El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, es una fecha que ha cobrado gran relevancia en el mundo contemporáneo. Este día no solo conmemora los logros sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres, sino que también es un recordatorio de la lucha constante por la igualdad de género y los derechos humanos. Su origen se encuentra en un contexto de lucha laboral y social que se remonta a principios del siglo XX.
La celebración del Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero a mediados del siglo XIX y principios del XX. El 8 de marzo de 1857, miles de mujeres trabajadoras textiles marcharon en Nueva York con el lema "Pan y rosas". Protestaron por las malas condiciones laborales, el trabajo infantil y la reducción de la jornada laboral. La policía reprimió brutalmente la manifestación, dejando un saldo de 120 mujeres muertas. En 1909, el Partido Socialista de Estados Unidos declaró el primer "Día Nacional de la Mujer" en honor a esta huelga.
La idea del día internacional fue propuesta en 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, Dinamarca. Clara Zetkin, una destacada activista alemana, de origen judío sugirió que se estableciera un día internacional para promover la lucha por los derechos de las mujeres. En 1911, se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en varios países europeos, donde miles de mujeres se manifestaron por sus derechos.
y el 23 de febrero del calendario juliano, 8 de marzo en el calendario gregoriano, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas se manifestaron en Petrogrado, exigiendo pan y paz. Esta huelga marcó el inicio de la Revolución Rusa, se convirtió en una fecha simbólica para la lucha de las mujeres. En 1977, las Naciones Unidas formalizaron el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, promoviendo su celebración en todo el mundo.
A lo largo de la historia, muchas mujeres han sido pioneras en la lucha por los derechos y la igualdad de género. Entre ellas destaca a figuras como Simone de Beauvoir, filósofa francesa, existencialista que luchó contra las injusticias de género; dejando en claro que "el ser humano no es una esencia fija, sino existencia, proyecto, trascendencia, autonomía y libertad", cuyas obras abrieron el camino para el feminismo moderno; Rosa Parks, activista afroamericana, figura importante del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, participa en varias protestas, en Montgomery, Alabama (Estados Unidos), por sus valientes accione, se la reconoce como «la primera dama de los derechos civiles», cuya valentía en el movimiento por los derechos civiles inspiró a muchas expectativas de lucha por los derechos de la mujer; y Malala Yousafzai, una joven activista paquistaní que ha luchado por el derecho a la educación de las niñas, que ganó reconocimiento internacional tras sufrir un atentado en 2012, por oponerse a los talibanes. Sin embargo, es importante recordar que la lucha por los derechos de las mujeres no se limita a figuras emblemáticas, ya que infinidad de mujeres alrededor del mundo, han contribuido a esta noble causa, desde las sufragistas que lucharon por el derecho al voto, hasta las activistas contemporáneas que abogan por la igualdad salarial y el fin de la violencia de género.
Las luchas por los derechos de las mujeres han existido a lo largo de la historia, pero se intensificaron durante la Revolución Industrial, cuando las mujeres comenzaron a trabajar en fábricas y enfrentaron condiciones laborales deplorables. En muchos países, el sufragio femenino se convirtió en un objetivo central, y a lo largo del siglo XX, las mujeres comenzaron a obtener derechos legales y políticos que les habían sido negados durante siglos. Los movimientos feministas de las décadas de 1960 y 1970, como la segunda ola del feminismo, actividad feminista que comenzó a principios de la década de 1960, se centraron en temas como la igualdad laboral, el derecho a la contracepción y el acceso al aborto. Estas luchas han continuado evolucionando, enfrentándose a nuevos retos en la actualidad, como la lucha contra la violencia de género entre otros desafíos.
El Día Internacional de la Mujer es una celebración de los logros alcanzados, pero también un recordatorio de los desafíos que aún persisten. Las luchas por la igualdad de género son un legado que continúa, y cada 8 de marzo nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los avances logrados y las batallas que quedan por librar. Es un día para honrar a las heroínas del pasado y del presente, y para seguir construyendo un futuro en el que todas las mujeres sean visibilizadas y liberadas. La lucha por la equidad de género es una causa que nos involucra a todos, y su éxito depende de la solidaridad y el compromiso colectivo.
En próximas entregas estaré escribiendo sobre las luchas lideradas por la mujer venezolana, para recordar y resaltar el gran valor esas valientes heroínas de nuestro suelo patrio, que aún sus nombres permanecen rezagados en los recodos de la historia.