La oscuridad, en estos días hasta literalmente, dificulta que el pueblo, con su potencial creador, encuentre la resolución de la crisis.
La gente que con paciencia y grandes muestras de solidaridad viene resistiendo y saliendo adelante en esta situación del sistema eléctrico nacional desde el 7 de marzo, recibe desde el Estado enunciados que rayan en panfleto, dejando gran incertidumbre.
Muchos intelectualoides y politiqueros esperan que se cumpla su hipótesis de un estallido social, al agotar la tolerancia del pueblo, que finalmente permitiría quitar de la silla presidencial al chavismo y colocar un títere de los EEUU. Sin embargo, esto no ocurrirá así no más.
En Venezuela un fenómeno político-social llamado Chavismo tiene un resultado orgánico fundamental, y es que agrupa a los liderazgos populares que orientan y apoyan al pueblo todo, y que tienen la legitimidad de los pobres porque comparten su condición de clase: mujeres pobres que en todos los pueblos de Venezuela se mantienen en lucha, convencidas de su tarea patriota de defender su territorio y proteger a los suyos, se agrupan en la creación chavista del PSUV y Consejos Comunales. Esas mujeres, aún hoy con todas las contradicciones internas, esta grave crisis de los servicios básicos, y escasa información al respecto, ponen por encima de las dificultades la esperanza que construimos de un mundo de justicia.
Quienes tienen tareas diferentes en el Chavismo, en la dirección del proceso, en la gestión del Estado, detentan un conocimiento de la situación, que entregarlo a esas mujeres aportaría significativamente a que orienten sus esfuerzos de manera precisa para pasar a ofender y no solo defender. Es táctico y estratégico confiar en la base y entregar de manera amplia y profunda el conocimiento de la situación, para que así con conciencia de la realidad el pueblo trabaje y oriente su fuerza en el camino del bien común.
Dando parte de los ataques con que los poderosos gringos (en tecnología, armas y capital) han golpeado nuestro bienestar, y dando razón de los errores y debilidades que tuvimos y tenemos, es una forma revolucionaria de revertir esta situación, que puede tender al agotamiento si la dirección mantiene los métodos cuyo objetivo pareciera simplemente ganar tiempo, sin saber para qué se gana tiempo. Recordemos, el trabajo y la lucha son las formas del pueblo, es lo que sabe hacer y lo que hará en cualquier circunstancia para defender la vida.
En el nombre de todas esas mujeres de las cuales soy hija, hermana, compañera, camarada, demando, al gobierno nacional y a la dirigencia del Partido, que también forman el Chavismo, la verdad.
La oscurana de la incertidumbre tiene importante relación con la confianza que la dirección tiene en su base. Apuesto a que el pueblo de la base y de la dirección del Estado, del Gobierno, del partido y de las Fuerzas Armadas haga imponer la verdad.
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