Reflexiones en Positivo

La humildad, cuánta falta hace

Conversando con un hermano me indujo con se discurso a buscar en los dirigentes del chavismo a quienes puedan brillar con luz propia, y en ese transitar por los dirigentes que vemos a diario se me dificultó la tarea. Hay algunos que poseen una gran proyección, entre ellos Ali Rodríguez Araque, alguien con una gran trayectoria en eso de las lides populares, a Diosdado, con mucha aceptación en el pueblo, Aristóbulo, Acosta Carles, Tarek, Goldin, Yanes Rangel, Giordani, José Vicente, Ronal Blanco la Cruz, Juán Barreto, entre otros y en ninguno veo la posibilidad de sobresalir si no tiene la mano amiga del presidente Chávez al lado. Algunos podemos estar pensando que ellos han llegado a ocupar con eficiencia los cargos en los cuales han sido levados por el voto popular o por el dedo del jefe, pero a pesar de ello vale la pena preguntarnos ¿cuántos de ellos hubiesen llegado solos a los cargos? Muchos eran desconocidos antes de su designación al cargo o como candidato. Su cargo se lo deben a Chávez.

Cuántos podrían llegar a las comunidades y solicitar el voto para su elección sin el padrinazgo de Chávez.

Para muestra un botón, recuerdan la Asamblea Nacional Constituyente, allí llevamos a muchos que se dicen dirigentes nacionales que se creyeron dueños de los votos con los cuales llegaron, pero que para la asamblea nacional no pudieron llegar porque les faltó el portaaviones… y que podemos decir de gente como Herman Escarrá, ¿cuántos se acuerdan de él y dónde estará ahora después de ser el autor del preámbulo de la Constitución de 1999? Recordemos al alcalde más votado en el 2000, Alfredo Peña, se creció se creyó omnipotente y todopoderoso, le vendió su alma al diablo y ahora desapareció del mundo político así como llego, rápidamente. Así podemos encontrar nombres como Rafael Simón Jiménez, ocupó la presidencia de la asamblea con el apoyo de Chávez, y ¿ahora dónde está?, Puchi, Tablante, son muchos los casos que se pueden nombrar y que se repite la historia, no tienen nada de humildad y eso hace que se cieguen y que su caída sea estrepitosa.

Nos hace falta que seamos humildes y que podamos darle al cesar lo que es del cesar. La humildad es quizás, una de las bondades más escasa en el ser humano, muchos pretendemos tener lo que no tenemos y nunca podremos tener, pero parece deleitarnos el que nos crean, si no que nos creamos nosotros mismos, más de lo que somos, lo cual es un error. En el mundo político muchos pretendemos ser dirigentes y no lo somos, y aunque lo sepamos, no lo reconocemos, para que los que se llaman dirigentes nos den un espacio en las direcciones o a la hora de designar algún cargo o algún candidato a algo, es necesario que aparentemos tener un a influencia sobre las masas que no existe. Y por lo general se designa al candidato que es más BUCHE Y PLUMA, aquel que mucho habla pero que no dice nada o a aquel que es manipulable y que responderá a los intereses de quien lo designa, construyendo una cadena interminable.

Aquí es necesario apelar al recuerdo, y veamos hacia atrás. En muchas, quizás demasiadas ocasiones, vemos como los que más se promocionan y aquellos que están más interesados en aparecer en los nombres oficiales son los que menos hacen por avanzar o ayudar a los demás a hacerlo, pero los qaue realmente trabajan y hacen que las cosas funciones como deben son los que menos hablan, los que menos oportunidades encuentran y los desconocidos. Así podemos encontrar quienes se atribuyen para si el logro de otros pero que sus propios fracasos se los atribuyen a los demás, y esos abundan en el mundo político venezolano. Esas posiciones hay que revertirlas y tomar una posición de humildad para darle al cesar lo que del cesar es…

siglea@cantv.net lealsig@hotmail.com


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Sigfredo Leal Levy


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