Una vez conocido un poco a los protagonistas y su trayectoria, antes del desenlace en lo que respecta al tema en cuestión, se detalla la acción principal de la expedición a la Península de La Florida, el 29 de junio de 1817. En el siglo XIX, la ciudad portuaria de Baltimore, en los EE.UU., era un sitio de reunión de comerciantes, piratas, corsarios, mercenarios y todo aquel que estuviera interesado en adquirir riqueza fácil, pero además se reunían en ella los patriotas hispanoamericanos que se encontraban en plan conspirativo en contra de la corona española, en esta ciudad se encuentra y se reúne Mac Gregor con otros patriotas latinoamericanos, entre los que destacan; Pedro Gual, Juan German Roscio, Vicente Pazos, y el corsario francés Louís Aury. De esta reunión surge la aprobación de la invasión de la Isla de Amelia, en la Península de la Florida, plan este ideado por Mac Gregor con la aprobación del Libertador; con el propósito de crear otro punto de combate, una especie de cabecera de puente para la lucha en Méjico, y mantener a las tropas realistas separadas en varios frentes de batalla; creando lo que se conoce en el argot militar como el efecto distracción.
Esta acción estaba avalada por las Repúblicas de Venezuela, Nueva Granada, Méjico y Río de la Plata, y por medio de sus delegados firman un documento en Filadelfia que entregan a Mac Gregor nombrándolo Brigadier General de la expedición y en donde lo autorizan como representantes de sus respectivos gobiernos, para armar barcos y otorgar rangos navales y militares a los oficiales, para lograr la libertad de Las Floridas, Este y Oeste, y hasta tanto los gobiernos de estas provincias no se establezcan por libre voluntad de sus habitantes; las tropas de ocupación permanecerán allí. Ese mismo 29 de junio, las tropas de Mac Gregor sorprenden al Fuerte de Fernandina que era el baluarte militar más importante que defendía la zona y a su vez era la capital de la Isla de Amelia. Rápidamente toman la Isla sin presentarse mayor dificultad y es rendida la Guarnición que estaba al mando de Don Francisco Morales, allí se firma una capitulación muy generosa para los realistas. Entre los términos que destacaban en la capitulación se encuentra, el respeto a las vidas de los soldados realistas que se entregaran como prisioneros de guerra, que serían enviados a la Habana, Cuba, con su equipaje personal. Otro de los términos era que las vidas, y propiedades de todas las personas amigas o enemigas de la independencia serían sagradas e inviolables, y aquellos que no deseen unirse a la independencia se les darían seis meses para vender o disponer de otra manera de su propiedades, dándole pasaporte libre a quien desee irse de la Isla. Ante el temor de los pobladores por la presencia de las tropas patriotas, posiblemente por su aspecto variado y sus jergas corsarias, Mac Gregor les hizo una proclama a los habitantes llamándolos a la tranquilidad y a la quietud, demostrándole que no habría derramamiento de sangre; ni violencia o persecución de ningún tipo.
El primero de julio de 1817 se proclama la República de La Florida, se nombran las autoridades y se prevé la defensa de la Isla, se organiza toda la parafernalia gubernamental que debe poseer una República, incluyendo bandera, cartas de nacionalización, y permisología para la navegación, en tal labor colaboran los venezolanos José Irribarren y Pedro Gual. Mac Gregor envía emisarios al gobierno de los EE.UU., para informarles sobre el por qué de sus acciones, para que no sean tomadas como una amenaza hacia aquel país, sino que se trataba de un gesto independentista de los países del sur en contra de Imperio español. Con relación a esto, Don Pedro Gual escribe lo siguiente "Aquí estamos haciendo algo en beneficio de Suramérica. Este es el único y exclusivo objeto que nos une a todos. El establecimiento de una República en La Florida reclama la atención y el apoyo de todos los verdaderos amigos de Suramérica" Pero el gobierno norteamericano se disgusta al conocer que las tropas y la logística para la expedición había sido conseguida en su territorio, sin su consentimiento, y que ya los Estados Unidos, tras largas conversaciones con la corona española, había conseguido que ésta le cediera el territorio de La Florida, donde la mayoría de sus residentes eran norteamericanos, pero colaboradores a la causa de los patriotas. Luego comienzan a levantarse en contra de la forma en que se estaba gobernando la isla, uno de éstos ciudadanos de apellido Hubbard, comienza a crear la intriga entre la población y la tropa corsaria, poniendo en tela de juicio al liderazgo de Mac Gregor; que no había logrado totalmente la sumisión de las tropas.
José M. Ameliach N. Enero de 2019