Vivimos verdaderamente en una época de cambio, como lo plantea el presidente Correa de Ecuador. Esto es evidente en el proceso que vive nuestro país en la construcción de un modelo político-ideológico propio que consolide la existencia de la Quinta Republica o la Patria Socialista.

¿Son compatibles las teorías socialistas con los valores del Cristianismo?

Creo que la dificultad que pueda presentarse en el análisis de estos principios está en la incapacidad de abordar el tema desde una perspectiva verdaderamente Ecuménica.

Que si la Conferencia Episcopal Venezolana tiene su posición al respecto, que si el Consejo Evangélico de Venezuela también tiene su propia opinión sobre este tema, en fin consideramos que las supra estructuras religiosas carecen de la objetividad suficiente para opinar al respecto, porque ellas son parte de esa dinámica Gramsciana que las ubica inevitablemente en esa etapa moribunda de las instituciones y la historia y se alejan de la otra parte que nace para construir un nuevo pensamiento político y una Nueva Sociedad.

Se ha abordado este tema en las Iglesias Tradicionales-Conservadoras, desde una perspectiva solamente política, excluyendo la fase más rica de la discusión que puede darse en el plano de lo Ideológico y Teológico. Básicamente la posición de la Iglesia, católica o protestante-evangélica, es una posición reactiva frente al planteamiento que hace el presidente Hugo Chávez de la imagen de Jesucristo como el primer Socialista de la historia. No se ha querido o no se ha podido profundizar en el tema desde una óptica de mayor alcance histórico.

Creo que el sector Revolucionario ha descuidado en esta discusión tan importante al sector protestante-evangélico, aunque se han dado pasos positivos al respecto. Hay una gran vertiente teológica en sectores como los representados por las Iglesias Presbiterianas, Anglicanas, Pentecostales de la Unión Evangélica Pentecostal de Venezuela y a otros sectores de otras confesiones protestantes que han contribuido en la construcción de este Nuevo Modelo político que la Revolución quiere construir en nuestro país.

Recordemos que Cristianismo no es tan solo Catolicismo, que protestantes y católicos tenemos puntos en común en la Teología, Eclesiologia, Doctrina y sobre todo en la Historia Común que poseemos desde la resurrección de Jesús hasta Trento. Hay que superar el concepto reduccionista que tiene cada Confesión de manera sectaria como la verdadera Iglesia.

La Discusión Sobre Socialismo y Cristianismo, debe darse desde una Base Amplia Ecuménica en la cual se estudie a profundidad las Doctrinas Sociales de las Iglesias o diferentes confesiones, el origen del Cristianismo y su trayectoria histórica, el pensamiento de Jesús y sus principales sucesores, las características de las primeras comunidades Cristianas. También debe estudiarse la Historia de las diferentes Confesiones en Venezuela y su trascendencia en la formación del pensamiento Social-político-cultural y el aporte a la creación de un pensamiento crítico en nuestro país.

Pretenden algunos sectores conservadores borrar de la Historia de la Iglesia latinoamericana, el capitulo todavía vigente de la Teología de la Liberación, especialmente en esta coyuntura revolucionaria de nuestro país, quizás por temor a que la Teología de la Liberación tome un impulso en esta etapa del despertar Político-Ideológico de nuestro continente impulsada por la más reciente Revolución ideológica, también latinoamericana.

Sin duda alguna que esa combinación del despertar de la Izquierda en nuestro continente y la Teología Latinoamericana de Liberación, es una combinación bastante explosiva en un continente que lucha por construir ese Mundo Otro.

Los jerarcas de las Iglesias ven claramente la coincidencia que existe entre el Mundo Otro y el Reino de Dios, predicado por Jesús. Quizás ya descubrieron que una revolución como la Bolivariana es el elemento necesario para la Teología de la Liberación para afianzarse en un modelo político concreto. A lo mejor ven que una Teología como la de la Liberación era el eslabón necesario para construir y hacer realidad en el imaginario colectivo de la gente la Nueva Sociedad.

Sin duda que una combinación tan explosiva, no va a pasar desapercibida ante la mirada del Imperio y de las Iglesias-Instituciones de poder, como tampoco pasó desapercibido el Cristianismo originario con su mensaje de contra-cultura en el Imperio Romano.

Aquí no esta planteada la discusión en el hecho que Jesucristo fuera o no un Socialista o el primer socialista, aquí lo que asusta a la Iglesia-Poder y al Imperialismo es que cada Cristiano se asuma como Revolucionario, como Socialista, o que cada Socialista se asuma como servidor de Jesús.

Es por eso que se han dado a la tarea de plantear la discusión de la creación de un Partido Unido Revolucionario, como la imposición de un partido único y en consecuencia como un pensamimiento Único. ¿Que mejor ejercito entrenado y listo para la batalla que las organizaciones religiosas y sus altas jerarquías?

El imperio como la fuerza suprema, viene a sustituir, en la mentalidad de algunos jerarcas, al Dios Todopoderoso y en las instituciones eclesiales su brazo armado de ideología, doctrina y teología. Veremos coincidir en ideales y Dogmas a las dos más grandes instituciones representativas de la religión en Venezuela, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y el Consejo Evangélico de Venezuela (CEV), sostener las mismas posiciones contra la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Cosa curiosa es que las dos siglas identificatorias coincidan, como algunas posiciones políticas e Ideológicas de ambas centrales religiosas.

La Discusión de todo lo que tenga que ver con Cristianismo, Socialismo, Teología de la liberación, debe ser abordada desde una base verdaderamente Ecuménica, en la cual coincidan los diferentes pensamientos y visiones que han hecho posible el trabajo popular en todo el territorio nacional a través de las Comunidades Eclesiales de Base, tanto católicas como Protestante-evangélicas. Estas comunidades han sido desde la perspectiva histórica antecedentes de la Revolución Bolivariana y Socialista de Venezuela.


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