Fechas memorables

Estamos en la época del año cuando algunas fechas llegan a recordarnos sucesos del pasado reciente en nuestro acontecer político. Estos acontecimientos son vistos, dependiendo de quien los evalúe, bien como fechas irrelevantes y hasta siniestras o como eventos históricos con ribetes de gesta patriótica, dignos de celebrarse con pompa y “cirincunstancia”.

23 de enero de 1958. Por razones del alma, o sea del almanaque, pertenezco a la generación de jóvenes que vivieron intensamente aquellos días y las etapas subsecuentes. Considero infantil y díscolo desestimar la importancia de la sublevación popular que derrocó a Pérez Jiménez, relegándola a las efemérides “cuartorepublicanas”, como si la Historia no fuera una concatenación de circunstancias diversas. Quienes derrocaron la dictadura no fueron culpables de lo ocurrido posteriormente, en particular durante los años finales de la conchupancia.

27 de febrero de 1989. En Eurasia el comunismo ruso practicado por la Unión Soviética y sus satélites se desmoronaba sorpresivamente. Mientras tanto en Caracas y diversas ciudades de Venezuela estallaban motines populares protestando las injusticias impuestas por el modelo neoliberal favorecido por los gobiernos adecos, en particular por Carlos Andrés Pérez y su ministro de Cordiplan, Miguel Rodríguez, el hombre del “paquete”.

4 de febrero de 1992. Se lleva a cabo un clásico intento de golpe militar cuyos promotores eran prácticamente desconocidos. Sin embargo el momento era el indicado para tal ocurrencia, que se convirtió en punto de partida para capitalizar el enorme descontento que existía contra la hegemonía bipartidista impuesta por AD y Copei.

27 de noviembre de 1992. La fecha se considera una extensión de la anterior. La nueva sublevación militar indicó que el gobierno había perdido el control de los cuarteles y la Fuerza Armada Nacional ya no le prestaba el respaldo suficiente para seguir mandando con el desparpajo habitual. Ambos movimientos se colocaron bajo el liderazgo del Comandante Chávez, para entonces preso en Yare.

2 de febrero de 1998, tras una vertiginosa campaña electoral, toma posesión de la Presidencia de la República Hugo Rafael Chávez Frías, cuya figura había comenzado a dominar el panorama político venezolano desde los meses anteriores, conduciendo la aplanadora que desbarató lo que quedaba de las estructuras partidistas clásicas. Su arribo a la Primera Magistratura marca el inicio de la Revolución Bolivariana, ahora con el añadido, aún por definirse en detalle, del Socialismo del Siglo XXI.

Pudiéramos decir que desde el 4 de febrero de 1992, cuando Chávez aparece en televisión durante 40 segundos que galvanizaron a la mayoría de los teleespectadores, la indiferencia que aquejaba a buena parte de los venezolanos se torna en apercibimiento de la problemática social para la mayoría de la población, incluidos, en especial, los sectores populares afectados.

Sobre estas fechas se ha escrito mucho, casi siempre al influjo de la pasión o el sectarismo. Con el paso de los años, dependiendo de las circunstancias futuras, surgirán interpretaciones menos caprichosas y quizás más verídicas u objetivas.

La Historia, a fin de cuentas, la escriben los vencedores.

augusther@cantv.net


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Augusto Hernández


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