Quizás pueda resultar hasta fácil de escribir, y todavía más cómodo leer, como en un país como Colombia, sin que nadie se escandalice, de la forma más normal, sin que en el extranjero a nadie le haya importado un bledo, en esta reputada y ejemplar democracia, admirada y bien acuñada por los gringos, lacrimógenamente encomiable y extremadamente publicitada, al punto de haber impuesto a su actual presidente un cosmético Nobel de la Paz para acicalar su malograda y lúgubre reputación; HAN SIDO ASESINADOS NADA MENOS QUE 30 CANDIDATOS, en unas elecciones que se esperaba no fueran de las más convulsionadas por el nivel de importancia y poder que suponen.
Las que sí seguramente desbordarán todas las expectativas y reconcomios son las que se desarrollarán este 28 de mayo (es decir, las Presidenciales). Las que se espera alcancen un peor y más sangriento estado de conflictividad. De ésta nos separan 84 días donde fácilmente se podría esperar que esta cifra aumente considerablemente, así como el velo con que se buscará encubrir y olvidar a todos aquellos que para preservar esta "gobernanza" tendrán que ser sacrificados o asesinados, (como siempre exclusivamente del bando opositor al gobierno).
Mientras su sociedad, de manera impávida y adormecida, "cívica" y "democráticamente" como ellos la prefieren hacer ver y la promocionan de manera turística, se declara aterrorizada e indignada porque en su vecino país, Venezuela, también en las postrimerías de uno proceso electoral, no se respetan las garantías comiciales de un gobierno al cual catalogan de antidemocrático y dictatorial, y sin embargo, a pesar de las acusaciones que a diario registran los rimbombantes Titulares de su gran Prensa, no sucede ni un solo caso de asesinato o de desaparecidos que produzca por lo menos un centímetro de noticia verdadera como las que a diario kilométricamente se originan en su propio suelo (y sistemáticamente son silenciadas), y que tanto ocurre en elecciones como por cualquier otro motivo y en cualquier otro momento del año.
Muy pocos colombianos hoy en día se atreven a buscar lo que hay más allá de sus diarias desgracias, prefieren asumir y acatar el silencio de la "versión oficial". Los que sí se atreven automáticamente son convertidos en perseguidos o en "peligrosos" insurgentes, o simplemente ya se encuentran eliminados. Preferir creer que es Venezuela la que padece y donde se desarrolla la cotidiana mortandad, y el asesinato político de sus propios paisanos muertos en Colombia, que sea por la falta de Libertad de Expresión de Venezuela la que impida que sus propios Medios de Comunicación transmitan su propia, verdadera y cruda realidad, y que sea el presidente Maduro el personaje más sonado y nombrado que los propios nombres de los candidatos en las Campañas Electorales de Colombia, resulta un absurdo realmente digno de una disociación francamente demencial y de enajenamiento clínico.
La encarnizada demostración de violencia que actualmente vive y sufre este país, que gracias al cerco y velo mediático que le imponen, le permiten nada menos que sobrevivir en una especie de "burbuja", o letargo psicotrópico, que como verdadera distracción y "analgésico" permite evitar darse cuanta como esta verdadera "gangrena" toma cada vez más terreno y descompone el tejido social de una sociedad tan caótica como miserable, resulta los antecedentes de un verdadero Estado Fallido y Forajido, que a pesar de las acostumbradas Macarenas durante más tiempo podrá evitar que el pueblo colombiano encuentre un destino distinto al infierno que vive hoy.
Cuánto más tardará el pueblo colombiano en despertar de esta pesadilla resulta una pregunta que no sólo se la hace un sector cada día más grande e importante de este pueblo, además que todo el continente ya no soporta el grado de drogas que actualmente produce y que se ha incrementado por la presencia de las bases militares gringas.
Tan poco fue el atractivo, o la esperanza de cambio, que estas elecciones ofrecieron que hubo MÁS DEL 70% DE ABSTENCIÓN ELECTORAL. La verdadera y también sangrienta rochela en que se convirtió esta elección podría ser también nuestro futuro no muy lejano de permitir que el departamento de estado gringo nos imponga la agenda que hoy tiene y mantiene esta "democracia" al estilo Colombia.
En un excelente y esclarecedor artículo de Chevige González Marcó (http://www.patriagrande.com.ve/dossier/elecciones-colombia/colombia-record-asesinatos-candidatos-presidenciales/) de manera bien documentada ofrece en detalle una esclarecedora estadística del sistemático asesinato de candidatos presidenciales muertos durante los últimos años. A continuación un resumen:
"El 9 de abril de 1948, el candidato del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán es asesinado. Era el mejor posicionado entre los aspirantes a la presidencia". "En 1987 fue asesinado en Cundinamarca, Jaime Pardo Leal, dirigente de la izquierda colombiana y de la Unión Patriótica, quien como candidato presidencial en 1986 había obtenido una cifra récord de votos". "En 1990, nuevamente los intereses del poder económico, asesinaron a otro candidato presidencial: Bernardo Jaramillo Ossa, abanderado de la Unión Patriótica (UP)". "En 1989, cae asesinado por sicarios, el candidato del Partido Liberal, Luis Carlos Galán. Su firmeza ante las mafias políticas aliadas al narcotráfico, le costó la casi segura posibilidad de ser Presidente de Colombia. Galán era el favorito según las encuestas". " En 1990, el exmovimiento guerrillero M19 (...) El abanderado presidencial de la organización, Carlos Pizarro, fue ametrallado dentro de un avión, a pesar de poseer "escolta" del DAS". " En 1994, nuevamente fue usado el sicariato para acabar con un liderazgo de izquierda en Colombia, Manuel Cepeda Vargas, Secretario General del Partido Comunista Colombiano y líder de la Unión Patriótica fue abaleado por sicarios". "(...) en 1914, otro presidenciable, Rafael Uribe Uribe fue asesinado a hachazos. Uribe Uribe apoyaba el desarrollo del movimiento sindical y cooperativista en el país". " En 2010, un candidato que aún cuando representa también al pensamiento conservador, no pertenece al grupo de familias que tradicionalmente se han repartido el poder en Colombia, también ha recibido amenazas. Se trata de Antanás Mockus, a quien han amenazado inclusive por un grupo de la red social Facebook"