Iglesias y Estado, asuntos separados

La reaccionaria cruzada de las iglesias junto al gobierno ataca derechos sexuales y reproductivos

El principal foco de esta cruzada reaccionaria y oscurantista de las iglesias en el país viene siendo al momento la Educación sexual integral y que se detenga una ley en contra de todo tipo de discriminación. La organización "Por la familia", por ejemplo, pide que se erradique la Educación Sexual Integral (ESI) de las escuelas y liceos, al considerar que promueve lo que llaman "la ideología de género", que mostraría tipos de familias "biológicamente imposibles". A esos niveles llega el oscurantismo medieval.

"La Biblia es una Constitución más", sostienen en su envestida reaccionaria. "Hay un principio bíblico establecido. Dios creó al varón y la hembra para de ahí derivar la familia. Queremos dejarle esa visión como legado a la generación venidera y que no se pierda el diseño original porque es el deber ser", sostienen los representantes de esta organización. Lo grave de esas lógicas es que implicarían retroceder décadas y siglos en cuanto a los fundamentos de los derechos de las personas, pues pretenden imponer preceptos de una confesión religiosa por encima de los derechos civiles establecidos en las constituciones políticas de los países.

Por ello es que son férreos opositores a derechos tan elementales como los establecidos en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA) y en la Resolución de 2021 del Ministerio de Educación, en el marco del Plan Nacional de Prevención y Reducción del Embarazo a Temprana Edad y en la Adolescencia (PRETA).

La LOPNA establece que: "todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser informados y educados, de acuerdo a su desarrollo, en salud sexual y reproductiva para una conducta sexual y una maternidad y paternidad responsable, sana, voluntaria y sin riesgos" (art. 50). La Resolución del MinEducación donde instruye la Educación Sexual Integral (ESI) la define como:

  • "proceso educativo que permite enseñar y aprender los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad, para preparar a las niñas, los niños, adolescentes, jóvenes, adultos con conocimientos, habilidades, actitudes y valores que los empoderen para desarrollar su personalidad con bienestar y dignidad, atendiendo con propiedad sus relaciones sociales y sexuales, así como mantener una actitud respetuosa de las diversidades y ejerciendo sus derechos sexuales y derechos reproductivos a lo largo de la vida".

Estos sectores ultraconservadores y antiderechos, se oponen a esos derechos elementales y otros como la ley de identidad de género, al derecho de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, a legalizar su unión de pareja ante el Estado (matrimonio igualitario) y a la despenalización y legalización del aborto voluntario.
De esta manera, lo que llaman "ideología de género", es usado en contra de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI, y señalan como causante a la Agenda 2030, que refiere a los 17 objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, a los que acusan de estar promoviendo ideas "contrarias a la moral", como la educación sexual. Así, todo cuestionamiento al binarismo de la diferencia sexual es tildado de "ideología de género". Y si hay dos sexos es porque el propósito (celestial, divino o natural, según quién lo explique) es el de la reproducción, lo que indicaría que es "perversión" todo otro relacionamiento sexoafectivo que no sea el de "macho y hembra para la reproducción", así como que la maternidad es el destino obligado para las mujeres, quiéranlo o no.

En su cruzada busca restringir derechos, algunos ya conquistados, o evitar que se establezcan nuevos derechos elementales. Sus campañas son estridentes sobre "los ataques" que las feministas, las lesbianas, los homosexuales y las personas trans estarían supuestamente perpetrando contra la familia, "pervirtiendo" la educación, la institución matrimonial y la reproducción sexual. Las personas trans, ya tan fragilizadas por este sistema opresivo, patriarcal y desigual, y con enormes limitantes materiales para sobrevivir, vienen siendo uno de los focos de sus ataques en su ofensiva reaccionaria ultraconservadora, buscando vincularlas de manera calumniosa con la pedofilia, por ejemplo, o lo que llaman "perversiones sexuales".

Pero esta guerra antiderechos contra lo que llaman "ideología de género", no se reduce a las iglesias evangélicas. A mediados de 2016, el Papa Bergoglio afirmó que, en todos los continentes, "hay verdaderas colonizaciones ideológicas. Y una de estas –lo digo claramente con nombre y apellido– ¡es la ideología de género!". Reafirmó: "Hoy a los niños –¡a los niños!–, en la escuela se les enseña esto: que el sexo cada uno lo puede elegir. ¿Y por qué enseñan esto? Porque los libros son de las personas e instituciones que te dan el dinero. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes. Esto es terrible" ("6 advertencias del Papa Francisco sobre la ideología de género", Agencia Católica de Informaciones, 1º de diciembre 2016).

Gobierno y de sectores de la oposición de derecha aliados de esta cruzada

Esta cruzada reaccionaria, encabezada por las iglesias evangélicas, han encontrado en el Gobierno un gran aliado en su defensa a la idea "del diseño original" de la familia, contando con un fuerte apoyo no solo político sino hasta económico. En febrero pasado, el gobierno lanzó el programa Mi Iglesia Bien Equipada, un plan que implica la dotación de templos evangélicos y la entrega de bonos mensuales de 10 dólares a pastores, todo con recursos públicos, entre otras prebendas. Según cifras del Gobierno, cerca de 2.500 iglesias han sido beneficiadas con mejoras y mantenimiento de infraestructura, 1.245 templos han sido intervenidos y 13.915 pastores han sido censados para que reciban esa "protección social", adicional a los bonos que recibe cualquier ciudadano, es decir, el Estado, con recursos de todos, les paga adicional por ser líderes de una religión.

En la pasada marcha de las iglesias evangélicas del 13 de julio en el centro de Caracas, funcionarios del alto escalón del Gobierno desfilaron abiertamente haciendo gala de su oscurantismo antiderechos. Así, al llegar a la sede de la Asamblea Nacional, donde una inmensa tarima los esperaba, un grupo de diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela recibió a los representantes entre los que se encontraba el jefe de Gobierno del Distrito Capital, el evangélico Nahum Fernández, quien promovió y sustentó la marcha con los recursos públicos de que dispone. Sin mayores discusiones, los diputados aceptaron una de sus exigencias. A partir de ahora, los grupos religiosos serán consultados sobre cualquier iniciativa legislativa que involucre a la familia, aunque el Estado venezolano sea laico por mandato constitucional.

También sectores de la oposición han llamado a conformar un "frente nacional contra la ideología de género", como lo ha hecho el católico conservador Roberto Enríquez y precandidato de las primarias. Son parte de esta cruzada antiderechos. Es que la discriminación que se sufre por elegir una identidad o sexualidad fuera de la heteronorma tiene sus anclajes en las distintas iglesias que se oponen abiertamente a la implementación de la Educación Sexual Integral.

Todo un alboroto antiderechos que, además, se opone a una ESI que, de hecho, ni siquiera se está aplicando en la realidad. La verdad es que estamos tan atrasados en eso, que los contenidos relacionados con la educación sexual nunca llegaron a implementarse ampliamente y, en medio de la terrible crisis de la educación pública, han desparecido prácticamente de las clases, además de no ser de carácter obligante para las instituciones. Tal como testimonian estudiantes de liceo.

Es tan grave el punto al que está llegando esta cruzada antiderechos, guiada por prejuicios y preceptos religiosos pertenecientes a etapas antiguas del desarrollo de las sociedades, que hemos visto como recientemente han detenido y expuesto al escarnio público a 33 personas que participaban de una fiesta sexual en un local privado en Valencia (Carabobo). ¡Claro, como se trataba de personas no heterosexuales, se afincó allí la mano del Estado! Mantener relaciones sexuales consensuadas entre adultos no es ningún delito en las leyes venezolanas, y todos los presentes era personas adultas (entre 21 y 57 años), que estaban en un local privado. Sin embargo, están privados de libertad, fueron expuestos públicamente y serán enjuiciados.

Iglesias y Estado, asuntos separados

Desde la Agrupación Pan y Rosas llamamos a la más amplia movilización por la defensa y por la conquista de nuestros derechos. Salirle al paso a los sectores más conservadores y reaccionarios que insisten en sus campañas, e incluso difundiendo calumnias para desprestigiar al movimiento de mujeres y de la diversidad género-sexual. Frente a esta nueva cruzada reaccionaria es urgente replicar las manifestaciones que realizamos el pasado 2 de julio donde fuimos miles decenas de miles en las calles.

Pero también se vuelve cada vez más necesaria la organización en los lugares de estudio y trabajo. Despleguemos nuestras fuerzas en las calles para enfrentar a la "moral" medieval de las iglesias, del gobierno y de los partidos de la derecha, avanzando en conquistar derechos como ley de identidad de género, matrimonio igualitario, el aborto libre y gratuito, entre otros. Por una educación sexual integral, laica y científica, por la inmediata y efectiva separación de las iglesias del Estado. Una vez más gritamos: ¡Iglesias y Estado, asuntos separados!



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