El pragmatismo de los partidos tradicionales los fue llevando poco a poco al despeñadero, algunos ya cayeron y otros están de un empujoncito. Pero si eso es una realidad no menos cierto es que las nuevas organizaciones nacieron contaminadas tales como Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Vente, se crearon sin un fundamento doctrinario, el único objetivo fue el poder por el poder mismo, armándose cuadros vacios que a la deriva entraban en el sistema democrático alimentando falsas expectativas para al final decepcionar hasta a su propia gente.
Muy distinta fue la puesta en práctica del chavismo como organización partidista, se inició con la idea de la Constituyente para acabar con los vicios del bipartidismo, luego la implementación del Socialismo del Siglo21, fraguado día a día con las vicisitudes venezolanas bajo la tutela de Hugo Chávez Frías. Hoy por hoy más que nunca sus ideas, conferencias y pensamiento contienen la importancia suprema para el sostenimiento de la revolución.
Su poder visionario e inteligencia le hicieron dictar cátedra en cada una de sus presentaciones públicas para que recogidas por los medios audios visuales marcaran la huella permanente del que había que seguir orientando el camino las 24 horas, estuviera donde estuviese en beneficio de toda la colectividad. La revolución no se duerme en sus laureles, de allí la permanente actualización de sus ideas razón por la cual la celebración de este nuevo Congreso marca pasos agigantados hacia el progreso, no estamos dispuestos a quedarnos estáticos en el tiempo, mucho menos a retroceder al pasado.
Cada momento maduramos más como organización política, superamos desde hace bastante tiempo las luchas internas en el entendido que el enemigo está afuera, y aquellos que se colocaban una franela roja para disfrazarse de chavista aprovechándose de las bondades del proceso, hoy en su mayoría se fueron, se han ido al verse descubiertos entendiendo que no vamos a permitir más espacio para la traición.
Por eso al momento de escoger delegados no se impuso línea, la elección fue libre de acuerdo a la voluntad popular, porque contamos con una militancia formada que ya no come cuentos, conscientes que la unidad es el destino para la victoria eterna.
Siguen equivocados los oligarcas cuando creen que la fortaleza del chavismo esta en las pensiones, cajas de Clap y bonos, no, nuestra fuerza fluye del apego a las ideas de Chávez, del amor que sentimos por un hombre que dio hasta la vida por Venezuela.
En ese sentido nuestro mandato será eterno como el mismo liderazgo del comandante supremo, porque estamos pendientes de los marginales, de los desprotegidos. Dándole oportunidad al pueblo llano a que exponga sus problemas, a que plantee sus necesidades en el IV Congreso para que sean tomadas en cuenta en el Plan de la Nación.
Vamos todos a consolidar las ideas conjuntamente con el proyecto socialista dentro del espíritu popular que nos caracteriza, nada de falsos ideólogos ni de analistas de oficina. Nosotros vamos al barrio y con el apoyo de la gente tomamos las decisiones necesarias en función del desarrollo integral.