No soy mujer, pero voy a opinar sobre el feminismo burgués

El feminismo burgués se posiciona contra el trabajo esclavo aplicado a mujeres y hombres, pero no habla del sistema esclavo de la mayor organización criminal del mundo: el capitalismo patriarcal.

Esas reivindicaciones ocultan un debate más de fondo y de estructura, ellas sólo fungen como mamparas que esconden las condiciones de explotación y enajenación global sistémica de la humanidad. No dicen que fueron las feministas de la izquierda quienes originalmente lucharon y aún continúan luchando contra las desigualdades en general. No dicen que las trabajadoras y las comunistas fueron reprimidas, puestas tras las rejas, y quemadas vivas por parte de la burguesía y sus economías y gobiernos patriarcales. No dicen que fueron las mujeres del pueblo, las obreras, las comunistas, las que lucharon por la reducción de la jornada de trabajo (antes de sus luchas se trabajaban 16 horas hasta el sigo pasado) y por una mayor cantidad de remuneración por el trabajo realizado. No dicen que fueron las mujeres pobres las que sufrieron todos los horrores para alcanzar el derecho al voto universal e igualitario que ahora disfrutan libremente las burguesas a costa de nuestras compañeras trabajadoras.

El capital sabe cómo absorber las luchas de las mujeres para su beneficio. Ahora las postula para cargos donde jamás habían tenido oportunidad de trabajo y que eran sólo espacios de trabajo masculino. Las mujeres —y hombres —, generalmente blancas de las clases hegemónicas manipulan las mujeres trabajadoras, bajo la idea de la necesaria carrera por la dignidad de las féminas en una lucha por «oportunidades» para ser explotadas por el capital.

Ellas exigen políticas públicas contra los femicidios y feminicidios, y podemos coincidir con ella este aspecto.

Su exigencia es la de pedir igualdad en los espacios de decisión del estado burgués, es decir, más mujeres en los congresos, asambleas, poder públicos, tribunales de justicia, más mujeres presidentas y más empresarias. Yo creo que es necesario, pero no es suficiente esto. Ellas dicen que tener más mujeres en el poder podría hacer que mude el sistema desigual de nuestras sociedades, pero todas y todos sabemos que esas mujeres burguesas —o de conciencia burguesa— no van renunciar a sus privilegios acumulados por encima de las mujeres y hombres proletarios, que también son afrodescendientes, son campesinas/os, pueblo sexo-género diverso pobre, pueblos indígenas, etc. Pero hemos visto ya, que ellas, las mujeres burguesas o mujeres de conciencia burguesa no garantizan el cambio estructural de nuestras sociedades capitalistas patriarcales. Y sí, creo que es necesario que el feminismo popular tome aún más los espacios de representación y dispute la narrativa de nuestra lucha porque no serán las mujeres ricas con su escasa narrativa de desigualdad las que dirán al pueblo —reproduciendo la lógica de las/os privilegiadas/os— cómo deberá ser un mundo antipatriarcal.

Ellas hablan de la mujer como propiedad, dicen que esta lógica atraviesa todas las clases sociales, y coincidimos con ellas. También les decimos, para recordarles, que esa idea fue impuesta a través de la colonización de nuestras tierras y nuestros pueblos y se mantuvo por el capitalismo que ellas misma defienden. Porque ellas están muy preocupadas por el tratamiento dado a las mujeres, pero no se preocupan, ni cuestionan, ni hablan que la clase trabajadora hoy es propiedad de la clase hegemónica, las/os capitalistas, las/os que expropian, someten, violentan, y roban dinero, salud, tiempo y vida de las/os trabajadoras/es que somos las/los actuales esclavas/os modernas/os

Ellas hablan de las muertes de mujeres como producto de la violencia patriarcal, inclusive hablan de la mayor violencia que sufren las mujeres cuando son afrodescendientes. Ellas también saben que con eso se "reivindicarían" antirracistas, por lo que sabemos bastante bien que es una estrategia comunicacional para posicionarse como sujetas "más sensibles y más populares". Todas/os sabemos que es para continuar la dominación entre ricas y pobres, sólo para eso.

Las burguesas dicen a nuestras compañeras pobres que la mujer puede ser directora de una empresa; ellas saben que es una estrategia de engaño para poner a las mujeres en una burbuja de reivindicación individualista que tendrá a las mujeres proletarias en completa sumisión contra la desigualdad económica y social en general, dispersada por el mundo.

Ellas hablan de igual salarial entre hombres y mujeres, pero no de la dirección colectiva de las empresas por parte de las/os trabajadoras/es, no de la plusvalía robada por las/os empresarias/os.

Ellas también condenan la desigualdad en el trabajo doméstico, las violaciones a las mujeres, el acoso sexual y la misoginia. Estamos de acuerdo con este punto.

Ellas hablan del aborto como el derecho que tienen las mujeres a decidir sobre su cuerpo, pero no hablan de lo que nuestras compañeras feminista proletarias dicen: no más manos, ni cuerpos para ser esclavos del capitalismo.

Ellas «apoyan» la causa del pueblo sexo-género diverso, pero sólo las/os de los homosexuales, lesbianas, transgéneras/os ricas/os propietarias/os son visibles en sus programas de TV. Ellas dicen que no importa la clase social, pero no llegan a superar su odio y rechazo a las/os pobres y a las/os trabajadoras/es y hasta tienen programas para hacer del pueblo sexo-género diverso pobre, indígena y afrodescendiente los personajes de chistes de programas de «entretenimiento» de las ricas/os en sus canales de televisión.

Ellas enseñan sus hijas/os «a ser iguales», pero aún mantienen empleadas domésticas, que además de eso son afrodescendientes. Y aún más, mantienen la separación entre blancas/os y negras/os, entre ricas/os y pobres.

Ellas hablan de derechos a elegir, pero no hablan contra los diversos y múltiples ataques que sufren muchos pueblos por cuenta de las invasiones perpetradas por los gobiernos capitalistas de los países hegemónicos contra los pueblos y democracias del Sur Global, donde quienes más sufren son mujeres y niñas/os violadas por marines de los EEUU, por ejemplo.

Por ejemplo, en Brasil las mujeres burguesas no hablan de que las mujeres pobres van a tener que trabajar cinco años más, con la nueva ley de jubilación que está a punto de promulgarse. Ellas no dicen que las mujeres y hombres pobres son las/os que más van a trabajar y a ser explotadas/os y que estas/os trabajarán para las empresas de ellas mismas o de sus maridos. Aún hablando de igualdad, explotan y apoyan la idea de explotar a las/os otras/os.

El debate en ellas llega hasta aquí, la "igualdad" exigida por el feminismo burgués, sólo quiere disfrazar las diversas desigualdades del sistema capitalista patriarcal actual y la histórica modernidad occidental colonizadora que aún vivimos.

El feminismo burgués no es definitivamente la salida ideal.



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Ciro Casique Silva

Arquitecto, egresado de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Militante de la ASGDRe: Alianza Sexo-Género Diversa Revolucionaria.

 casiqueciro@gmail.com      @Ciro14

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