Muy importante el asunto que atañe al pueblo: Queremos vivir mejor que antes, Y no sólo en el sentido de comer más y tener más trajes (ropas). Vivir mejor significa que el hombre y la mujer deben sentirse mejor que antes en la sociedad, debe estar bien. Las condiciones económicas significan mucho; pero, en lo fundamental, son buenas. En los países vecinos, las condiciones son mejores, en Venezuela se encuentran a un nivel distinto.
Las potencialidades creativas del socialismo son tales que podíamos resolver problemas más complejos y de mayor envergadura. La estructura de la administración económica se ha ido anquilosando con los últimos años, cuando el desarrollo de las fuerzas productivas imponía cambios en las relaciones de producción. De ahí el descenso en las tasas de crecimiento económico y el insuficiente esfuerzo en la aplicación práctica de los avances técnicos.
Es hablar abiertamente de los efectos para aprovechar al máximo las ventajas de la economía socialista, la cual, por su propia esencia, es capaz de renovarse y perfeccionarse continuamente. De las revoluciones del siglo XIX decía Marx que ellas "se critican constantemente a sí mismas, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos".
El socialismo no se desarrolla en el contorno de una isla. Hay una competición entre los dos sistemas sociales: el socialista y el capitalista. Ya de por sí, esta competición hace que nos preocupemos por acelerar es desarrollo socioeconómico. El socialismo no tiene derecho a rezagarse. Disponiendo de los recursos que tenemos hoy, sino, y en primer lugar, de seres que aman a su país y que están dispuestos a hacer todo lo necesario por su prosperidad, el Gobierno debe, con plena razón y seguridad por acelerar el desarrollo de la nación.
Debemos la reconstrucción de la economía nacional a partir de los avances técnicos; creamos condiciones favorables para el desarrollo de la ciencia. Modificando la política estructural y de inversiones, a fin de asegurar un acelerado crecimiento de la "construcción de maquinaria y otros sectores avanzados de la industria privada". La producción no existe para sí misma. De otro modo no podría ser en las condiciones del socialismo, sirven para satisfacer las necesidades del pueblo.
Al conquistar la independencia política y al regirse por sí mismos, los pueblos liberados se ven obligados a luchar duramente por liquidar el atraso económico y la miseria, por fortalecer su soberanía. USA ansiosas de aplastar y derrotar a los países liberados y detener la marcha de la Historia, las fuerzas del imperialismo recurren al sabotaje económico, a las provocaciones políticas, y ejercen una presión directa de fuerza. Esta política se basa en la "doctrina del nuevo globalismo", elaborado a toda prisa. Esa línea no brilla por su originalidad; se quiere volver al vejo y clásico sistema, al bandolerismo.
—Las acciones de piraterías de EE.UU. frente a las costas de Siria no son sino la vieja "política de las cañoneras". Así lo han interpretado en todo el mundo. Obviamente, de poco han servido las viejas lecciones a Washington, que en muchas ocasiones tuvo que pagar por sus aventuras bélicas. ¡Qué no habrán inventado los dirigentes políticos norteamericanos respecto a Venezuela, Cuba y Nicaragua, buscando la forma de justificar la escalada de la aventura militar!
¡La Lucha sigue!