Tal como ha indicado el presidente Nicolás Maduro, en Venezuela está en marcha un golpe de Estado eléctrico, es decir, que por la vía de una severa agresión terrorista contra el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica pretende exacerbar el descontento social llevándolo a una conmoción/desestabilización que tenga como resultado el derrocamiento del Gobierno Bolivariano, a través de una intervención militar yanki o de una coalición internacional bajo la excusa de la "necesidad de proteger".
De esto debemos estar claros chavistas y opositores toda vez que no es la primera vez que el Gobierno de EEUU atenta contra la estabilidad nacional sino que sistemáticamente viene implementando todo tipo de medidas dirigidas a derrocar al Gobierno Socialista de Venezuela desde tiempos del Comandante-Presidente Hugo Chávez, incluidos golpes de estados, sabotajes a la industria petrolera, sanciones financieras y comerciales, bloqueo económico, atentados magnicidas, entre otros, al punto que hoy hasta el más furibundo antichavista reconoce que el autroporclamado Juan Guaidó ha declarado abiertamente que para presionar el derrocamiento de Maduro, denominado eufemísticamente "cese de la usurpación" por la oposición, se debe afectar el funcionamiento de la electricidad, el agua, el gas doméstico, entre otros servicios.
En ese contexto el pueblo venezolano, muy especialmente las fuerzas patrióticas debemos acompañar al gobierno legítimo de nuestro país, encabezado por el Presidente Obrero Nicolás Maduro, en la defensa de la estabilidad nacional, a sabiendas que de la actual escalada el imperialismo puede pasar a un mayor nivel de agresión, no solo contra el servicio eléctrico sino contra cualquier aspecto neurálgico de la vida nacional que afecte la gestión de lo cotidiano por parte del pueblo, por lo que es imperante frenar ahora tales pretensiones, puesto que un eventual incremento del nivel de agresión exigirá de nosotros aún mayores sacrificios.
En tal sentido, tomando en cuenta el grado de escalamiento de la coyuntura actual en torno al tema eléctrico, me permito comentar algunas estrategias o acciones que parecen urgentes y necesarias a efectos precisamente de frenar la escalada actual, teniendo como base la fortaleza de la unidad cívico-militar que sustenta a la revolución así como la necesaria articulación pueblo-partido-gobierno en la materialización del principio de participación ciudadana en la defensa de la patria.
1. Acelerar la publicación y difusión del esquema y/o los cronogramas de administración de cargas a los efectos de que la población pueda tomar medidas de prevención personal y material. A este respecto, por supuesto deben valorarse las dimensiones de los graves daños sufridos por el SEN a causa de los repetidos actos de sabotaje, así como la ventaja o desventaja estratégica de hacer del conocimiento público los cronogramas ya que podrían servir de insumos para la planificación, por parte de los terroristas, de nuevos actos de sabotaje con el fin de desacreditar la información que suministre el Gobierno. Esta alternativa debe ser explicada a la población puesto que el presidente Maduro ya informó a la población que aprobó un plan de distribución de cargas y la ausencia de información detallada sobre el mismo puede acarrear desconciertos y descontentos de importante magnitud.
2. Incrementar la acción preventiva por parte de los órganos de seguridad ciudadana, usando el mapeo que ya se debe tener en cada ciudad sobre el comportamiento de las guarimbas subversivas a fin de posicionarse en los lugares donde se focalizan los disturbios antes que los terroristas, y aún en caso de que el foquismo violento se desplace a otras zonas aledañas, la presencia en la calle de la fuerza pública, a la hora habitual de las protestas, sirva para aumentar la velocidad de respuesta, atendiendo los focos en su fase inicial y no después que cobren fuerza.
3. Dictar orientaciones precisas para que las estructuras de dirección de los partidos del Gran Polo Patriótico, especialmente el PSUV a través de las jefaturas de comunidades y de calles de los CLAP, realicen labores casa a casa de persuasión político-social vecinal, tocando en sentido humano a personas que puedan ser objeto de manipulación y llevados a hacer bulto en manifestaciones violentas que nada tienen que ver con la exigencia del servicio eléctrico sino que forman parte del plan golpista, con lo cual se aislaría a los violentos. Se trata de conversar en el seno de la calle y la comunidad con elementos desafectos al chavismo que no forman parte de ninguna célula terrorista sino que en su necesidad de canalizar su descontento pueden ser arrastrados como tontos útiles a la agenda violenta, para alertarles de tal peligro y persuadirles desde la cercanía humana a expresarse por medios pacíficos de protesta (cacerolas, marchas pacíficas y redes sociales, entre otras).
4. En correspondencia con el punto 2, donde sea viable, orientar a través de las estructuras partidistas y de las organizaciones de base del poder popular para que las fuerzas sociales patrióticas, en compañía de los organismos de seguridad tomen la delantera y se posicionen en los puntos donde se focaliza la violencia antes que los promotores de la guarimba, organizando manifestaciones de repudio contra el imperialismo norteamericano y la derecha violenta, únicos causantes de las afectaciones que padece hoy el Sistema Eléctrico Nacional.
5. Orientar a la dirigencia chavista para que en aquellos lugares donde se manifieste la violencia golpista se haga la labor de inteligencia social, con las mayores medidas de seguridad y prevención para que ello no constituya un factor de riesgo contra nuestra gente en esas comunidades, de manera que se pueda identificar a los promotores del terrorismo, así como los sitios usados como bases de operaciones, para que dicha información llegue a los organismos de seguridad a través de la estructuras de dirección, con miras a la neutralización de esos elementos.
Con estas y otras estrategias se hacen posibles y visibles las condiciones en las que la participación del pueblo organizado, en conjunto con las acciones que con determinación y prontitud viene llevando a cabo el Gobierno Nacional para la defensa y el robustecimiento del Sistema Eléctrico Nacional, han de inclinar la balanza a favor de la estabilidad social y política nacional, misma con base en la cual nos apoyemos para derrotar el golpe de Estado imperial en marcha.