Revolución, y lo que debe ser cambiado, en ocasión del Che

Desde la perspectiva del Capital, la educación, la gestión y organización va en función de un proceso de capacitación académica que "prepara" a las personas para desempeñar un papel determinado, y que la mayoría de las veces deviene en la simple posibilidad de obtener un empleo y así poder "vivir" con cierta comodidad, y a partir de allí seguir ambicionando cosas, pero, esto no le ocurre a la mayoría, pues, la mayoría (y es necesariamente así) pasa a ser parte de la masa de explotados del sistema. Bueno, la cuestión es superar ese modelo, ese esquema mental que se ha insertado a través del sistema educativo, de las grandes estructuras comunicacionales, y que ha creado una cultura. La cuestión es avanzar hacia un estadío superior pertinente al propósito estratégico de construir una sociedad socialista; la sociedad del Buen Vivir, y no la del estado de bienestar, donde la fortaleza de los seres humanos radique en su personalidad y no en "sus bienes materiales", el socialismo procura las condiciones de vida digna para a partir de allí, el producir riquezas sea en función de desarrollar, tecnología, intelectualidad, cultura. Eso desde lo humano, y en relación con la naturaleza que lo sustenta. Pero, ¿qué cultura, qué tecnología, qué intelectualidad? Decía Gramsci lo siguiente: "el estudiantillo que sabe un poco de latín y de historia, el abogadillo que ha conseguido arrancar una licenciatura a la desidia y a la irresponsabilidad de los profesores, creerán que son distintos y superiores incluso al mejor obrero especializado… pero eso no es cultura, sino pedantería; no es inteligencia, sino intelecto, y es justo reaccionar contra ello. La cultura es una cosa muy distinta. Es organización, disciplina del YO interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista superior de la consciencia, por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes."

El compañero Carlos Marx fue un defensor de la cultura como patrimonio humano, amigo de grandes poetas y amante de sus creaciones, decía a su hija: "Los poetas son seres especiales, no podemos juzgarlos como a personas corrientes." Fue no sólo un devorador de libros de filosofía y economía política, sino también de la literatura en todas sus manifestaciones. Leía y releía a Esquilo en griego una vez al año. Homero, Dante, Shakespeare, Cervantes, Goethe y Balzac aparecen citados siempre en sus obras, así como el Origen de las Especies de Darwin, y tantos otros; en una especie de diálogo en espiral entre la ciencia y la cultura. Marx, en palabras de Abelardo Ramos, era un europeo formado en el centro cultural de Occidente, siendo él mismo su máxima expresión crítica. Entre sus proyectos incumplidos al morir, figuraba el de escribir un libro sobre la obra de Balzac. Pero no se propuso elaborar una "estética". Poseía en alto grado la convicción de que el proletariado debía asimilarse toda la cultura acumulada por los regímenes sociales precedentes, para ser digno de continuar durante su dictadura, en un plano más alto, las grandes conquistas espirituales de la Humanidad.

La clave, como lo propuso el compañero Ernesto Che Guevara en los Apuntes Críticos, es la planificación. Diseñar un plan fundamentado en los procesos educación-formación, cuyo punto de partida sea el reconocimiento de la inteligencia (y no el simple intelecto) como el proceso humano esencial para el desarrollo de la conciencia social liberadora.

En Venezuela la propuesta de construir el socialismo, propio, propositivo, dinámico, variable, se ha hecho desde el gobierno, es decir, no se trata de crear una conciencia colectiva para ejercer el poder político, no hubo dictadura proletaria, tenemos una manera propia de construir el camino revolucionario, y por lo tanto de construir nuestros propios modelos, fundamentalmente, el educativo.

En tal sentido dijo Bolívar: "las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso con que camina su educación" (1825). Poner como eje de este modelo a la cultura significa, por ejemplo, poner al arte al alcance de todos, creativamente; una de las razones por las que el capitalismo logró segmentar, secuestrar, controlar un tipo de arte y diferenciarlo de otro, fue por hacerlo inalcanzable a una mayoría; quitando la posibilidad de que esta mayoría fuera capaz de apreciarlo por el hecho de no comprenderlo, pero la efectividad estriba en que a través de la educación se estableció en el imaginario colectivo que así debía ser, y entonces las personas, sometidas al sistema, se autoexcluyen (así funciona la ideología burguesa), a veces consciente, pero en general inconscientemente; y esto ocurre porque se elimina la capacidad de comprender.

Por eso es que ocurre un distanciamiento, y es por ello que no se advierte la ausencia del arte en las universidades; se ha alejado tanto a la sociedad en todo su conjunto de las manifestaciones artísticas, que no se extraña la presencia de éstas en las universidades, y esto es sólo un ejemplo de cómo se enajena al ser humano de sus posibilidades.

Dice Armando Hart (2006), que tras la muerte de Lenin, no se asumió en la práctica socialista la importancia política de la cultura. Se puede apreciar la esencia de la cultura universal, porque se puede percibir lo que de ella trasciende, elemento fundamental para la humanidad del presente, e interpretarlo a partir de las enseñanzas y la tradición de grandes figuras de nuestra historia. También dice Hart que "el valor de una cultura se mide por su poder de asimilación y por su capacidad de superarse ante nuevas realidades" y "toda cultura que aborde el ideal de la justicia entre los hombres, cuando lo hace con profundidad y rigor, penetra en la conciencia humana; se convierte en una de las claves de la historia universal".

No hay hombre nuevo si no hay sociedad nueva, pero esta sociedad nueva la generan los hombres de la sociedad establecida, que son capaces de señalar sus contradicciones inviables y transformarlas en contradicciones evolutivas, en este sentido diría Said (1991), que el estudio de las artes, como la musicología, por ejemplo, "es como cualquier otro campo del conocimiento, tiene que defender un consenso corporativo o gremial que a veces exige que se mantengan las cosas tal y como están, que no admite ideas nuevas o extravagantes y que defiende los límites y cotos establecidos", pero esto lo hace como crítica en el contexto del sistema que impera; hay que poner como punto de partida a la razón crítica, por lo tanto, el socialismo es posible si crea sus propias condiciones de posibilidad, debe trascender el sistema establecido. El Che resaltaba los instrumentos y mecanismos de índole moral, sin olvidar una correcta utilización de los estímulos materiales, sobre todo de naturaleza social.

Con el neoliberalismo hubo un profundo retroceso económico, político y teórico en América Latina, y en esta etapa histórica, con la impugnación al sistema, encuentra en los nuevos movimientos sociales, en la fuerza de la cultura indígena, la diversidad que nos vincula cada vez más con lo que somos, en una nueva conciencia ecológica, y con la creación de una epistemología del Sur, elementos centrales para las transformaciones en curso. Se hace necesario retomar el debate de las cuestiones de nuestro tiempo histórico, no para regresar al pasado, sino para volcarnos hacia el futuro a partir de una identidad cultural profunda.

eudinramos@gmail.com



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