acerca una niña de más o menos 4 años y nos pide pan, Gregory le da, se retira la niña y observo que afuera está la mamá de estos niños con otra en sus brazos como de siete meses de edad. 

Había una característica en su rostro que me atrevo a describirla como inocencia, tristeza e incertidumbre en la mamá.  Al ratito nos llega un señor de unos 56 años de edad, con características de hombre del campo que nos manifiesta que es de Ospino, ciudad cerca de Acarigua aquí en nuestro estado Portuguesa.  Nos pide que le "acompletemos" para comprar un pan, nos dice que la situación está difícil, que tuvo que venirse del campo para que sus familiares! Hay muchos corruptos, se queda mirándome y me dice. –“Ud se parece a un amigo mío que es diputado y profesor”; le contesto que ahora he dejado de ser diputado pero sigo siendo maestro. 

Las cosas deben cambiar, como cuando Chávez, deben componerse, se retira con un saludo! Que decente y claro el señor, manifestamos Gregory y yo.  Bueno, pero en cuestión de minutos nos llega otro señor de unos 60 y tantos años, nos dice que viene de Valle de la Pascua, pues lo invitaron a trabajar y se vino;  allá la cosa estaba jodida! Nos manifestó que sabía manejar todo tipo de maquinaria agrícola, nos mostró sus manos callosas, no andaba pidiendo, quería trabajar, se extravió y ya quería devolverse a su pueblo, Gregory le facilito 200 bolívares para completar y comprar un pan.  Le dije a Gregory

-Será que nos ven como gente de dinero? –“No profesor, contestó, nos vieron cara de que los íbamos atender, que no le saldríamos con una retrechería, es eso profesor!”  Al mismo tiempo me dijo, -“Vámonos, son muchas coincidencias!”  Al retirarnos, sentí un viento apacible, suave, suspiré y pensé para mis adentros: “el pueblo anda buscando a Chávez, percibe una luz aun difusa, rojiza, mira al horizonte, el pueblo intuye que volverá a salir el sol, lo vimos en la hermosura de sus rostros, allá en el fondo de sus almas, donde miraba el comandante”.

El PUEBLO sabe que todo es posible...

Luchando es posible lograr lo que se espera...

LA AURORA DE LA ESPERANZA.  Chávez vive en el imaginario del pueblo y el pueblo sabe que anda por ahí, lo buscará y lo encontrará!

“Unirnos a los que quieran conserva esto tal cual está, buscar consenso con los que se oponen a los cambios necesarios, yo digo hoy como Bolívar.  Es una traición".  Hugo Chávez. Febrero 02 de 1999



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Nelson Escobar

Maestro Ambulante. Diputado a la Asamblea Nacional por el circuito #3 del estado Portuguesa. www.Nelsonescobar.psuv.org.ve

 Bigotebrocha1@gmail.com      @NelsonEsc

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