Permítame querido lector, especialmente los que hacen seguimiento a mis simples opiniones, hacer una reflexión sobre el tema religioso y la política en los Estados Unidos. Como todos bien saben la gran mayoría de los norteamericanos son de formación protestante con todas sus ramificaciones. En América Latina suelen llamárseles evangélicos, así como la gran mayoría de los venezolanos son católicos, así sea de formación cultural, en los Estados Unidos lo son pero evangélicos. Si usted le pregunta a cualquier ciudadano norteamericano si reza a la virgen, o si tiene al Papa como su líder espiritual, le van a decir que no.
Si usted le pregunta a un católico en Venezuela si tiene al Papa como su líder espiritual, la mayoría les dirá que sí. Esto para demarcar una simple diferencia confesional. Por esencia el protestante o evangélico tiene un conocimiento sistemático de la Biblia, sabe leerla e interpretarla. Mientras que los católicos no están muy familiarizados con ella, de hecho interpretarla les es muy difícil. Con los evangélicos no, ya que desde pequeños han crecido bajo una formación bíblica, de hecho llegan a adultos y su relación con los grandes temas de la fe es continuo.
La fe y la política están muy entremezclada en esa nación; eso explica porque sus representantes en la Casa Blanca, en el parlamento como el ejército son cristianos, muy ligados a la orientación bíblica. Hasta aquí no veo que esto sea un mal en sí. El problema está cuando la ideología descansa en una interpretación apocalíptica de la historia; para eso su fundamento esencial es el libro de las revelaciones o como popularmente se le conoce APOCALIPSIS.
La influencia del apocalipsismo en la vida política y social de esa nación es grave. Interpretan su historia nacional liberadora en base a las interpretaciones alocadas y disociadas de sus líderes y pastores como son los tele evangelistas. Recordemos el llamado de Pat Robertson en liquidar a nuestro presidente Chávez. Este pastor tuvo toda la fuerza moral para decir eso y no recibir sanción alguna ni dentro de su iglesia ni mucho menos como director de una cadena de televisión, sencillamente porque sus basamentos están determinados por el Apocalipsis dirigido a una sociedad apocalíptica.
Esto explica por qué los norteamericanos apoyan cualquier guerra contra el islamismo o el mundo árabe. Tienen a Israel como el pueblo elegido de Dios y a sus vecinos alrededor de esta nación como enemigos antiguos que el diablo usa para destruir a este pueblo. Una interpretación histórica del medio Oriente bajo la lupa bíblica confirma que Israel siempre tuvo como grandes enemigos a los árabes, eso explica porque bajo el pretexto de una guerra religiosa el pentágono insiste en dominar el Medio Oriente, lógicamente sabemos que eso va más allá de la fe, son la cortina de humo para disfrazar la verdadera intención que es el petróleo.
La fe religiosa es una fibra muy delgada con que se puede manipular a las masas. Ciertamente en el Medio oriente, especialmente Palestina, se desarrollo importantes hechos con respecto al nacimiento de la humanidad así como a las dos grandes religiones del mundo: El Cristianismo y El Islamismo. Palestina jugó un vital papel en el nacimiento del cristianismo; su historia, su épica, sus santas escrituras. Algo que no se puede negar.
El dilema está cuando los políticos de la ultraderecha se fundamentan en una errada interpretación teológica del futuro de la humanidad. Cuando estudié por años el Apocalipsis recuerdo que las profecías hablaba de una gran ejército rojo que salía del Oriente a destruir Jerusalén. La interpretación a esto es que los chinos con su sistema comunista conquistarían a Israel y haría la gran guerra. Lo creí a profundidad. Claro, una interpretación como está en un contexto de la guerra fría que la humanidad experimentó, cualquiera le daría su aprobación. El comunismo en sí, para el pueblo norteamericano cristiano, es diabólico, de hecho se demarca bastante aún la persecución de los cristianos en regimenes comunistas. Esto explica porque esa terrible persecución del comunismo en Latinoamérica en las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo.
Quiero dejarlo hasta aquí, pero antes invito a leer un artículo publicado en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=36390 titulado: “Cabildeo para el Apocalipsis” , sobre el cual fundamentaré la continuación de esta reflexión.
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