No es fácil desde donde me encuentro, ofrecerle a Marea Socialista una orientación que les permita conducirse en esta coyuntura política. Carezco de mucha información, que definitivamente es las que alumbran buenas decisiones.
Como se trata de una coyuntura electoral con una hiperinflación que agobia a los venezolanos y venezolanas, no quiero en estos momentos tener alguna solución para las dos cosas. Independientemente, si uno es monetarista o no; la inflación pudiera ser un fenómeno, que ambos extremos de la política polarizada alimentan con sus acciones y omisiones.
No pretendo caer en el jueguito, que hay una caída de la demanda y el gobierno en consecuencia se lava las manos en proceso inflacionarios que golpean a los que menos tienen. Como lo sostiene Pascualina Cursio en un reciente artículo, la inflación entre 2014 y 2015 creció en un 180,9% y la cantidad de dinero en un 100,7. Ambos crecieron. “La demanda agregada cayó en un 10% y la producción en un 5,7%”. El gobierno no puede desentenderse de esto porque, se inventó unos motores y aflojó dólares para prender estos motores, que son un montón de motores. Cómo es que hay motores productivos con todo un escándalo publicitario y está en baja.
En todo caso, la hiperinflación es un dato, que recoge o muestra, que el plan del gobierno no ha tenido éxito, frente al otro plan.
Este es un tema para un diálogo con los venezolanos y venezolanas y no con una determinada parcela política, que ni le va ni le viene que la inflación suba o baje. A ellos, esto no los afecta, como no está afectando a más del 80% de la población.
Lo cierto es que la MUD “quería” elecciones y ya no quiera. No tengo porque creerle a Jorge Rodríguez, pero le oí decir, que la MUD “quería” elecciones para abril y ya no quiera. No creo tampoco, que sea un buen argumento para la MUD, colocar como excusa, la poca confiabilidad del CNE. Ellos saben de eso. Es decir, ellos saben de robar votos porque lograron reunir toda una gran experiencia en estos menesteres.
Pienso que Marea Socialista debe con otras fuerzas políticas de izquierda que disponga tarjetas, presentar un candidato o una candidata. Ni se les ocurra tener entre la lista a Rodríguez Torres, porque particularmente no es confiable. Nada confiable, ni un tantico así. El hecho de que para mí no sea confiable, no supone que las fuerzas políticas de esta alianza o coalición, no lo tengan como una figura. Simplemente a mí no me inspira confianza.
Creo que puede ser una figura, que no tiene que estar asociada con las organizaciones que estarían en esta coalición, no porque no lo merezcan o porque haya que descartarla por capricho. El asunto no es sacar a un activista de una de las organizaciones en coalición y colocarlo como candidato o candidata porque sí. Aunque se trata de reforzar y expandir nuevas referencias políticas de izquierdas; el punto como que se centra en salir de nuestras paredes y observar al país con la finalidad de ubicar una figura o un equipo de hombres y mujeres, cuya condición no es que sean independientes. No necesitamos de figuras y equipos independientes políticamente. Necesitamos figuras y equipos de hombres y mujeres comprometidos con un proyecto de país, que no se plasme en un montón de objetivos para tres siglos.
Necesitamos una propuesta para ganar confianza. Necesitamos una propuesta para desarrollar un programa de lucha y no exclusivamente para ganar un gobierno. Si me pidieran el nombre de una de las organizaciones políticas de la coalición, pudiera decirle que apostaría por Gustavo Martínez, quien tengo la seguridad, es un joven dirigente, que ha tenido un crecimiento político importante, pero no es el punto.
No tiene que ser un dirigente conocido nacionalmente, puede ser un dirigente político no muy conocido nacionalmente, pero conectado socialmente con una parte del pueblo en su lucha. A veces, disponemos de buenos dirigentes que hacen muy bien el trabajo como activista, administrando y conduciendo a una organización, pero esto no es suficiente para un propósito como este, cuyo objetivo debe estar centrado en armar y desarrollar un programa de lucha. El desastre que ha dejado la polarización ha sido posible, porque ellos se lo propusieron y los dejamos que lo hicieran.
Si no ganamos y gana uno de la polarización, la idea no es dejarlo que continúen haciendo lo que han hecho mal.
