Valores de la familia en la construcción de una Nueva Republica Socialista

Cuando hablamos de Cristianismo, Familia y Socialismo, algunos quisieran verlos como conceptos diferentes y hasta antagónicos. Los que nos declaramos cristianos y socialistas, pensamos que tales términos no son antagónicos ni excluyentes. Cristianismo, Familia y Socialismo, son términos concurrentes que nos señalan la vía de la Igualdad, de la justicia y de la paz.

Jesús, desde un principio, ante el rechazo que sufrían sus seguidores y seguidoras que como el predicaban el Reino de Dios, como entidad opuestas a todo lo que representaba a la sociedad imperial de su tiempo y a las sociedades dominadas por el Imperio Romano, constituyó Comunidades de Fe, solidarias y con un fuerte énfasis cooperativistas y socialistas.

Existía un rechazo hacia sus seguidores, por el rompimiento Religioso-Cultural que representaba para muchos y muchas apartarse de la religión Judía basada en la Ley de Javeh y abrazar la religión del amor y la solidaridad predicada por Jesús. El evangelio o Buena Noticia de Jesús, libera a sus seguidores de las observaciones de la religión judía y de la sumisión al sistema imperial.

Esta nueva religión, llamada en sus inicios como El Camino, también rompía con la religión imperial del culto al emperador y esto le trajo la más fiera persecución sufrida en todos los años de historia del cristianismo.

Los Cristianos asumen una actitud antiimperialista, al desconocer a los cesares romanos como Dios y Señor. Jesús es reconocido por sus seguidores como KIRIOS o Señor, Señor de Señores. Desconocer al emperador era entonces una actitud profundamente contestatario y de contra cultura, una conducta profundamente revolucionaria.

La Iglesia Cristiana de los tiempos posteriores a la muerte y resurrección de Jesús, establece un nuevo tipo de organización familiar y social que causó profundo cambio en la forma como se organizaba la sociedad en donde fuera que llegaba el cristianismo. El sentido de lo Comunitario surge en estas pequeñas sociedades cristianas. Los grupos cristianos se organizan de tal manera que todos los bienes y beneficios eran utilizados en beneficio colectivo de la comunidad de fe. Dice San Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles, Capitulo 2: "43 Todos estaban asombrados a causa de los muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre sí; 45 vendían sus propiedades y todo lo que tenían, y repartían el dinero según las necesidades de cada uno. 46 Todos los días se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. 47 Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día el Señor hacía crecer la comunidad con el número de los que él iba llamando a la salvación".

Era imposible ser cristiano o cristiana sin tener un compromiso real, un sentido de solidaridad, un profundo compromiso con un cooperativismo activo que se traduce según lo leído, en un tipo de socialismo militante y de fuerte convicciones Jesucristianas. La Iglesia nace como familia, pero como una familia verdaderamente extensiva que hace a personas de diferentes orígenes y clases sociales una Comunidad de Fe, en la Cual no había ningún necesitado. Según los otros relatos que nos entrega Lucas en los Hechos de Apóstoles descubrimos el carácter socialista del cristianismo inicial. Veamos lo que nos dice en el capitulo 4: "32 Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos. 33 Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. 34 No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero 35 lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno. 36 Tal fue el caso de un levita llamado José, natural de la isla de Chipre, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé, (que significa: "Hijo de consolación"). 37 Este hombre tenía un terreno, y lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles".

Cuando Hablamos de Revolución, hablamos de una institución que debe ser profundamente cristiana. Decimos que para que esta Revolución sea verdaderamente popular, debe tomar en cuenta muy seriamente el legado del verdadero cristianismo. Vivimos en una Sociedad que es nominalmente cristiana, hay sectores de en medio de esa nominalidad que somos cristianos de verdad, comprometidos con las luchas y con los cambios por los cuales luchan y mueren mucha gente de nuestro pueblo.

Cristianismo, Familia y Cristianismo deben ser temas de continua discusión en esta revolución Bolivariana, para comenzar a construir junto a otros y otras, el verdadero rostro del Socialismo Bolivariano Venezolano. Estas discusiones deben ser abiertas y deben permitir una actitud dialógica con otros sectores, como el indígena, el afrodescendiente, con grupos de mujeres, con nuestra juventud y con todas aquellas organizaciones políticas, sociales y culturales que formamos a la sociedad venezolana.

¿Puede aportar algo importante el cristianismo y las diferentes confesiones dentro de el?

Consideramos que si, porque una revolución no se construye de espalda al pueblo, y nuestro pueblo es en su mayoría es creyente. No podemos seguir ignorando a todas aquellas comunidades de Fe cristianas que han mantenido durante años una lucha constante y fiel contra el capitalismo y contra el neoliberalismo que pretendieron imponer en Venezuela, los Grupos de poder económico tanto nacionales como transnacionales.

¿Cómo olvidar el Paradigma siempre vigente de la Teología de la Liberación?

Esta Revolución no puede sufrir de amnesia, no puede olvidar a quienes desde la fe han Construido Comunidades Eclesiales de Fe y han ofrendado vida y salud, por la lucha de los pueblos latinoamericanos, del pueblo Venezolano.

Decir Iglesia para muchos de nosotros, quiere decir Familia. Decir cristianismo es decir Socialismo, porque no podemos negar el origen socialista de la Fe Cristiana. Decir lo contrario es reconocer en aquellos sectores conservadores de la Iglesia- Institución que se mueven entren las falsedades de un sistema que condena a los pobres a una mayor pobreza y a la muerte, son la verdadera Iglesia y eso en nuestra sociedad socialista es inaceptable, porque la Iglesia verdadera es esencialmente, pueblo.

A Diario podemos oír en nuestras comunidades de Fe Católicas y protestantes la frase que siempre nos interpela: "Iglesia que no sirve, no sirve". A diario en nuestras comunidades de fe, hacemos el trabajo de la solidaridad que algunos sectores políticos, llamados revolucionarios, no quieren hacer o no pueden hacer. Para muchos revolucionarios, ser revolucionarios es desempeñar un cargo público. Cuando se pierde este cargo entonces se deja de ser revolucionario y revolucionaria y ejemplo de esto hay bastante.

El sitio exacto en el cual se encuentran el cristianismo, la familia y el socialismo es precisamente la Revolución. Un cristiano, una cristiana es esencialmente un socialista, por lo tanto un revolucionario. Toda familia venezolana vive a cada la experiencia del socialismo en solidaridad y eso demuestra que toda familia es familia Revolucionaria. Todo Socialista merece ser llamado cristiano, porque quien se dice Socialista por obligación debe ser revolucionario o revolucionaria.

Hoy, pretender construir El Socialismo del siglo XXI sin el concurso de la gente de fe, es negarle a la revolución uno de los baluartes mas importantes en esta acción creadora. Los cristianos y cristianas en nuestro país, somos sujetos activos en la construcción del Socialismo y de la patria bolivariana libre, antiimperialista y solidaria. Nos acompaña el Espíritu y el Testimonio de Frank País, Camilo Torres, Monseñor Romero, entre otros y otras que son mártires de la liberación de nuestros pueblos.

Jesús de Nazaret, está vigente en esta Revolución bolivariana, porque los cristianos y cristianas revolucionarios y revolucionarios tenemos mucho que aportar con nuestro trabajo y con nuestra solidaridad con los más empobrecidos. Recordemos lo que expresó Jesús en sus primeras predicaciones: " El Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor".

Esta Revolución Bolivariana es Socialista, Humanista, Indígena, Afrodescendiente, Universal y sobre todo cristiana, porque esta Revolución se construye con el pueblo y la construye el pueblo.


(*)Ministro Ordenado de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela.

Pastor de la Comunidad Reformada de Maracaibo.


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Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera(*)


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